Conspiracionismo – Un análisis metodológico

Toda teoría conspirativa comienza con un principio básico: el crédulo, al que llamaremos conspiracionista, se convence previamente de una verdad dogmática, que invariablemente coincide con deseos, temores y prejuicios propios, que suelen ser profundos e intensos. Es decir, el conspiracionista confunde la realidad con sus deseos. Formulemos entonces el Primer Principio de la Conspiracionismo:

1.Convencimiento previo de una verdad dogmática

Cómo llega a este convencimiento previo sería materia de una interesante tesis sobre psicología, aunque por supuesto cada teoría conspirativa tendrá motivaciones distintas. Carl Sagan, por ejemplo, apuntaba sagazmente –si se me permite el calambur– que los extraterrestres habían venido a sustituir en la imaginación popular a los íncubos en los que ya nadie, en el siglo XX, podía creer racionalmente: ambos expresarían los mismos miedos arquetípicos, la misma capacidad fabuladora, cubriendo la misma necesidad psicológica.

Alguno objetará, con razón, que con el Primer Principio me estoy olvidando de otro tipo de conspiracionista: no el crédulo sino el cínico, el que miente a sabiendas, el que pergeña toda una teoría delirante sabiendo perfectamente que es falsa. Concedamos que existe este individuo, pero reconozcamos también que es poco interesante y menos frecuente de lo que parecería: muchos charlatanes están convencidos en algún grado de que sus supercherías son verdaderas. Y además, es mucho más apasionante el estudio del autoengaño que el de la mentira.

El hecho es que, una vez convencido, el conspiracionista utiliza todos los recursos posibles para autoconvencerse aún más de que tiene razón. Cierra las puertas al espíritu crítico, hace oídos sordos a las evidencias contrarias, por abrumadoras que sean, cancela el sentido común y se dedica a frecuentar sólo las fuentes «confiables», que son por supuesto las que apoyan la teoría conspirativa. En particular, su valoración de los indicios será altamente selectiva, dando una importancia extraordinaria, sobrevaluada, a aquéllos que parecen apoyar su teoría, por más tenues que éstos sean (y necesariamente son tenues, ya que si no lo fuesen la teoría conspirativa dejaría de serlo y se convertiría en una teoría seria y respetable), al tiempo que se devalúan o de plano se ignoran los que impugnan o refutan la teoría. Enunciemos el Segundo Principio de la Conspiracionismo:

2. Valoración diferencial de indicios según su adecuación a la idea preconcebida

No puedo enfatizar suficientemente este punto. La valoración diferencial de indicios es el núcleo de toda teoría conspirativa que se respete. Por ejemplo, digamos que estamos empeñados en demostrar que la bomba no detonada del 11-M, la famosa «mochila de Vallecas», es en realidad un señuelo. Es importante entonces buscar cualquier nimia diferencia entre dicha mochila y lo que se sabe sobre las bombas que sí estallaron, y darle la máxima importancia a dicha diferencia, mientras que se silencian las similitudes y las opiniones de los expertos que reiteradamente han dicho que están convencidos de que las bombas eran iguales. Esto se hace además invariablemente con un lenguaje emotivo, cargado de parcialidad. Pero ya llegaremos al tema del lenguaje más adelante. Quedémonos ahora con esa idea de la valoración diferencial.

En el caso de la mochila de Vallecas, será necesario enfatizar que los cables eran de distinto color que la de otra bomba examinada en la estación de El Pozo que finalmente fue detonada, que se utilizó un recipiente distinto en ambos dispositivos, que el calibre de los clavos usados como metralla era distinto, que las muestras de los explosivos presentan alguna sustancia distinta… todos ellos detalles que, de ser ciertos, en ningún momento parecen significativos y que, sobre todo, admiten multitud de explicaciones racionales y nada conspirativas, pero que los conspiracionistas consideran evidencia poderosísima de la diferencia esencial entre ambos dispositivos. Poco importa que los Tedax –los expertos artificieros de la Policía– hayan informado pericialmente al juez de instrucción que consideran todos los dispositivos iguales. Poco importa que existan esas explicaciones alternativas. Cuando uno está convencido de que la mochila es un señuelo, estos pequeños datos sobrevaluados más allá de toda racionalidad son suficientes, y se llega de hecho a la conclusión contraria a la que dictaría el sentido común: si la mochila es un señuelo y el jefe de Tedax lo niega, ¡entonces es seguro que el jefe de Tedax mienta! No importa el currículum profesional del Sr. Sánchez Manzano, que tal es el nombre del infortunado funcionario calumniado cada vez con mayor audacia. No importa que el hombre se haya jugado la vida infinidad de veces desactivando bombas. La única conclusión posible es, invariablemente, la menos lógica, y en este caso particular, la más infame.

En cambio la evidencia de verdad, la que valoran los investigadores profesionales, y que invariablemente refuta la teoría conspirativa, es descartada, devaluada o ignorada. Así, en el caso de la famosa mochila se privilegia el supuesto hallazgo de metenamina en la furgoneta de Alcalá de Henares versus la ausencia de metenamina en la mochila de Vallecas, construyendo toda una teoría sobre explosivos distintos en uno y otro caso, pero se omite por completo que el resto de compuestos encontrados no sólo son idénticos, sino que demostrablemente tienen el mismo origen. Tal uso selectivo de datos es tan escandoloso que cuesta trabajo aceptar que exista gente que no descubra el doble rasero; y sin embargo, haberlos haylos, y son muchos.

Hemos visto que como parte de esta estrategia retórica, es necesario tomar el más mínimo dato y convertirlo en evidencia de que lo que sostenemos es verdad. Esta promoción de dato a evidencia, cuando no a prueba irrefutable, es imprescindible porque las teorías conspirativas invariablemente se cimentan en humo. Como ya he dicho arriba, si no fuese así, dejarían de ser teorías conspirativas y se volverían serias y respetables.

