LA CIENCIA CONSPIRACIONISTA.-(3-b) EL «LAVADO» DE LAS MUESTRAS»

LA CIENCIA CONSPIRACIONISTA.-(3-b) EL «LAVADO» DE LAS MUESTRAS»

Es el momento de volver atrás y recordar que Alfonso Vega había puesto sobre la mesa que la existencia de sulfato amónico y fosfato de ácido de amonio -muy solubles en agua- indicaban que la muestra 6-12-A (trozo de tela) no había sido lavada en su totalidad. Gómez Bermúdez, en todo caso, no lo había olvidado:

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: … ¿Están todos de acuerdo en que si aparece sulfato amónico no han podido ser lavadas?

PERITOS: Sí. [varios peritos, no todos].

MINISTERIO FISCAL (ZARAGOZA): ¿Están de acuerdo?

PERITO CARLOS ROMERO: Pero… pero en la única muestra, en la M1, eh? en la M1.

MINISTERIO FISCAL (ZARAGOZA): Y en la M 6-12 A.

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: Hay alguna… la pregunta.

PERITO CARLOS ROMERO: La M 6-12 A no tiene… Es que el polvo de extintor es el que tiene el sulfato amónico y el fosfato de ácido de amonio. Es decir, por tanto, es un componente de los polvos de extintor

MINISTERIO FISCAL (ZARAGOZA): ¿Y por qué aparece?

PERITO CARLOS ROMERO:… que no ha estado presente cuando se produce la explosión ¿entiende? Yo entiendo, yo personalmente, no sé si los demás compañeros lo suscriben, que cuando se produce la explosión esa muestra estaba dentro del extintor. Es decir cuando, alguien, quien sea, ve un foco encendiéndose [sic] va con el extintor y apaga…

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: Ya; pero no le está preguntando ahora eso, ahora le está preguntando sobre la 6-12- A, que es un trozo de bolsa azul del coche 241 del tren del Pozo. ¿Ahí aparece, según acaban de exponer, sulfato amónico e hidrógeno fosfato amónico, y están todos de acuerdo en que eso no ha podido ser lavado porque no aparecerían esos componentes?

PERITO CARLOS ROMERO: Hombre, si le han aplicado, efectivamente, un polvo de extintor, también para apagarlo, pues también puede ser que aparezca.

Presten atención, amigos, porque tenemos aquí otra muestra del fecundo -y facundo- ingenio conspiracionista: Alfonso Vega dice que, por haber encontrado sulfato amonio y fosfato amónico de hidrógeno en la muestra 6-12-A no pudo haber sido “lavada”  por la perito mientras hacía los análisis de 12’30 a 14’00 del 11 de marzo de 2004.

Carlos Romero no discute la alta solubilidad de esas sales en agua, pero defiende que la muestra fue “lavada”, y que esas sustancias provienen de polvo de extintor con el que alguien roció la muestra 6-12-A -posiblemente por presentarse un incendio-; evidentemente, después del “lavado” de la perito.

La conclusión es que alguien, después de los análisis de la perito, y antes de su entrega para la Pericial de explosivos de 2007,  roció con un extintor la muestra M-6-12-A. Presumiblemente por un incendio en los mini-polvorines TEDAX.

Hombre, no digo yo que sea imposible un incendio en los polvorines TEDAX, pero sacarse de la manga uno para no reconocer que la perito 17632 no lavó la muestra 6-12-A, es para Matrícula de Honor en la licenciatura de Excusas  y Escaqueos.

Y ¿qué decir de la otra intervención de Romero? Está de acuerdo con que la presencia de sulfato de amonio y de fosfato amónico de hidrógeno indica que las muestras no fueron lavadas… sólo si hablamos de la M-1. La Irreductible, nuevamente. Coherencia, ante todo.

