LAS VEINTIUNA MENTIRAS DE LUIS DEL PINO (VI)

Sigue de la entrada anterior

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16. ¿Entonces qué pruebas nos quedan de que la versión oficial es cierta?

Luis del Pino dijo:

Ninguna.

Respuesta:

¿Ninguna?

Luis del Pino MIENTE.

No sabemos si con «Versión Oficial» se refiere al Dictamen de la Comisión Parlamentaria para la Investigación de los Atentados del 11-M, al relato de los hechos estructurado en el Auto de Procesamiento, a las Conclusiones definitivas del Ministerio Fiscal en el Juicio por el 11-M, a la Sentencia de la Audiencia Nacional tras el mismo caso, o quizás a la respuesta del Tribunal Supremo a los diferentes recursos de casación.

En todo caso, y sea cual sea la «Versión Oficial» que se ha quedado sin pruebas según Luis del Pino, esta afirmación parece harto arriesgada cuando vamos viendo que, de todos los argumentos que nos viene ofreciendo hasta ahora, ni uno sólo resiste a la luz de la verdad, y ni uno sólo fue presentado a debate donde se tenía que haber estudiado, en el Juicio oral.

No sólo sus pretensiones sobre la Furgoneta Kangoo o la Mochila de «El Pozo» son descabelladas, sino que, como hemos visto,  quedan cientos de pruebas, cuya veracidad no ha sido puesta en duda en este artículo de Luis del Pino (testimonios, grabaciones, seguimientos telefónicos, huellas, documentos, archivos informáticos, etc) y que no repetiré aquí para no cansar más a los lectores con inútiles repeticiones..

Tan  falta de motivación es la superchería de Luis del Pino de que las pruebas de la «Versión Oficial» no existen que las propias asociaciones conspiracionistas AVT y AAVV11M, en sus conclusiones, pidieron durísimas pruebas contra los acusados, superiores en general a las que fueron dictadas posteriormente por el Tribunal.

¿Acaso cree Del Pino que ambas asociaciones participan en una inicua conspiración para acusar sin pruebas a inocentes? Si lo hacen ¿qué cree Luis del Pino que les mueve a actuar así?

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17. Si el 11-M no fue un atentado islamista, ¿cómo se explica que siete magrebíes se suicidaran en Leganés?

Luis del Pino dijo:

Es que no está demostrado que en Leganés se suicidara nadie. Para empezar, nadie hizo la autopsia a los cadáveres recogidos en Leganés, a pesar de que la Ley obliga a hacer esas autopsias. En segundo lugar, ni siquiera está clara la identidad de los cadáveres que aparecieron en ese piso. En tercer lugar, las investigaciones periodísticas han demostrado que alguien (no se sabe quién) se tomó muchas molestias en tratar de «demostrar» que en Leganés hubo un suicidio. Así, por ejemplo, alguien hizo una serie de supuestas «llamadas de despedida» de esos suicidas, pero uno de los teléfonos utilizados para hacer esas llamadas seguía operativo un mes después de estallar aquel piso. Asimismo, alguien elaboró un supuesto «testamento» de uno de esos «suicidas», pero la firma de ese documento está burdamente falsificada.

Luis del Pino MIENTE. O es un IGNORANTE.

Las autopsias se hicieron. Y tenemos para demostrarlo las mejores pruebas en el Estado de Derecho: las sentencias judiciales. Y no una. Tenemos el Auto del Tribunal Supremo desestimando la querella de «Manos Limpias« contra el Juez Instructor Juan del Olmo y la Fiscal del caso Olga Sánchez:

b) En todo caso y pese a la opinión del recurrente, lo cierto es que si se efectuó la correspondiente diligencia de autopsia.

Pero es mas, al tratarse de unos hechos singulares, con una trascendencia muy superior a la ordinaria, no se efectuaron unas autopsias convencionales y burocráticas, sino que se procuró -y consiguió- extremar las precauciones. Así en la Pieza Separada, Tomo II, folios 568 y ss., obra un amplísimo y muy documentado «informe antropológico y radiológico», firmado por los Médicos Forenses Santiago , Juan Luis y Daniel .- Incluso, a requerimiento del Instructor se efectuó un informe ampliatorio, por peritos especialistas, obrante en el Tomo 227 folios 88.537 y ss. titulado «informe dactiloscópico…..»