Continuemos. Una vez clasificados los datos en confiables (los que apoyan la tesis) y descartables (los que la refutan), el siguiente paso es la argumentación. Ésta hace uso de toda la panoplia de trampas retóricas y falacias lógicas que el ser humano ha acumulado desde tiempos de los sofistas, pero hay dos en particular que me interesa destacar.

El recurso retórico fundamental del conspiracionista es la apelación a la incredulidad. Tiene que convencernos de que la versión «oficial» es falsa. Y como no tiene datos que permitan concluir claramente tal extremo, su única oportunidad es exponer las tesis de dicha versión de la forma más ridícula posible, haciendo nuevamente uso de dosis abrumadoras del lenguaje emotivo y parcial. Típicamente este argumento será planteado mayéuticamente, haciendo preguntas dirigidas cuya conclusión parece inescapable.

Un ejemplo típico: «¿Resulta verosímil que el terrorista se baje del tren abandonando una mochila a la vista, entre dos asientos enfrentados?» Fijémonos en el lenguaje intencionado, parcial, que fuerza la única respuesta aparentemente posible: evidentemente, no. Nótese que es importante descartar cualquier otra posibilidad: ésa es la esencia de la apelación a la incredulidad, el mismo argumento, por cierto, que usan los creacionistas –¿para qué sirve medio ojo?–, los ufólogos –¿qué otra cosa puede ser esta foto sino un platillo volante?– y todos los conspiracionistas. Pero a poco que pensemos, nos damos cuenta de que la conclusión alternativa es, cuando menos, perfectamente posible, perfectamente verosímil. Nuevamente, existen muchas explicaciones por completo racionales que el conspiracionista pretende que descartemos de un plumazo, porque en el momento en que no las descartemos su teoría, que él pretende presentar como la única posible, se convierte en una explicación más, una explicación que comparada con otras más racionales aparece tal como es: totalmente delirante. Enunciemos el Tercer Principio de la Conspiracionismo:

3. Apelación a la incredulidad respecto a la teoría «oficial» para forzar la única conclusión supuestamente posible.

La apelación a la incredulidad suele ir casi siempre acompañada de otra falacia lógica muy común: el falso dilema, que omite artificialmente, sin ningún argumento, varias de las posibles explicaciones de un hecho, a fin de eliminar todas las que no interesan al expositor. Hecho esto, se argumenta contra las alternativas sobrevivientes (típicamente sólo una) para irlas descartando una a una demostrando su falsedad, forzando así una conclusión que parece inescapable sobre la verdad de la última alternativa sobreviviente, pero que en realidad sólo lo es por la omisión a priori de otras alternativas más razonables. Un ejemplo típico: «No sé qué me preocupa más: si que no hubiera metralla en los trenes o que la hubiera y se lo hayan ocultado al juez.» Hombre, otra posibilidad, por supuesto, es que sí la hubiera y que tal extremo no se haya ocultado al juez… pero claro, esa posibilidad es poco interesante para un conspiracionista.

Otro ejemplo: «O el gobierno de EEUU no oculta nada en Roswell o lo que oculta es un OVNI; como he demostrado que sí oculta algo, lo que oculta es un OVNI.»

Lo más sorprendente de la apelación a la incredulidad es lo altamente selectiva que es. A Luis Del Pino, por ejemplo, autor de la frase que consigno sobre el terrorista que hace algo supuestamente inverosímil, esta conducta le parece totalmente inverosímil… pero le parece verosímil que el jefe de Tedax mienta y sea parte de una conspiración infiltrada en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para llevar al PSOE al poder, contando con decenas o cientos de policías, guardias civiles y agentes del CNI que en vez de obeceder a sus mandos obedecen al PSOE; le parece verosímil que la mochila de Vallecas haya sido plantada como señuelo para dirigir la investigación hacia unas «cabezas de turco», y que esto es sólo un paso en una larga secuencia de eventos perfectamente planeados para así engañar al ministro del Interior y hacerle aparecer en público como mentiroso, ministro cuya conducta minuto a minuto responde exactamente a la predicción que de la misma habían hecho los conspiradores, que manejan a su antojo las reacciones de todos los miembros del gobierno, como si fueran marionetas; le parece verosímil que dichos conspiradores hayan predicho con absoluta precisión cuántos de los votos necesarios para que el PSOE superara al PP podrían obtenerse mediante este engaño; le parece verosímil que un partido democrático, el que ha ganado mayor número de elecciones y mayorías absolutas en España, arriesgue todo para conquistar el poder una sola vez, sabiendo que tendrá que volver a someterse al veredicto de las urnas tan sólo cuatro años después. En una palabra, le parece verosímil una conspiración tan compleja, absurda en sus motivaciones e increíblemente riesgosa, que nunca en la Historia se ha intentado algo que se le asemeje aunque sea un poco. Lo cual nos lleva al Cuarto Principio de la Conspiracionismo:

4. Omisión de extracción de ciertas conclusiones lógicas (o más bien, ilógicas) de la teoría conspirativa, a fin de no tener que reconocer su inverosimilitud.