Y, a preguntas de Gómez Bermúdez, que quiso centrar la cuestión…

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: Sí, sí, sí pero entonces la explicación… Vamos a ver, señores peritos. Entonces, la explicación puede ser que se haya aplicado polvo de extintor sobre ese objeto; en este caso, una bolsa, pero ¿no ha sido lavado o si ha sido lavado? Que es lo que estamos planteándonos.

PERITO CARLOS ROMERO: Hombre… Para nosotros, Señoría, si viene documentado con un escrito del TEDAX diciendo que han lavado todas las muestras entendemos que mientras no se nos aclare… y hemos pedido aclaración y hemos pedido que incluso…

Al argumento químico de Alfonso Vega aún no se ha respondido; una y otra vez los peritos conspiracionistas vuelven a enarbolar el famoso escrito de los TEDAX -que ya hemos visto que no dice lo que ellos afirman (Pg 15), y que amenazan continuamente con encontrar pero nunca hallan– y ahora añaden un nuevo argumento: la conservación de las “aguas de lavado:

PERITO CARLOS ROMERO: Pero hemos solicitado -Sí, señoría, perdone y disculpe- Nosotros hemos solicitado por activa y por pasiva…

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: Sí, sí ya le he oído.

PERITO CARLOS ROMERO: …tener entrevistas con las personas que habían hecho las analíticas para que nos dieran las aguas de lavado y las acetonas que habían lavado. Nosotros entendemos, como técnicos que somos, que todos los lavados de dilución, para obtener unas analíticas, lógicamente alguien las tiene que haber hecho. Lo ha hecho bien, nosotros no ponemos en duda la profesionalidad de nuestra compañera -digo química, no compañera del cuerpo porque nosotros no somos del cuerpo, somos del cuerpo químico, y profesionales químicos- y entonces no ponemos en duda la ejecutoria que ha hecho. Lo que sí que ponemos en duda es que no se nos hayan aportado las aguas del lavado…

Recordemos que para responder a las cuestiones que plantea el Tribunal –analizar las muestras de explosivo intacto mediante análisis cuantitativos y cualitativos; análisis cualitativos de las muestras de los distintos focos de las explosiones para tratar de identificar los componentes del explosivo usado; y estudiar la posibilidad de que las trazas de metenamina halladas en algunas muestras hayan sido generadas en el cromatógrafo- no es necesario conocer los análisis anteriores, y menos interrogar a  la perito nº 17632.

En el fondo, por más que Romero lo niegue, en esa especie de excusatio non petita del párrafo anterior subyace el ánimo inquisitorial de arrojar una mancha en el crédito de la inspectora química TEDAX. ¿Cómo, si no, entender que se hable de “la compañera”, señalando inequívocamente a la perito TEDAX, mientras nadie se plantee, por ejemplo, pedir las aguas de lavado” de la M-1 a Alfonso Vega… y a Escribano?

Pero hay otro punto de interés aquí que necesita una explicación para profanos.

Una muestra, pongamos un clavo, una gasa, algodón, una tierra, etc, no se puede meter tal cual en un aparato de análisis químicos. Necesitamos arrancar los restos -por ejemplo, de explosivo- que se hayan depositado en la superficie del tornillo, del algodón, o mezclado con la tierra. Por lo tanto, se disuelven esas impregnaciones en una solución diluyente; agua, para inorgánicos; metanol o acetona, para orgánicos. Anotemos, de paso, que difícilmente se puede llamar con propiedad a esto un «lavado«, puesto que lo que obtienes no es suciedad que vas a desechar, sino un producto que es, precisamente, lo que te interesa.

El resultado final es una mínima cantidad de líquido (a veces no llega a 1 cc) que se puede meter en el analizador. Además, según explicó la perito, la muestra así analizada queda alterada en su composición (por calor, o por haberse añadido algún catalizador o algún marcador que permita identificar la sustancia disuelta) por lo que repetir el análisis daría diferente resultado. Uno de los pilares del método científico es la Reproductibilidad, o capacidad de un experimento de obtener los mismos resultados siempre que los procedimientos efectuados sean los mismos. Pero, en este caso, como ya advierte la perito 17632, el experimento no es reproductible con la misma muestra; deberá tomarse otra porción del resto. Queden, sin embargo, con el concepto de Reproductibilidad, que veremos más adelante lo que los conspiracionistas entienden por ello, o mejor dicho, cómo cree Iglesias que se llama a la reproductibilidad.