No parece por todo lo expuesto, que pueda apreciarse en ninguna de estas actuaciones sumariales delito alguno, mas al contrario evidencia que la querella no solo carece de todo apoyo técnico jurídico, sino que sobrepasa de forma manifiesta los límites del prudente ejercicio de las acciones penales y entraña un manifiesto abuso de derecho y fraude procesal del art. 11.2 de la LOPJ y pudieran constituir, conforme peticiona el Ministerio Fiscal, un presunto delito previsto y penado en el Capitulo V del Titulo XX del Código Penal, por lo que procede deducir testimonio de lo actuado y remitirlo al Juzgado Decano de los de Madrid.

Toma, Jeroma.

Tampoco el Tribunal del 11-M se queda corto cuando afirma:

Desde luego, hubo autopsia en sentido legal, se conoce la data y causa de la muerte, y no se aprecia infracción de norma jurídica alguna.

Ni el Tribunal Supremo cuando rechaza los recursos de los condenados.

Ciertamente, la Ley obliga a hacer autopsias en los casos de muerte violenta. pero la Ley no dice cómo hacerlas. Confunde Luis del Pino las leyes con los protocolos. Una serie de recomendaciones para llevar a cabo los procedimientos de manera sistemática, sin pasar por alto nada, no puede ser tomado como unas instrucciones de obligado cumplimiento, como también estableció la Audiencia Nacional:

Es más, toda la argumentación de las defensas parte de otro error de principio: Que toda autopsia debe describir absolutamente todos los restos y sustancias que haya en el cadáver y que deben abrirse al menos las tres cavidades tradicionales, cabeza, tórax y abdomen.

Esto no es cierto. Sólo se hará así en tanto que lo buscado y/o hallado tenga relevancia para determinar la causa de la muerte, su data y su etiología, consignándolo en el respectivo informe. En el mismo sentido, sólo se procederá a la apertura de cavidades si estas están cerradas o si existen las partes respectivas del cuerpo. Así, por ejemplo, no se expresará si el individuo tenía alcohol en sangre o alimentos en su estómago, si era o no consumidor de drogas o si era o no fértil, etc., si no es relevante al caso; es decir, si esos datos son indiferentes para alcanzar el objetivo médicolegal: data, causa y etiología del fallecimiento, en primer término, y persona o personas responsables y demás circunstancias relevantes si la etiología no es suicida, en segundo término. Tampoco se abrirán las cavidades si estas están abiertas o si no es posible, ejemplo, por carecer de tronco o cabeza el resto cadavérico.

Desconocemos las razones que tiene Luis del Pino para dudar de la identificación  que se hizo de los terroristas que se suicidaron en Leganés aunque, conociendo sus métodos, podamos sospechar que se trata de una mezcla de fuentes ornitológicas («Me lo dijo un pajarito«) con métodos deductivos inspirados en Miguel Gila («Alguien ha matado a alguieeeen«).

Pero, desde luego, el trabajo de identificación se llevó a cabo combinando el estudio de huellas dactilares (necrorreseñas) con análisis de ADN -incluyendo comparación con familiares supervivientes de los terroristas- hasta llegar a una probabilidad de certeza del 100 %.

Y, en todo caso, la postura de Luis del Pino, sus argumentos, parecen ser un calco de lo expuesto en su Enigma nº 19, que contiene varias de las «dudas» que Luis del Pino expresa en sus «21 preguntas y respuestas sobre el atentado«. Dado que, sorprendentemente, los conspiracionistas no sometieron ninguno de sus interrogantes a quienes debieron hacerlo, a los  peritos en la vista oral expertos en huellas dactilares o en análisis de DNA (incluyendo la identificación de Lamari), Luis del Pino puede no darse por enterado de que su «Enigma» dejó de serlo hace mucho tiempo pero, en todo caso, los lectores pueden encontrar cumplida respuesta a las cuestiones sobre la identificación de los criminales, además de en los citados enlaces, en las FAQs de Desiertos Lejanos.

Respecto al enigma de las «falsas llamadas de despedida» y el terminal operativo un mes después del suicidio de Leganés, suponemos que se debe referir a la tarjeta nº 653026047, que se activó en la BTS de Leganés el 3 de Abril de 2004, a las 19 H 39′ (Auto de Procesamiento, pg 559) dentro del terminal 350999101493269; consta la realización de cinco llamadas (dos a Hassan Oulad Achka, otra a familiares de los Oulad Achka, otra a la familia del «Tunecino«, y la última al teléfono 21264477316.