A estas alturas, es importante que aclaremos por qué entrecomillamos «oficial». Y es que el conspiracionista tiene que dar una razón de por qué la verdad la conoce sólo él y un selecto grupo de insobornables iniciados, por qué esa verdad no ha sido admitida públicamente por todos. Y esa razón, por supuesto, es que existe una conspiración de silencio para acallar la verdad. ¿Se explicaría de otra forma que todos menos los conspiracionistas, en el caso del 11-M, policías, guardias civiles, el juez de instrucción, los Tedax, el CNI, el gobierno, la mayoría de los medios nacionales y la totalidad de los internacionales, y millones de ciudadanos mantengamos que la verdad «oficial» es, simplemente, la verdad sin adjetivos? Ya sea por maldad o por estupidez, todos estas personas forman parte de una red cómplice de encubrimiento que conspira para que la Verdad no salga a la luz. Esta explicación tiene la enorme virtud de investir al conspiracionista de un manto de heroicidad épica: él, con los otros iniciados que sí quieren conocer la Verdad –a diferencia de nosotros– tienen la misión casi sagrada de difundir la Verdad ante todos los obstáculos que nosotros, malvados o estúpidos, pongamos en su camino. No es extraño que la luz del fanatismo brille en los ojos conspiracionistas. No sólo están convencidos de tener razón, sino que tienen una Misión, una yihad. Enunciemos entonces el Quinto Principio de la Conspiracionismo:

5. Postulado de una conspiración de silencio para acallar la Verdad

Nótese que, nuevamente, tal característica es compartida por ufólogos –el gobierno de EE.UU. sabe que existen OVNIS pero lo oculta para no causar pánico en la población– y por creacionistas (el darwinismo es una teoría pergeñada por ateos para corromper moralmente a la sociedad, y no les a esos ateos interesa que se sepa la verdad).

Cuando señalo a los conspiracionistas del 11-M que me parece sorprendente que ningún medio internacional, absolutamente ninguno, ni siquiera los de su cuerda ideológica, se han hecho ecos de las «sensacionales revelaciones» de El Mundo y Libertad Digital, y que sería bastante poco probable que absolutamente todos esos medios internacionales fueran parte de la conspiración, se me responde que desde que gobierna Zapatero España ha dejado de importar en el mundo, ¡y que el silencio es culpa de esa indiferencia! ¡Como si ningún periodista extranjero se interesara en el mayor escándalo político de la historia de Europa Occidental, que hubo un golpe de Estado disfrazado el 14-M!

Lo cual, por supuesto, nos lleva al Sexto Principio de la Conspiracionismo:

6. Utilización de explicaciones ad hoc para explicar lo inexplicable.

Aquí llegamos a otro de los elementos más interesantes de una teoría conspiranoica: la necesidad de inventar explicaciones para cada hecho individual que no casa con la teoría. Así, cada vez que uno pone una objeción a la teoría conspirativa, los conspiracionistas tienen una explicación que no tiene nada que ver con el resto de la teoría, como se ve claramente en el caso de los periodistas extranjeros. Tales explicaciones ad hoc se van multiplicando: se nos explica que lo que todos vimos en la televisión como el suicidio de Leganés realmente no fue un suicidio, porque admitir el suicidio lleva casi necesariamente a que los que se suicidaron no eran cabezas de turco, sino terroristas. Así que hay que explicar el hecho como un asesinato encubierto, por supuesto sin tener el más mínimo indicio. Y así ad nauseam.

El problema, claro, es evidente para cualquiera con algo de formación científica: al acumular explicaciones ad hoc, se está violando el principio de la navaja de Occam, o principio de parsimonia, que nos pide precisamente que no multipliquemos las explicaciones, o, en otra formulación, que ante dos teorías que explican el mismo conjunto de hechos, hay que preferir siempre la teoría más sencilla. Ni qué decir tiene que todas las teorías conspirativas, al multiplicar las explicaciones y ser invariablemente mucho más complejas y prolijas que las alternativas, violan el principio de la navaja de Occam. Contrastemos este comportamiento de las complejísimas teorías conspirativas, que requieren ríos de tinta para explicarse, con las teorías científicas más exitosas, que pueden expresarse en muy pocas palabras, y sin casi ningún otro argumento podremos determinar dónde es más probable que se encuentre la verdad: la realidad es menos compleja de lo que los conspiranocis creen que es. O dicho de otra forma, si la explicación es demasiado complicada, casi seguramente está mal.

Sigamos. Otra falacia lógica que merece ser elevada a la categoría de principio es la conversión de hipótesis en hechos probados. Ésta es una falacia sutil e interesante. Se comienza postulando un condicional, por ejemplo: «si el PSOE sabía previamente del ataque y no sólo no dijo nada sino que lo aprovechó para ganar las elecciones, entonces el PSOE dio un golpe de Estado virtual el 14-M.» Hombre, se podría aceptar que este condicional es válido, pero el problema es que el antecedente del condicional no sólo no se ha probado, no sólo no se ha provisto siquiera un átomo de evidencia o el más tenue de los indicios, sino que es extremadamente improbable. Sin embargo, el conspiracionista ya ha logrado deslizar la insinuación que quería hacer. ¿Quién puede culparle de empezar a razonar sobre lo que pasaría si el PSOE hubiese sabido con antelación que se produciría un ataque? Ya sabemos que está especulando, pero dejemos que lo haga, no ha afirmado que saa cierto, sólo está suponiéndolo por un momento para ver a dónde le lleva el razonamiento. Claro, el problema es que tres páginas después al conspiracionista se le ha «olvidado» que su hipótesis no era más que eso, una hipótesis sin pruebas, y comienza a utilizarla como una hecho probado, posiblemente confiando en que el lector haya olvidado a su vez que la hipótesis nunca fue probada. Veamos un claro ejemplo en un artículo de Del Pino.

Primero Del Pino insinúa, sin probarla, una posible causa de que ciertos detenidos hayan tenido un trato «exquisito»:

La dueña de la casa (que contaba con una buena abogada, Yamila Pardo) ni siquiera llegó a estar detenida en ningún momento. En cuanto a los dos intermediarios sirios, fueron detenidos el 29 de marzo de 2004 y liberados tres días después. En su declaración ante la Policía, realizada en perfecto castellano, Mohamed (el hermano del terrorista Abu Nidal) saca hábilmente a colación a Jadicha Candela, cuñada de Joaquín Almunia –ex secretario general del PSOE– y madre de Yamila Pardo.