Todo esto lo explicó repetidamente la perito, como ya he dicho, y también que ella suele utilizar muy poco líquido para diluir (lo cual permite ahorrar tiempo y material de estudio, dicho sea de paso). También dijo más de media docena de veces que NO “LAVABA” TODAS LAS MUESTRAS, pero de nada sirvió. De hecho se puede comprobar, leyendo las transcripciones, que la actitud conspiracionista fue de absoluto desprecio a la historia de la perito.

O sea… Los peritos conspiracionistas, según ellos, pidieron “por activa y por pasiva” entrevistarse con las “personas” (léase la perito TEDAX) que habían hecho las analíticas. Cuando la tuvieron delante, no hicieron el más mínimo caso a sus declaraciones; no es sólo que no la creyeran, es que ni siquiera intentaron rebatir con pruebas o argumentos su historia; no pasaron del «tengo un documento donde lo dice, que mostraré cuando no mire nadie«.

Volviendo a las “aguas de lavado”, la insistencia de los peritos conspiracionistas en que «se deberían haber guardado» me mueve a otra reflexión. Pequeño excurso:

Independientemente de que, coloquialmente, se utilice en los laboratorios la expresión “lavar las muestras” para referirse al proceso de extracción de las muestras mediante vía húmeda, el concepto, y las técnicas en sí, son diametralmente opuestas.

Se lava algo que está sucio, y se hace para extraer y eliminar dicha impureza. Lógicamente, cuanto más producto diluyente de limpieza se use, mejor, y habitualmente el resultado del lavado es una muestra purificada, por un lado, y un desecho que se tira. Sin embargo, puede resultar útil, o necesario, guardar las “aguas de lavado”; por ejemplo si se desea conocer el origen de la impureza, o se desea conocer la composición de la muestra primitiva para realizar un contraanálisis.

En cambio, si el producto a analizar son muestras (por ejemplo restos de explosivos) depositadas en otro material (como unos tornillos) interesa usar muy poca cantidad de diluyente (agua o acetona, por ejemplo) para que el explosivo esté lo suficientemente concentrado como para que los aparatos lo detecten con facilidad. Ello presentará ventajas adicionales en ahorro de tiempo, materiales reactivos y energía para calentar las muestras. Y, si se tiene la precaución de actuar sobre una porción pequeña del material, (por ejemplo un sólo tornillo, o un fragmento de la bolsa de tela) resulta absurdo guardar sistemáticamente “las aguas de lavado”, como exigían los peritos conspiracionistas. Cualquier contraanálisis será siempre mucho más útil en una muestra sin tocar que en unas “aguas de lavado” que ya han sido alteradas por el análisis realizado (como ya he dicho antes, el experimento no es reproductible en las condiciones que pretenden imponer las lumbreras conspiracionistas . Y si lo que se sugiere es que existen dudas sobre si la perito hizo los análisis, y con las “aguas de lavado” podría comprobarse que, realmente, se llevaron a cabo, resulta ingenuo pensar que una persona que finge haber unos análisis falsos en un atentado terrorista guardaría unas “aguas de lavado” sin falsificar.

De modo que, en realidad, las “aguas de lavado” no tienen ninguna utilidad en el trabajo día a día de la perito inspectora TEDAX. Basta con guardar muestra sin tocar, como explicó reiteradamente que se hacía. Pero, en cambio, tal vez sí tengan sentido en el trabajo cotidiano de los peritos conspiracionistas. Ninguno de ellos era experto en explosivos, pero sí lo eran en plásticos -Gabriel Moris y Antonio Iglesias- o en Medio Ambiente -Carlos Romero-; materias éstas en las que la eliminación de impurezas y los lavados necesarios son asuntos de primerísimo orden.