El 3 de mayo la Policía realiza un primer informe provisional en el que, dado que la tarjeta y el terminal formaban parte de las tarjetas relacionadas con los terroristas, se utilizaron para llamar a familiares de los miembros del comando y no habían aparecido posteriormente, se emitió la hipótesis de que pudieron efectuarse con ellos llamadas de despedida, quedando destruidos en la explosión.

Sin embargo, no había certeza de ello, puesto que ni la tarjeta ni el terminal aparecieron en el desescombro de Martín Gaite, 40.

Y, de hecho, el terminal 350999101493269 sí tuvo actividad posteriormente, el 21 de Mayo de 2004, con otra tarjeta, la 615107447.

Consecuentemente, el juez Del Olmo, concienzudo, a la hora de redactar el Auto de Procesamiento no atribuyó con seguridad esas cinco llamadas a los terroristas sitiados dentro del piso; podían haberlas hecho miembros del comando que permanecían en Leganés, pero fuera del piso.

Las menciones del Auto del Procesamiento a esta tarjeta y estas llamadas son, por lo tanto, menos categóricas de lo que Luis del Pino quiere hacernos creer: “utilizada por presunta persona relacionada con la célula terrorista o miembro de ésta” (pg 569) “Utilizada el 3 de abril de 2004 a las 19:39, y relacionada con la célula terrorista”. (pg 571)

En conclusión, la tarjeta fue relacionada en un primer momento con llamadas de despedida, pero nuevos datos hicieron desestimar esa asociación. Sólo la mala fe y la mendacidad de Del Pino puede pretender que de un informe provisional, luego corregido, pueda deducirse que todas las llamadas de despedida, y toda la instrucción, fueron falsas. Y sólo su cara dura puede pretender que hubo “ocultación de datos”, cuando estos hechos están claramente reflejados en los informes policiales y en el Auto de Procesamiento.1

El último punto de la pregunta que nos ocupa vuelve a mostrar hasta qué punto MIENTE Luis del Pino. Afirma, sin presentar ninguna prueba, como en él es costumbre, que «alguien» falsificó una carta testamento (concretamente de Kounjaa) y «alguien» falsificó «burdamente» la firma. Nuevamente la escuela detectivesca de Miguel Gila.

Pues para ser tan burda, la Sentencia es tajante (Pg 772):

La atribución del documento en cuestión a Kounjaa está probada por la pericial caligráfica unida a los folios 25176 de la pieza principal que determina que la firma es suya, sin poder extraerse conclusión alguna en cuanto al cuerpo de escritura al carecerse de una muestra indubitada. Además -como consta en el informe técnico policial unido a los folios 1150 y siguientes de la pieza separada de Leganés, tomo 4- se identificaron también un total de nueve huellas de Kounjaa que asentaban sobre dicho documento, huellas que corresponden a tres dedos distintos, el índice de la mano derecha y el pulgar y el medio de la izquierda, lo que no deja duda sobre la autoría de dicho texto.

El hecho de que el Tribunal no pudiese extraer conclusión del cuerpo de la carta, por no poder disponer de modelo con que comparar, fue utilizado -sin éxito, como imaginarán- por Luis del Pino para afirmar que el Tribunal «no ha tenido más remedio que reconocer que es imposible atribuir a Kounjaa la redacción de esa carta«. Asombroso delirio. 

También el Tribunal Supremo ratificó la autoría del testamento (Pg 702):

En poder de Saed El Harrak se halla el testamento religioso que Abdennabi Kounjaa redacta antes de suicidarse. La pericial caligráfica de los folios 25.176 y siguientes de la pieza principal y la detección de hasta nueve huellas dactilares correspondientes a Abddennabi Kounjaa acredita que el documento en cuestión estaba ciertamente redactado por él.

Respecto a la firma, las sospechas conspiracionistas se centraron en que los caracteres eran latinos, y para Luis del Pino, resulta imposible -por arcanas razones sólo conocidas para él- que un árabe escriba una carta de despedida en árabe y luego firme en latino.

Pero tampoco nos explica qué sentido tiene que un conspirador falsifique una larga carta de despedida en árabe y cometa el error de firmar en caracteres latinos, algo clamorosamente imposible, según Del Pino.

Lo único cierto, en todo caso, es que los peritos caligráficos reconocieron la letra como la de Kounjaa y Del Pino se anotó otro estupendo ridículo al presentarse en Libertad Digital como experto.