Pocos párrafos después, la posibilidad de que la influencia de Almunia haya modificado el trato a los prisioneros se convierte en certeza:

«si eso es la democracia, ¿cómo llamamos a ese otro régimen en el que, si la Policía llama a tu puerta a las seis de la tarde,, tienes cinco o diez minutos para quemar los papeles comprometedores, aunque seas un presunto terrorista… siempre que conozcas a las personas adecuadas?»

Huelga decir que entre una y otra frases no existe ninguna otro argumento que permita transformar la posibilidad en certeza.

Una falacia lógica que se asemeja mucho en estructura e intención a ésta es la de la pregunta compleja. Se formula una pregunta de forma tal que al contestarla nos veamos obligados a aceptar una premisa que nunca se ha probado pero que queda asumida en la propia pregunta. Veamos algunos ejemplos, ambos de Del Pino, para quien esta falacia es un recurso favorito:

¿Por qué se dio la orden de abrir el candado, librando a ese comando del mortal abrazo policial?

¿Quién protegía en el País Vasco las actividades de El Chino?

En el primer caso tenemos como premisa no probada pero asumida el hecho de que alguien haya dado esa orden «de abrir el candado». En el segundo, el hecho de que alguien protegía a El Chino. Por supuesto, Del Pino no da el menor átomo de evidencia de que ninguna de estas premisas tenga base.

Hay un tercer tipo de falacia que podríamos agrupar con las dos anteriores. Consiste en asumir una premisa implícita, nunca formulada, como cierta. Por ejemplo, cuando Del Pino afirma la presencia de metenamina como prueba indudable de que existían explosivos de origen militar, hay varias premisas implícitas, por ejemplo que la metenamina no puede fabricarse artesanalmente y que la presencia de metenamina conlleva necesariamente la de RDX, el explosivo que se fabrica a partir de ella.

Tenemos también la petitio principii o argumento circular, en el que se supone lo que se quiere demostrar, y para terminar esta sección, hagamos notar que muchas veces los conspiracionistas ni siquiera se molestan en estructurar sus falacias de las formas anteriormente expuestas. Les basta ir acumulando insinuaciones nunca demostradas para dar la impresión de que la simple acumulación de preguntas e insinuaciones es tan formidable que algo de razón debe tener la teoría. Veamos un ejemplo:

«el comando de Virgen del Coro se libra del cerco policial exactamente el mismo día en que ETA declara su tregua parcial en Cataluña»

¿Esto quiere decir algo? Del Pino no nos lo dice, y yo no puedo imaginar que trascendencia puede llegar a tener esta coincidencia. Pero claro, aunque sea agua de borrajas, ya queda como insinuación, como enigma a resolver, acumulándose a los cientos de supuestos misterios anteriores y posteriores. Un foro de Internet famosamente formuló 192 preguntas (casualmente una por cada víctima mortal, hecho que revela en sí mismo la artificiosidad de las preguntas) que seguían el patrón mencionado: acumulación de insinuaciones sin probar, con muchas de las preguntas suponiendo una respuesta definida a preguntas anteriores, y por tanto cayendo en la falacia de promoción de hipótesis a hecho probado. Pedro J. Ramírez compiló una lista similar y similarmente falaz.

Respecto a este punto es interesante señalar que muchas veces esas insinuaciones se contradicen entre sí. ¿Hace eso que el conspiracionista, al avanzar una nueva insinuación o hipótesis, retracte las anteriores que son incompatibles con la nueva? Huelga decir que no. La coherencia no es una de las virtudes de los conspiracionistas, como podrá constatar quien lea el artículo original de Múgica, que logra la rara proeza de contradecirse a sí mismo dentro del propio cuerpo del artículo.

Así tenemos el Séptimo Principio de la Conspiracionismo:

7. Conversión de hipótesis y premisas implícitas en hechos probados y acumulación de insinuaciones.

Tranquilos, que ya falta poco. He hablado ya varias veces de cómo todas estas falacias suelen ser acompañadas retóricamente de un lenguaje emotivo, cargado de parcialidad, lleno de juicios de intenciones y descripción de sentimientos que es imposible que el autor conozca, que ya nos sugiere no tan sutilmente que si no aceptamos sus conclusiones somos más tontos que Pichote, ya nos intenta transmitir la indignación que el autor dice sentir por el evidente encubrimiento de la verdad, ya intenta dirigirnos a una conclusión a través de la ridiculización de las alternativas (argumentum ad ridiculum):

«¿es posible creer que cuatro moritos pringaos hayan podido realizar este atentado?»

«¿por qué la providencial y sospechosa mochila fue llevada al IFEMA»?

Otros ejemplos del invaluable señor Del Pino:

«El atentado del pasado 7-J en Londres ha vuelto a plantear ante la opinión pública, para consternación del gobierno«

¿Prueba Del Pino en algún sitio que hubo consternación del gobierno? ¿Quieren ustedes adivinar?

«Pero Houdini era un vulgar aficionado comparado con los supuestos terroristas del 11-M.»

«el jefe de la trama mercenaria del 11-M»

«nadie se había dignado a explicar a los españoles»

«Si hay silencios clamorosos, el del Gobierno de Zapatero está rozando ya el estruendo»

«¿Verdad que es enternecedor? La Policía va a registrar el domicilio de una persona detenida por su presunta implicación en los atentados del 11-M…¡Admirable y civilizado comportamiento policial!»

Estos ejemplos están tomados prácticamente al azar, lo cual da una idea de cómo están plagados los artículos de Del Pino (y los de Múgica, lo que sucede es que los de Del Pino los tengo más a mano)de este tipo de lenguaje intencionado, por no hablar de la evidente falta deontológica que representa el mezclar opinión con información, como queda claro en varias de las citas anteriores.