En resumen: el empecinamiento con el que se condujeron los peritos conspiracionistas respecto al guardado de las “aguas de lavado”, y la propia utilización de un término tan cazurro, tal vez no se deba sólo a una toma de actitud política –que también- sino, además, a pura y simple ignorancia de la metodología de la extracción de muestras de explosivos en los laboratorios de las distintas policías.

Se objetará, con motivo, que de ser así, tiempo tuvieron para explicarles sus colegas de pericia cómo se realizaban las cosas en los laboratorios de análisis de explosivos.

Pero, en realidad, ¿cómo sabemos que los peritos de la Policía y la Guardia Civil no trataron de ponerlo en claro? Tras la entrega de los videos de la pericia a la AAVV-11M se publicaron algunos momentos de la grabación en los medios conspiracionistas, pero no creo que nadie medianamente informado de la manera de trabajar de los medios conspiracionistas piense que no fueron objeto de un cuidadoso proceso de selección para publicar sólo los que convenían a sus fines.

Sabemos que la perito no guardaba los productos de extracción, una vez analizados…

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: ¿Y existen esas aguas, señora perito?

PERITO INSPECTORA TEDAX Nº 17632: Esos extractos, esas disoluciones, se emplean en la analítica que se realiza.

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: O sea, quiere decir que se agotan ahí, desaparecen, no…

PERITO INSPECTORA TEDAX Nº 17632: Efectivamente.

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: …¿no guardan una muestra pera un contraanálisis? Para un análisis…

PERITO INSPECTORA TEDAX Nº 17632: No, de eso no, porque se hacen esas disoluciones, esos extractos precisamente para realizar las analíticas.

Sabemos que –según declaró- ésa era su manera de proceder habitual, y desde luego no se han presentado pruebas de que, en más de veinte años de trabajo, haya hecho otra cosa.

También sabemos que la Guardia Civil –según declaró Ferrando, y su compañero Atoche no le corrigió- actúa de la misma forma (Minuto 1:50 40 de la grabación):

PERITO GUARDIA CIVIL FERRANDO: Yo quiero decir que, nosotros, en el laboratorio nuestro de la Guardia Civil, entendemos que la práctica que ha efectuado la perito de los Tedax es normal y correcta; porque, nosotros, cuando recibimos una muestra de gran volumen que no podemos introducir en un vaso de precipitados para poder proceder a un lavado, lo que procedemos es a recortar una parte y sobre esa parte hacer los análisis; y ya, desecharlo, guardando el resto sin lavar. Y creo que también que el hecho de que aparezcan los componentes amónicos del polvo de extintor es un claro indicio de que la muestra no ha sido lavada porque está claro que desaparecerían al lavarla.

Resulta interesante escuchar esta intervención de Ferrando en la grabación, porque no se produce de manera espontánea, sino siguiendo a dos comentarios de Romero y Moris, en los que argumentan que en la pericia sí se guardaban las “aguas de lavado”:

PERITO CARLOS ROMERO: Señoría, nosotros tenemos guardados en toda la pericia todas las…

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: Sí, sí pero bueno; lo que ustedes hayan hecho no es ahora objeto de… Se trata de lo que se hizo, no de lo que usted haya hecho.

PERITO CARLOS ROMERO: No, perdón, perdón.

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: ¿Sí?

PERITO GABRIEL MORIS: No, iba a decir lo mismo que acaba de decir el compañero.

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: Ya, ya pero el que ustedes lo hayan hecho así, bien, el tribunal valorará, pero se trata de que no se hizo según dice la perito.

Dicho sea de paso, me hubiera extrañado que no se guardaran las “aguas”, con la “paliza” que dieron los conspiracionistas. De la misma manera, no me extrañará que muchos laboratorios, a partir de la repercusión mediática de los ataques conspiracionistas contra la Inspectora TEDAX y los peritos oficiales, guarden todo tipo de “aguas” que salgan -por cualquier conducto- del recinto físico del laboratorio… .