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18. ¿Pero no nos dijeron que los habitantes de ese piso entablaron un tiroteo con la Policía?

Luis del Pino dijo:

Sí, eso dijeron. La versión oficial afirma que los ocupantes de aquel piso dispararon con subfusiles a los policías que rodeaban el piso durante muchos minutos. Sin embargo, en el piso sólo se encontraron cinco casquillos de bala, ninguno de ellos de subfusil.

Respuesta:

Luis del Pino MIENTE. Y, lo que es peor, se inventa su MENTIRA y la utiliza como argumento.

En realidad las dos afirmaciones que Luis del Pino quiere hacer pasar como contradictorias no lo son. Que el asedio del piso durase varias horas no implica que el número de disparos fuese alto. Así que ya tenemos cogido al MENTIROSO en su primera PATRAÑA. Pero para captar la malicia pineal en toda su extensión conviene hacer un poco de historia y revisar lo que, en realidad, dijo la mal llamada Versión Oficial. Tomaremos como Versión Oficial las declaraciones policiales, el Auto de Procesamiento, y las sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo.

Comencemos por el Funcionario del C. N. P. con carné 74693, que declaró el 27 de febrero de 2006 ante el Juez del Olmo (Pg 165 del A. Procesamiento): 

«…después se oyó una detonación, muy parecida a un disparo; que ocurrió nada más dejar la basura en el vehículo, después otra detonación, y otra más, hasta quizás unas ocho … las detonaciones fueron hacia el jardín

 

«…Hubo una detonación primero, el dicente se colocó justo debajo de las terrazas, y allí esperando, por la ventana del primer piso se asomó una persona delgada, de unos 30 años, con barba, y estuvo observando al dicente y a los que se encontraban por allí, y transcurridos unos 12 segundos se metió para dentro, al rato se asomó nuevamente haciendo lo mismo y volvió a meterse para la casa procediendo a bajar la persiana; después se oyeron otras 2 o 3 detonaciones…»

Durante el Juicio, a preguntas del fiscal y de la defensa de Zougham, 

«…estamos…acababa yo de cerrar el portón del coche donde la basura y al minuto o así se oyeron unas detonaciones pues encima de nosotros, no se si 5 ó 6, o algo así…. Entonces nos retiramos unos metros de allí, y se oyeron otras cuantas detonaciones seguidas…alguna detonación mas se oyó…»

Defensa: Ha comentado UD que las detonaciones que escucharon ¿serian 6 o 7?

Testigo: No. He comentado que en un principio, cuando baje el portón del vehículo, hubo unos 5 o 6 detonaciones, y seguidamente, unos minutos mas tarde, hubo un par de ellas, luego otras 2 o 3 y luego ya me parece que no volví a oír ninguna. El motivo …lo desconozco.

Un GEO de número 28400 (Pg 198 del Auto de Procesamiento):

[Los Policías] «…le dijeron que llevaban hora y pico haciendo disparos hacía fuera indiscriminados, pero cuando ellos llegaron ya no se escuchaba ningún disparo.

Obsérvese que dicho GEO (cuya declaración han usado los conspiracionistas en alguna ocasión) no fue testigo presencial; y que indiscriminado no significa nutrido, sino que quien los realizaba no deseaba alcanzar específicamente a alguien concreto.

Comprobemos las declaraciones de 28400 en el Juicio:

Ministerio Fiscal: Mire ¿UD escucho de primera mano ese tiroteo?…

Testigo: Sí. Bueno, en cuanto al tiroteo, si, si me preguntaba eh…si era el tiroteo inicial, le digo que no. El tiroteo que se produjo durante nuestra intervención, por supuesto que sí….

El TESTIGO PROTEGIDO 14702, Jefe de los Geos, declaraba exactamente lo mismo. En el Auto De Procesamiento no hace referencia a la primera salva de disparos, que él no escucha, pero sí a la segunda, durante la cual ya se encontraba allá:
 

«Se les intima para que se entreguen, se les hace ver que están rodeados y que no tienen escapatoria y ellos responden con disparos y gritando «que entremos nosotros»»

Y, ya en el Juicio, declara ante el Ministerio Fiscal: 

«Ministerio Fiscal: ¿Que le informaron concretamente?