Octavo Principio de la Conspiracionismo:

8. Utilización de lenguaje emotivo, cargado de parcialidad, dirigido y lleno de juicios de intenciones.

Finalmente, los conspiracionistas recurren a todo tipo de falacias para argumentar sus puntos. Yo me he encontrado con:

a) Non sequitur o saltos lógicos a conclusiones inatingentes: Un terrorista fue encontrado bajo un colchón en Leganés, luego es muy posible que los terroristas no se suicidaran.

b) Argumentum ad verecundiam o apelación a la autoridad:»El Mundo» es un diario prestigioso que destapó lo de los GAL, no creo que se equivoque en esta ocasión.

c) Argumentum ad hominem, el ataque a la circunstancia personal del ponente y no a las ideas que expone: «usted es suciolisto, por eso dice lo que dice»; «lo que usted dice es la línea oficial de Rubalcaba»; «los suyos son peores que los míos», etc, etc, etc. por no hablar de los arteros ataques personales contra personas como el Sr. Sánchez Manzano, a quien Del Pino acusa de mentiroso con todas sus letras.

d) Todas las que ya han sido mencionadas en puntos anteriores: falso dilema, petitio principii, pregunta compleja…

Sería demasiado prolijo plantear todas las falacias que me he encontrado, y probablemente excesivo a estas alturas, en la medida en que tendría que seguir dando ejemplos. Basten entonces todas las anteriores, que son muchas, para convencernos de que podemos formular el Noveno Principio de la Conspiracionismo:

9. Utilización de todo tipo de falacias lógicas para apoyar las tesis conspirativas.

Llegado a este punto, sólo me queda reflexionar un poco sobre la psicología que subyace a la teoría conspiranoica del 11-M. Como hemos dicho, el paso esencial es el primero, formular una verdad dogmática.

¿Qué impele a tanta gente a creerse esa verdad? Tenemos un grupo de personas completamente convencidas de que los resultados electorales del 14-M son una injusticia. No entraré a valorar ahora cuánto se equivocan. Conformémonos con el hecho de que existe la sensación de agravio. Ahora, digamos que alguien llega con una idea: «no sólo perdimos injustamente, sino que fuimos objeto de una conspiración para derribar el gobierno» Fijémonos que este «alguien» no tiene aún elementos medianamente objetivos para argumentar lo que dice, pero lo hace de todos modos.

La idea de que hay una conspiración es un bálsamo instantáneo para el espíritu: evita la autocrítica (nosotros no hicimos nada mal), le da sentido a algo horrible que no parece tener sentido (la masacre del 11-M), y, sobre todo, CONFIRMA LOS PREJUICIOS. Resultado: miles de personas convencidas. Qué fácil es confundir los deseos con la realidad. Qué fácil comulgar con ruedas de molino cuando esas ruedas tienen buen sabor para nosotros.

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433 respuestas a Conspiracionismo – Un análisis metodológico

  1. lejianeutra dijo:

    #394

    Es decir: las teorías de la no-conspiración son una cuestión de fe. No hay ninguna prueba, de ningún tipo o cantidad, que pueda convencer de su error a un anti-conspiración (un convencido de la no conspiración). Su fe se encuentra instalada al margen de la realidad.

    Coño, ahora resulta que somos los anti-conspiracionistas los que tenemos que demostrar que no existió tal conspiración… Vamos, para este buen muchacho no hay que demostrar la culpabilidad del culpable sino la inocencia del inocente.

    Ya le veo ante Bermúdez jurando por Snoopy que él no tuvo nada que ver.

  2. Markab dijo:

    Estamos todos locos?

    D, que tu me llames conspiracionista contra la teoria de la conspiracion (que es lo que viene siendo anti-conspiracionista) es , parafraseando a Pat Condell, como si me lamaran ‘amarillo’ un puñado de platanos. La anti-conspiracion no existe. Aqui tenemos quien cree que hay una conspiracion aun sin pruebas y quien cree que no hay pruebas de conspiracion. Hablar de anti-conspiracionismo es querer bajar el sentido comun a la misma altura de la paranoia. O querer aupar el conspiracionismo sin pruebas al nivel del sentido comun. Para que nos entendamos bien señor, le dire que son peras y manzanas. Conspiracion sin pruebas, peras. Sentido comun, manzanas. Y no son comparables. Son dos cosas distintas.

    Esa logica la utiliza usted solo o es algo mas grupal, mas de peones? Aun existen los peones? Es decir… aun creen que ETA, Bush, la WTO, los merovingios o los druidas de Avalon estan detras de esa sacada de manga que es la autoria intelectual… amigo, creer sin pruebas es religion y la fe no se debate, se impone porque no se puede argumentar… esta mas alla de la razon. Su fe amigo, intoxica. Ha conseguido gastar muchos mas fondos publicos de los necesarios porque el primer partido de la oposicion (emisor o receptor de las tesis conspiracionistas) decidio dar credito a esas mismas cuestiones de fe, seguramente (lo que sigue es mi particular juicio de sus intenciones) a sabiendas, jugando al despiste y a la espera de que todo el mundo olvidara la lamentable actuacion del partido en el gobierno durante los dias siguientes al atentado, porque (y aqui termina mi juicio de intenciones y ya encontramos de nuevo pruebas) mintieron descaradamente, y no olvides que mucho tiempo despues, ya fuera del gobierno hubo personajes que seguian clamando en la comision de investigacion nada menos que los «autores intelectuales» no estaban en «desiertos lejanos» o «montañas remotas». No olvidemos por que las cosas se llaman como se llaman.