Resultaría interesante saber si las “aguas” de la pericia se guardaron por común acuerdo de los ocho peritos, porque creían que esa es la manera de proceder correcta, o más bien gracias a la insistencia de los conspiracionistas. Como en la Guardia Civil no se hacía de esa manera, pues se desechaba la parte analizada (cuenta Ferrando) parece lógico pensar que ellos no veían mayor interés en hacerlo; y, aunque no tenemos indicios de la opinión de los peritos de la Policía en este punto, parece razonable pensar que, pues defendieron el trabajo de la inspectora, aprobaron también su metodología de trabajo, o al menos no vieron en ella errores graves (como hubiera sido, sin duda, lavar TODAS las muestras).

En resumen, es muy posible que los peritos oficiales no hubieran considerado necesario guardar las “aguas de lavado”, y se actuara de esa manera por consejo –o aún exigencia- de los peritos conspiracionistas.

El motivo de que los peritos oficiales accedieran a ésta y a otras exigencias de sus colegas conspiracionistas –como la ambigüedad en el informe pericial a la hora de reconocer que algunas de las muestras pudieron ser lavadas en su totalidad, cuando no existían pruebas de ello- puede estar en el deseo de llegar a firmar un informe pericial consensuado por todos los peritos.

Volvamos a hacer un pequeño inciso.

Efectivamente, según las declaraciones de Iglesias –adornadas según su particular visión de las cosas, claro- los expertos de la Guardia Civil ofrecieron a los peritos conspiracionistas la firma de un informe conjunto. También, según “Titadyn” y otras entrevistas concedidas por Iglesias y Romero, los Peritos de la Policía –Alfonso Vega sobre todo, como Director de la Pericia- estaba interesado en ese informe conjunto.

No existe evidencia de que las conversaciones entre los peritos conspiracionistas y los oficiales fueran tal y como las relatan Iglesias y Romero, y ni siquiera de que los peritos de la Guardia Civil mantuvieran teorías próximas a las de ellos. Todo lo contrario: no sólo en el informe final aceptaron la teoría de que se había producido una contaminación involuntaria de las muestras, sino que respondieron afirmativamente a la pregunta de Gómez Bermúdez en ese sentido y, lo que es más, intervinieron en el Juicio (son los peritos “V” P-6 y “Z” P-8) defendiendo ardorosamente la contaminación de las muestras.

Juzgue el lector si tan decidida intervención a favor de una teoría cuadra con la sugerencia de Iglesias de que se vieron obligados a cambiar de opinión por “presiones” de los mandos. De hecho, en realidad existen dos versiones de este tema en los medios conspiracionistas; según la primera de ellas, presente en las entrevistas a Romero e Iglesias, los peritos (sobre todo la Guardia Civil) mostraban al principio opiniones marcadamente contrarias a la Versión Oficial, y sólo muy avanzada la pericia -se sugiere que por presiones de la superioridad- cambió su postura. Según la segunda versión -muy patente en el libro «Titadyn» y los artículos de «El Mundo« en respuesta a la filtración de los videos de la pericial– los peritos oficiales mantuvieron una actitud cordial hacia sus compañeros de pericia mientras no apareció ninuna anomalía y se pusieron muy nerviosos al descubrir dinitrotolueno, sin necesidad de esperar instrucciones del exterior.

Parece razonable sospechar, a la luz de ésto, que estas «presiones de los superiores» no son más que otra patraña conspiracionista. Sin embargo, sí que pudo existir un deseo, por parte de los peritos oficiales, y sobre todo del Director de la Pericia, de llegar a un documento con conclusiones comunes.

Ello explicaría la indefinición de los peritos oficiales, en el informe pericial, sobre el “lavado de las muestras”; pese a que no existe ninguna prueba de que se haya hecho así, admiten la posibilidad de que algunas de las muestras hayan sido “lavadas” íntegramente, aunque expresan objeciones a que lo hayan sido todas, Es decir, quizás trataban de ceder terreno para encontrarse “a mitad de camino” y consensuar el informe.