Testigo: “… que había un piso en la calle Martín Gaite nº40 primera planta, ocupado y estaban […] supuestamente los autores de la masacre del 11M[…] que había habido previamente un, unos disparos, que estaban alertados, una vez que volamos la puerta […] y les conminamos a que salieran […] ellos respondían con algunos disparos aislados…”

Como vemos, hace referencia a «disparos aislados» más que a un tiroteo épico. El resto de los GEOS, por supuesto, escucharon también los disparos, y hacen mención de ellos (Pgs 197-200 del A. Procesamiento)

FUNCIONARIO DEL C.N.P. CON CARNÉ 27.288 (7 de junio de 2004)

«Se identificaron como policías y les dijeron que salieran con las manos en alto, que no les iba a pasar nada. Dispararon desde dentro de la vivienda […] Del interior del piso salían balas, ya que daban en la pared del rellano; no veía los disparos, pero sí los oía perfectamente. Que no pudo distinguir las personas que había dentro, aunque sabe que era más de dos”

 FUNCIONARIO DEL C.N.P. CON CARNÉ 82.354

«… se producen disparos, pero no tenían ángulo directo con ellos. […] el propio declarante dijo si sale alguien que salga desnudo. Siguieron disparando y el jefe dio la orden de gasear”

 FUNCIONARIO DEL C.N.P. CON CARNÉ 75.478

“… Ellos (los moradores) hacen disparos hacia fuera, varios disparos. […]El jefe les conminó a salir y que depusieran su actitud. Ellos siguieron en la misma actitud y dispararon otra vez.”

 FUNCIONARIO DEL C.N.P. CON CARNÉ 81.743

“Se había cortado el gas y eL teléfono. Que otros compañeros había ¡do con un aparato inhibidor de ondas, cree que con el objeto de que no utilizaran el teléfono móvil.

Se les indicó que eran policías y que se rindieran[…] de repente se oyeron unos tiros[…] Que llegaron a disparar unas cinco veces, eran disparos sueltos.”

Vemos que este funcionario, el 81743, da una idea de cuántos disparos hicieron los terroristas en respuesta a las conminaciones de los GEOs. Unos cinco.

El siguiente GEO es el único que haba de «ráfagas», aunque dado el ambiente de humo, ruido, gritos, detonaciones de explosivos, etc, que causaron, sin duda, un gran impacto emocional sobre los presentes, no se pueda afirmar con certeza que las «ráfagas» supongan un gran número de disparos.

FUNCIONARIO DEL C.N.P. CON CARNÉ 63.853 (8 de junio de 2004)

«En el camino les dijeron que eran islamistas peligrosos y que ya se habían enfrentado por la tarde con la Policía. Esperaron a que activaran el explosivo para abrir la puerta y una vez hecho subieron al hall y les oían hablar en árabe y español, les conminaban a salir y ellos les decían que entraran y se oían ráfagas de disparos…”

Tenemos, pues, un retrato de la situación que parece bastante claro. Antes de llegar los GEOs los terroristas habían efectuado algunos disparos, unos ocho o diez. Y después, cuando se decide el asalto a la casa y se intima a la rendición, se escuchan otros, que pueden ser unos cinco o seis. En resumen, es razonable pensar que se dispararon unos quince tiros, más o menos, en varias horas de intervención.

y ¿Cuántas vainas se encontraron? Según el  Auto de procesamiento (Pg 170):

… Muestra n° 42.- Dos cartuchos del calibre 12/70 y una vaina percutida del 12/70 percutir y una vaina de 9 mm Parabellum, y otra del mismo calibre partida por la mitad. (Encontrado en el interior de la piscina)

…Muestra n° 45.- Vaina del calibre 9 mm. Parabellum.

…Muestra n° 67.- Vaina percutida y deformada.

Cinco. ¿Es razonable? ¿Es poco? Recordemos que pocos minutos antes se ha producido una explosión, con más de 30 kg de dinamita, que produjo una terrible destrucción. No parece difícil que algunos cartuchos pudieran quedar destrozados, enviados a decenas de metros de distancia o sepultados bajo toneladas de escombro. No parece imposible, por otro lado, que algunas vainas quedasen sin encontrar bajo los restos del edificio, pues evidentemente la prioridad no era encontrar vainas vacías. Recomiendo ampliar información sobre este punto en las FAQs de Desiertos Lejanos, y traslado aquí una de sus preguntas, para dirigir a un ingeniero, cuyos conocimientos matemáticos le permitirán, sin duda, saber de qué estoy hablando:

Don Luis… ¿Sabe, con base en esta información y un modelo de lo que debe ocurrir después de una explosión, cuántas vainas deberían haber sido recuperadas? Si no lo sabe usted–y es evidente que no lo sabe– no puede afirmar de ninguna forma que el número de vainas encontradas es “poco”. ¿Qué quiere decir poco? ¿Dónde están los criterios objetivos para determinar que ese número es poco? ¿Alguien ha calculado que el número de vainas debería estar entre X y Y, con una probabilidad de, digamos, 98%, y que el número de vainas encontrado es mucho menor que X? Repetimos, no, nadie lo ha calculado.