  3. Marco Antonio Aguirre Morales dijo:

    Solicito la anuencia del autor para utilizar el material «Conspiracionismo – Un análisis metodológico», de Luis F. Arean, publiocado el 3 Julio.

    Realizo mi tesis de Maestría en Periodismo Político, titulado «Las Teorías de la Connpiración: sólo para ignorantes.

    Ciudad de México

  4. Marco Antonio:

    Con todo gusto, tienes mi autorización para usar dicho material. Mucha suerte, y mándanos una copia de tu tesis cuando esté terminada.

  5. Marco Antonio Aguirre Morales dijo:

    Agradezo la autorización para utilizar el material relacionado con «Teorías de la Conspiración».
    Con mucho gusto, claro, enviaré una copia de la tesis.
    Un abrazo y de nueva cuenta doy las gracias por la autorización.
    Atte.
    Marco Aguirre

  6. Juan dijo:

    Aquí se está manipulando al hablar de «teoría de conspiración». En relación con el 11-M TODAS las teorías son de conspiración. La versión oficial también incluye una teoría de conspiración.

    En relación con el 11-M hay las teorías siguientes:
    1º Fue una conspiración de Al-Qaeda.
    2º Fue una conspiración de un grupo islámico cuya vinculación a Al Qaeda no se ha demostrado (tampoco se ha descartado)
    3º Fue una conspiración de ETA y/o el PSOE
    4º Fue una conspiración de la CIA.

  7. Juan dijo:

    En muchos casos la teoría oficial incluye también una conspiración, como en el caso de las conspiraciones de Al Qaeda.

    El conspiracionismo oficial (es decir, las teorías conspiratorias oficiales) tiene las siguientes características:

    1. Convencimiento previo de una verdad dogmática: la teoría conspiratoria oficial.
    2. Valoración diferencial de indicios según su adecuación a la idea preconcebida.
    3. Apelación a la incredulidad respecto a las teorías “alternativas” para forzar la única conclusión supuestamente posible.
    4. Omisión de extracción de ciertas conclusiones lógicas (o más bien, ilógicas) de la teoría conspiratoria oficial, a fin de no tener que reconocer su inverosimilitud.
    5. Postulado de una epidemia de locura para desconfiar de la teoría conspiratoria oficial.
    6. Utilización de explicaciones ad hoc para explicar lo inexplicable.
    7. Conversión de hipótesis y premisas implícitas en hechos probados y acumulación de insinuaciones.
    8. Utilización de lenguaje emotivo, cargado de parcialidad, dirigido y lleno de juicios de intenciones.
    9. Utilización de todo tipo de falacias lógicas para apoyar las tesis conspirativas oficiales.
    Y además debemos añadir esta:
    10. Mencionar de todas las teorías alternativas solamente la más ridícula, para desacreditar también las demás.
    11. Dar por supuesto, sin fundamento alguno, que los que creen en una teoría conspirativa no oficial también creen en todas las demás teorías conspirativas no oficiales.

  8. Discrepo por completo. Una conspiración real no tiene los elementos que he reseñado arriba. En particular, existen pruebas sólidas para convencerse de que es real, cosa que no ocurre con las teorías descabelladas sobre el 11-M, el 11-S, etcétera.

  9. ¿Me puede fundarmentar, punto por punto, por qué lo que uste llama «conspiracionismo oficial» cumple con los puntos 1-9? No tema extenderse, tenga por seguro que le responderemos punto por punto.

    Por lo demás, usted falta a la verdad en los puntos 10 y 11. Aquí se han criticado TODAS las teorías que usted amablemente llama «alternativas», no sólo la más ridícula. Y no, no suponemos que todo el mundo cree en todas las teorías, aunque sabemos que algunas personas tienen tal disonancia cognitiva que son capaces de suscribir teorías contradictorias.

  10. Castigador dijo:

    Una de las características de las conspiraciones, reales, es que en cuanto se destapa la conspiración, inmediatamente se queda todo bastante claro. Dos ejemplos: la conspiración para asesinar a Julio Cesar y la conspiración de los generales para producir el levantemiento que produjo la guerra civil.

  11. lejianeutra dijo:

    10. Mencionar de todas las teorías alternativas solamente la más ridícula, para desacreditar también las demás.

    Aquí los únicos que han sostenido alguna vez una teoría, para la inmensa mayoría creíble y para una pequeña minoría no, es el combo Justicia-Policía.

    Ni el Conspiracionismo oficial (llamémosle Pedro Jota-Luis del Pino-Losantos-AVT-Abogados Defensores) ni el oficioso (llamémosle Peones Negros) han sostenido jamás una teoría digna de ser denominada teoría con toda propiedad, desde el momento que jamás han señalado a un culpable alternativo de los atentados.

    Han insinuado, ésa es la palabra correcta, que pudieron ser las propias FyCSE, el PSOE, elementos de los servicios secretos españoles, de los marroquíes, de los franceses, de los americanos… y ya por último, en el colmo de la estupidez, alguno ha puesto sobre la mesa el nombre de Aznar.

    Pero nunca han profundizado en ninguna de esas líneas de investigación (aunque sea con ese «metodo» tan peculiar que tienen, claro) hasta el punto de poder señalar a alguno de esos elementos de manera mínimamente sólida.

    Y es que el Conspiracionismo, sabedor desde siempre que no había nada que llevarse a la boca, ni se ha atrevido ni se ha preocupado nunca de buscar un culpable alternativo de los atentados. Su única pretensión ha sido en todo momento, una, la de impugnar toda prueba e investigación que condujera a los culpables «oficiales», dos, la de arrojar mierda sobre toda persona o institución que aportara datos sobre la autoría exclusivamente islamista de los atentados, y tres, la de implicar de la manera que fuera al PSOE-Gobierno en la organización o en el encubrimient0 de los mismos.