Nótese que Iglesias y los demás peritos conspiracionistas presentan esta posibilidad -la de los peritos de la acusación y la defensa acercando posiciones hasta un punto de encuentro común- como algo inmoral. Lo cierto es que no es así. La discusión entre expertos y las reuniones de consensos han demostrado mayor grado de acierto que las opiniones individuales de los científicos.

Volvamos ahora a la declaración de los peritos.

MINISTERIO FISCAL(ZARAGOZA): Sí, ¿Están ustedes de acuerdo en eso? La presencia de sulfato amónico y fosfato amónico demuestra que no ha sido lavada. Luego hay otras muestras [de los focos] distintas de la M1 que no han sido lavadas o que no han sido tratadas con agua y acetona y que no tienen nitroglicerina ¿Es así?

[…]

Perito ANTONIO IGLESIAS: Creo, Señor fiscal que no se pueda [….] extender su razonamiento, que en principio es correcto, a todas las muestras, porque según el soporte visual que ofrezca cada muestra, a un perito con buen criterio le puede hacer pensar que esa muestra es lavable o no lavable. Todas las muestras metálicas parece lógico que se quieran someter a un tratamiento de agua y acetona porque de ellas se puede extraer algo de materia adherida, eh? Entonces vuelvo a lo de leer entre líneas, excepcionalmente es muy posible que haya dos muestras no lavadas y el resto sí hay que inferir que fueron lavadas. Absolutamente.

Iglesias se supera por momentos. Concede que el razonamiento del Ministerio Fiscal (en realidad de Alfonso Vega) es correcto; es decir, que la presencia de sulfato amónico y fosfato amónico en determinadas muestras demuestra que no han sido lavadas.

Pero, como ya habrán previsto quienes sigan esta serie, nuestro gozo en un pozo: según Iglesias no se puede extrapolar esta conclusión a todas las muestras (en el mundo conspiracionista, a todas las muestras que no sean la M1) ¿Por qué? ¿Qué descubrimiento ha hecho Iglesias de mayor fuerza probatoria que el hallazgo de dos sustancias que no deberían haberse encontrado de haberse tratado una muestra con agua?

Pásmense: el aspecto visual del soporte de la muestra. Según Iglesias, las muestras metálicas invitan a ser lavadas y, al parecer, en su totalidad, dado que de eso acusan a la perito nº 17632. Por lo tanto, concluye, todas las muestras han sido lavadas menos dos que, excepcionalmente, no lo han sido.

Si ya resulta ridículamente carente de base científica el argumento de que el aspecto metálico le pone y le incita a lavar toda la muestra, cerrar la declaración con un campanudo “absolutamente” es disparatado.

Y no dejó de apreciarlo el Fiscal, que intentó nuevamente profundizar en los argumentos de Iglesias, permitiendo así una nueva exhibición de lógica conspiracionista.

MINISTERIO FISCAL (ZARAGOZA): ¿Por qué razón? ¿Por qué razón infiere usted que todas han sido tratadas con agua y acetona?

Perito ANTONIO IGLESIAS: Primero porque el informe del informe que recibimos habla de todas las muestras; bueno, estamos ya concediendo que haya dos no lavadas, o admitiendo, razonando, que haya dos no lavadas, pero ya de inferir que haya dos no lavadas, o admitir que haya dos no lavadas al resto, pues no.

Recapitulemos: Tenemos un informe que no encontramos, pero que dice que TODAS las muestras han sido lavadas [mentira]. Como nos interesa defender que una de ellas no lo ha sido, nos inventamos que hay que leer entre líneas que una de las muestras no esta lavada. Estamos obligados a reconocer que otra de ellas tampoco lo ha sido, porque se trata de una muestra de tela y por su aspecto parece no haber sido humedecida en su totalidad, pero no estamos dispuestos a reconocer que haya más muestras no lavadas, digan lo que digan los análisis químicos, porque ya hemos hecho demasiadas concesiones.