Como vemos, la afirmación de que se produjo un «nutrido tiroteo» (expresión utilizada por los conspiracionistas durante todo este tiempo aunque, gato escaldado, Del Pino no la utiliza en sus «21 preguntas«) con «subfusiles» y la insinuación de que las vainas encontradas eran tan pocas que hacían pensar en gato encerrado no parte de los testigos interrogados por Del Olmo ni del Auto de Procesamiento. Menos aún de la Audiencia Nacional, que se limita a relatar (Pg 190):

«En el piso quedaron Abdennabi Kounjaa, Rifaat Anouar Asrih, Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, Jamal Ahmidan, Mohamed Oulad Akcha, Rachid Oulad Akcha y Allekema Lamari, quienes, alertados de la presencia policial comenzaron a disparar por lo que se desalojó a los vecinos.«

El Tribunal Supremo repite el relato de los hechos que encontramos en la Sentencia de la Audiencia Nacional, sin aportar nada nuevo.

Por lo tanto ¿de dónde vienen las versiones que hablan de un Armaggedon en Leganés? Sin duda de la prensa, siempre tan exagerada, pensarán ustedes.

Y pensarán mal, pues por una vez no es culpa de los periodistas. «El País» publicaba al día siguiente del suceso diversos testimonios de testigos:

«Los vecinos de las casas colindantes comienzan su relato con un tiroteo pasadas las seis de la tarde, que pudo escucharse en toda la calle… Concha…Oyó tiros y pensó que eran petardos.»

Con petardos se confunden disparos más o menos aislados, no la Segunda Guerra Mundial. Tampoco «El Mundo» (4-4-2010, enlace no disponible) en estos primeros momentos jugaba al conspiracionismo:

Cuando los vecinos del inmueble en el que se refugiaban los terroristas escucharon los gritos de la policía, se dieron cuenta de que los petardos que creían haber oído unos segundos antes eran disparos.

Sin embargo, en días sucesivos, «El Mundo«, con Casimiro García Abadillo en cabeza ¡cómo no!, comenzó a insinuar que había habido una refriega apocalíptica, lo que ya hemos visto que no se correspondía con la realidad. Para ello se basaron también en algunos informes policiales, supuestamente consultados por el propio Casimiro y Del Pino, que no han sido añadidos al Auto de Procesamiento, por lo que es de suponer que serán de calidad inferior a los que sí se han añadido… o serán mentira, directamente, como muchos de los «informes» de Luis del Pino.

Del Pino, para entonces muñidor veterano de MENTIRAS e INVENCIONES, recoge el guante y va elaborando, alrededor de los datos conocidos sobre el suicidio del comando terrorista, una verdadera Leyenda que culmina en el Enigma 18 donde los hechos son narrados con expresiones como…

…se produjo un larguísimo intercambio de disparos entre la Policía y los terroristas…

…árabes que profieren cánticos guerreros mientras disparan ráfagas de metralleta por la ventana…

…se producen intensos intercambios de disparos entre los habitantes del piso y las fuerzas policiales …

…Esos subfusiles tienen cargadores de 34 cartuchos y una cadencia de fuego de 550 disparos por minuto…

…¿Dónde están las numerosísimas vainas que hubieran debido quedar después de dos horas de intercambio de disparos …

Comparen, comparen, y juzguen quién es el verdadero «Enigma» aquí.

Y continúen leyendo la séptima, y última, entrada.

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1 Las alicaídas pretensiones conspiracionistas en este punto fueron alimentadas a última hora por un baile de cifras en una corrección del Tribunal de la Audiencia Nacional, que al subsanar un desliz cometió otro, volviendo a afirmar que dicha tarjeta había sdo utilizada para despedidas. Tal error, de nula trascendencia, ni siquiera fue reparado.

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