    Como fin último, el conseguir que en la sociedad calara la «certeza moral» de que los atentados no fueron obra de islamistas, o al menos no únicamente de islamistas, con la esperanza de que la imaginación y la fantasía colectiva hiciera el resto y el mayor número posible de personas tuvieran esa misma «certeza moral» de que el PSOE-Gobierno estaba implicado de alguna manera. En pocas palabras, socializar la duda… «¿Qué terrible verdad se esconde detrás del 11-M».

    Por tanto, y por supuesto bajo mi punto de vista, el Anticonspiracionismo nunca se ha tenido que molestar en ridiculizar ninguna teoría alternativa, porque nunca ha habido teoría alternativa (con culpable alternativo) que ridiculizar. De lo que sí se ha encargado, y con total acierto, es de demostrar la ridiculez de lo que no ha sido sino un batiburrillo inconexo de noticias de prensa, artículos de opinión, editoriales, novelas fabuladas, diatribas radiofónicas, ocurrencias y disparates múltiples del Conspiracionismo.

  12. Pepe dijo:

    Hola, ¿está Tupi por aquí? Si es así, agradecería saber tu opinión sobre lo de hoy del mundo y el Tytadine.

  13. Lior dijo:

    Ya todos sabemos, Pepe, que El Mundo ha mentido, miente y, muy probablemente, mentirá sobre cualquier información relativa al 11-M.

    Hasta no tener el informe de marras entre sus manos (si es que dicho informe existe realmente) no lance campanas conspiracionistas al vuelo.

    Y cuando lo tenga entre sus manos no dude que, al menos desde aquí, se hará una crítica, si es que hay que hacerla, razonada y razonable.

    Todo lo demás no es más que la venta en fascículos de una mediocre tirando a malísima novela negra.

    De nada.

  14. lejianeutra dijo:

    Pepe, mientras Tupi (no) te responde, te agradecería muchísimo, todos lo haríamos, que nos dijeras dónde encontrar el informe Iglesias, que es que no hay manera.

    Fíjate que ya algunos hasta dudamos de que exista.

  15. Pepe dijo:

    Pues ya se ve que no está. Que pena. Bueno, por si acaso yo estoy en http://boards5.melodysoft.com/app?ID=11MFORO

  16. Steve dijo:

    Los puntos de Juan estan muy bien. Para quien necesite que se los expliquen:
    1) Goma2-eco y valeya!
    2)Se contamino en el laboratorio, pues. Y valeya!
    3)Para que investigar el ácido bórico. No fue ETA y estamos tan seguros que vamos a perseguir y a ostracismear a quien se le ocurra investigar en esa linea.
    4)Que Garzon dos semanas antes deje de investigar a unos y se ponga a investigar a otros es lo mas normal del mundo, pasa todos los dias (ay Garzon, suspiro).
    5)Aqui la epidemia de locura son los sucios y maquiavelicos pedrojotas y demas que insisten en un tema preclaro y valeya!
    6)Mas ad hoc que el episodio de los explosivos no hay, explicaciones a la velocidad del pingpong y valeya!
    7)Solo hay que ver el odio que destila la Manjón contra todo lo que lleve velo, muestra mas odio que contra aznar y todo (aznar es ese que tenia las manos manchadas de la sangre de su hijo).
    8)Valeya!
    9)Si hubieran tantos policias implicados ya se habrian ido de la lengua, ergo no hay ningun policia implicado.

    Como resumen de las 9, fijaros que habeis montado un website no para discutir los avances en las investigaciones en aras de la verdad, sino que estais completamente dedicados en intentar destruir todo lo que sean dudas sobre la conspiracion oficial.

    Para acabar, debo admitir que las cosas tienen su nombre por algo. Y que segun la conspiranoia del psoe y del cni, las montañas lejanas estan en mina conchita y los desiertos lejanos en leganes, compartiendo muro con la casa de un poli especializado en escuchas a terroristas islamicos. Eso si que deberiais reconoceselo a Aznar, cuanta razon tenia y cuanto nos parecia mentira entonces.

    Muchas gracias.

  17. Lior dijo:

    Dice usted Steve,

    …habeis montado un website no para discutir los avances en las investigaciones en aras de la verdad, sino que estais completamente dedicados en intentar destruir todo lo que sean dudas sobre la conspiracion oficial.

    Si no es capaz siquiera de entender con qué fin se montó esta web imagínese algo que está varios órdenes de magnitud por encima como es la investigación sobre el 11-M y el saco de mentiras que en su derredor han pergeñado personajes como Losantos, Pedro J. o Luis del Pino.

    Esta web se creó, se lo escribo lo más claramente posible que puedo, para desmontar las mentiras que sobre la investigación del 11-M publicaban, sobretodo, El Mundo y, luego y también, Libertad Digital.

    Esta web no se creó ni para investigar el 11-M ni para nada que se le parezca y así aparece recogido, aunque explicado con mayor detalle, en la Declaración de Principios que puede leer en este enlace que le facilito: http://www.desiertoslejanos.com/blog/?p=23

    De nada.

    Y a seguir himbeztigando, peonzuelo.

    😀

  18. nefar dijo:

    «compartiendo muro con la casa de un poli especializado en escuchas a terroristas islamicos»

    ¿Y eso de dónde se lo saca usted?

  19. Pepe dijo:

    Agradezco las respuestas de Lior y Lejía, pero para este asunto yo quiero maestros, y no maletillas. ¿Puede dar alguien aviso a la señora Tupi? Oye, que si no quiere contestar, pues que lo entendería. De hecho si no recibo respuesta pues así lo entenderé y punto.