¿Demasiadas concesiones?

¡Ah, la Ciencia Conspiracionista!

Unos momentos después (01:53:03) interviene Carlos Atoche:

PERITO GUARDIA CIVIL CARLOS ATOCHE: Una pequeña apreciación que me gustaría hacer. En química orgánica no se pueden hacer lavados selectivos. No podemos lavar con agua y acetona y eliminar la nitroglicerina dejando el nitroglicol y dejando el DNT, si consideramos que esos componentes explosivos proceden del foco. Según la realidad yo creo que ningún compañero me la podría refutar. Entonces, ahí queda ese hecho …

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: O sea que si se lava…

PERITO GUARDIA CIVIL CARLOS ATOCHE: Entonces sí sería una tesis más para admitir la teoría de la contaminación. Si yo lavo con acetona, si me llevo la nitroglicerina me llevo el nitroglicol, no me vale que se quede el nitroglicol y el DNT y pensar que me he podido llevar la nitroglicerina. Ése no es un razonamiento químicamente correcto

Atención a lo dicho por Atoche, que tiene dos partes, a cuál más interesante:

?    No se pueden hacer “lavados” que eliminen el nitroglicol y no la nitroglicerina

?    Si, efectivamente, se hubieran “lavado” todas las muestras, la aparición de nitroglicol sin nitroglicerina en muchas muestras de los focos no podría achacarse a lavados selectivos, sino a contaminación posterior.

Por supuesto, Antonio Iglesias no estuvo de acuerdo:

JUEZ GÓMEZ BERMÚDEZ: ¿Están de acuerdo en eso?

Perito ANTONIO IGLESIAS: No. Depende de las cantidades relativas que hubiera de cada sustancia y de la cantidad que se haya empleado para el lavado. Los lavados no son cuantitativos y tampoco se sabe la cantidad relativa de cada una de estas sustancias orgánicas que hay, entonces no estoy de acuerdo en esta apreciación porque no sabiendo si he utilizado un cen… un milímetro, perdón, un centímetro cúbico, dos, tres, cuatro, diez, para lavar una muestra ni sabiendo de qué tamaño es esa muestra de que hablamos, hablar en estas condiciones generales y extraer conclusiones absolutas es inadmisible.

Un pequeño inciso para que anotemos nuevamente la camaleónica transformación del pensamiento de Antonio Iglesias, capaz en pocos segundos de pasar de considerar absoluta la posibilidad de que se hayan lavado las muestras porque parece que algunos soportes invitan a hacerlos a declarar inadmisible la posibilidad de extraer conclusiones si desconocemos tamaño de muestra o composición relativa. Lo cual, como ya veremos, no le impedirá a él dictar conclusiones «irrefutables» a más y mejor cuando le pete.

Pero pasemos a analizar los dos argumentos que da Iglesias:: la cantidad relativa de cada sustancia (en este caso, nitroglicerina, DNT y nitroglicol) que hay en la muestra a analizar, y el  tamaño de la propia muestra.

Es suficiente con pensar un poco para desmontar el razonamiento de Iglesias: empezando por su segundo argumento, el tamaño de la muestra no influye en la velocidad relativa de desaparición de una sustancia respecto a otra. Es decir, si el nitroglicol y la nitroglicerina son, por ejemplo, igualmente solubles en agua y acetona, da lo mismo que la muestra sea más o menos grande: la velocidad relativa de desaparición de una respecto a la otra no cambiará significativamente.

Poniendo un ejemplo deportivo, en una carrera de Formula 1 entre un vehículo que circula a 240 km/h y otro que lo hace a 160 km/h, la longitud de la carrera no influirá en el resultado final. De no haber otras condiciones que juegue a favor del lento (aceleración inicial, accidentes, roturas de motor, etc) el vencedor será el mismo, sea cual sea la distancia a recorrer.

En cuanto a la otra objeción planteada por Iglesias, ciertamente el desconocimiento de las cantidades de cada sustancia al inicio del “lavado” puede impedirnos sacar conclusiones; la aparición de nitroglicol podría ser debida a que la muestra era muy rica en ese compuesto. En nuestro ejemplo de los Formula 1, si el vehículo más lento parte muy por delante del más rápido, puede llegar antes a la meta si la carrera es corta.

Ahora bien: Iglesias oculta tramposamente que no se discute la posibilidad de encontrar «cualquier» explosivo indeterminado, sino que se debate entre dos o tres, y concretamente los conspiracionistas apostarán claramente por Titadyne, cuya composición es perfectamente conocida. Así lo dijo Carlos Atoche:

PERITO GUARDIA CIVIL CARLOS ATOCHE: Recuerdo que el explosivo que parece que estamos tratando es la Titadyne, que tiene proporciones iguales que nitroglicerina y de nitroglicol.

A lo que apostilló Iglesias:

Perito ANTONIO IGLESIAS: En un foco esas proporciones se distorsionan después de la explosión.

Y es cierto, aunque no en el sentido en el que lo dice el perito conspiracionista, que lo único que pretende es, al parecer, descalificar el argumento de Atoche.

Tras una explosión desaparecen algunas sustancias del explosivo, y en el resto quedan modificadas las cantidades relativas, impidiendo así que se pueda conocer con seguridad la marca de un explosivo detonado. Curiosamente los conspiracionistas han pasado a defender cínicamente lo contrario, culpando a Sánchez Manzano y la perito TEDAX de no remitir las muestras a la Policía Científica, donde -según ellos- hubiera sido posible conocer la marca comercial.

Sin embargo, la desaparición de las sustancias no es al azar; sigue un patrón que los expertos en explosivos -quizás Iglesias no- conocen bien.

Es inverosímil que en una muestra de Titadyne detonado desaparezca toda la nitroglicerina y no el nitroglicol. De hecho, los peritos de la Guardia Civil intentaron mostrar cromatografías de explosivos detonados para demostrarlo, pero el juez Gómez Bermúdez no lo permitió, para no causar indefensión en los acusados.

El bloque dedicado a la preparación de las muestras, lo que los conspiracionistas llamaron “el lavado” se cerró con la enésima confirmación de que la perito no “lavaba” todas las muestras ni lo hacía en su totalidad:

PERITO INSPECTORA TEDAX Nº 17632: Yo quiero aclarar que todas las muestras se lavan, lo cual no significa que en su totalidad, cada muestra en su totalidad, no se haga una porción en algunos casos cuando puede ser, lo he explicado esta mañana pero si no ha quedado suficientemente claro lo vuelvo a explicar. Cuando hay cantidad suficiente puede utilizarse una parte y lo he dicho que por seguridad por si acaso se me cae, se estropea ese… esa extracto, yo tengo que tener más muestra en caso de necesidad. Si no hay ningún incidente y esa muestra se analiza y da positivo, yo no sigo lavando, extrayendo más muestras, sino que simplemente las dejo.

«You see, but you do not observe» (“Usted ve, pero no observa”) (Sherlock Holmes a Watson, en «A Scandal in Bohemia«)

El conspiracionista oye, pero no escucha

El que tiene oídos para oír, oiga” Mateo 13:9.

Dios no llamó por ese camino a los conspiracionistas…

Paramos ahora. El siguiente bloque será dedicado a la metenamina.

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2 respuestas a LA CIENCIA CONSPIRACIONISTA.-(3-b) EL «LAVADO» DE LAS MUESTRAS»

  1. Sembradoresdedudas dijo:

    Siempre me hago una pregunta: ¿ Sería algún conspiracionista capaz (peones negros ,luis del pino ect)de entrar a este blog y leer todos los post y diseccionar cada uno de ellos? .Creo que es imposible.Se asustarían.Buen trabajo.

    Un saludo.

  2. Pingback: LA CIENCIA CONSPIRACIONISTA.-(4)-METENAMINA | Desiertos Lejanos

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