    Aclaro que cuando puse mí segundo mensaje todavía no estaban visibles las dos respuestas que sí he leido ahora, no se que juegos se trae el admintrador de la página con las comprobaciones previas a la publicación de los comentarios, ni me preocupa. O sea, que no ha sido mi intención hacerle el vacio a nadie.

  20. Pepe dijo:

    Por si acaso aparece por fin mi apreciada experta en química forense, querida Tupy, plis, dime al mismo tiempo si lo de las termitas que dice aquí

    http://www.investigar11s.org/7TOCPJ.PDF?b1b7cb08

    también es un disparate o una mentira como lo del perito Iglésias, o se parece en algo a lo de mis explosivos misteriosos.

  21. Pepe dijo:

    El adminsitrador cogiendo flores y dona Tupy en paradero desconocido. Bueno, la cosa es que no me extañaría que hubiera puesto tierra por medio.

  22. nefar dijo:

    Bueno, la cosa es que no me extañaría que hubiera puesto tierra por medio.

    No recuerdo bien, pero ¿no fue usted el que salió por patas hace ya más de un año?

    ¿Esa es la nueva táctica? ¿Huir como un cobarde del debate, esperar un par de años, aparecer de nuevo cuando esa persona ha dejado ya de escribir y proclarmarse vencedor por incomparecencia?

  23. Lior dijo:

    Y en el corazoncito peonzuelo se escucha una voz que, lastimera, proclama:

    «Que alguien be haga cazo, que alguien be haga cazo»

    😀

  24. lejianeutra dijo:

    Pues ya sabemos que a ti, podridillo de paranoias hasta la médula como estás, no te extrañaría tal cosa, Pepe.

    Pero no, no es éso. Resulta que desde hace meses Tupy tiene un churumbel 100 veces más importante que Desiertos Lejanos y las polladas de Pedro Jota, y aproximadamente 1.000.000 de veces más importantes que tú y tus supinas memeces e insoportable levedad.

    Saludos, Pepe.

  25. Juan dijo:

    La teoría conspirativa que atribuye el 11-M al PSOE y a ETA es errónea.

    Ahora bien, ninguna teoría conspirativa es errónea sólo por ser una teoría conspirativa. Lo que hay que hacer es examinar cada teoría concreta.

    En cuanto al 11-M el PSOE supuestamente habría hecho el atentado para ganar las elecciones una sola vez. Porque cuatro años después tuvo que volver a presentarse.

  26. Juan dijo:

    Creo que es absurdo hablar de GAL2. No hay ninguna similitud entre el GAL y el supuesto atentado de ETA con el PSOE el 11-M.

    Debemos recordar que el GAL fue una respuesta ilegal al grave problema de ETA. El GAL tenía cierta complacencia de la derecha y de varios sectores de la prensa, incluida la prensa de derechas.

    Recuerdo que, durante un tiempo, el ABC y Diario 16 hacían propaganda a favor de algo similar a lo que luego fue el GAL. Y Pedro J. aplaudío varios atentados del GAL.

  27. Pingback: Justicia bananera espanola: condenan por injurias al que la puso en evidencia - Page 4 - Burbuja Económica

  28. Uno dijo:

    Todos tus argumentos se basan en la presunción de que Sánchez Manzano es una fuente fiable porque, entre otras cosas, no le pasaron las evidencias a la Policía Científica como era su obligación, y solo tenemos la opinión de los TEDAX.

    Pero es que Sánchez Manzano confesó el otro día que, contraviniendo el procedimiento y sin orden judicial, destruyó sistemáticamente las pruebas. No sé tú, pero casi que me creo menos una teoría que se fundamenta en la credibilidad de este tipo.

  29. Pedro Gimeno dijo:

    También a mí me gustaría pedir permiso para utilizar el material de esta entrada, debidamente acreditado y enlazado, por supuesto, sobre todo para ser citado en foros de discusión. Es un excelente resumen de un perfil en el que también encajan perfectamente los «truthers» del 11-S.

  30. nefar dijo:

    No creo que Arean te ponga ningún problema para utilizarlo. Todo lo contrario.

    Por cierto, me gustaría felicitarte por tu página de «Misterios de Todo a Cien».

  31. Rodrigo dijo:

    Pienso que los conspiracionistas no tienen nada de credulo (basico), todo lo contrario, son los que ponen en tela de juicio supuestas verdades impuestas por el sistema o medios oficiales, logico que con investigaciones previas para dejar sobre la mesa informacion para engranar, ¿pero que pasa que no se les escucha y que el imperio haga oidos sordos a estas teorias y no se genere el tema como corresponde? ¿no sera acaso que el debate de que es conspiracion y que no es para internet y no para los medios?.
    confundes credulos por manipulables que son producto o resultado de estos o mejor dicho son los que prefieren no creer nada y quedarse con lo que hay.

  32. Slobodan dijo:

    Punto 1, si la conspiracion basada en el regimen Iluminatti, fuera real, si solo esa fuera real entonces todos los conceptos que manejamos, toda la logica, todos los analisis sicologicos y subjetivos a ratos que lei en tu publicacion, quedarian enterrados bajo la tierra, porque todos los grandes filosofos o los mas famosos serian los que han estado ligado a esta gente, si asumo esta idea como verdad incluso seria obvio que saben que la gente en algun futuro iba a conspirar y que gente iba a defender el sistema ya establecido, solo pienso que la gente buena en el mundo ha desaparecido o las han silenciado, gente que mueven masas enormes de personas, artistas que no son politicos o politicos diferentes han sido callados, y solo promulgaban la verdad, el amor y la convivencia sana, todo el resto es porqueria.
    NO TENGAN MIEDO DEL AMOR Y LA VERDAD

  33. Basicamente Lo que Propone Tu Tesis Es que Debemos :
    1.- Creer ciegamente en la vercion oficial De otro modo Somos Credulos, Prejuiciosos, y Hasta cierto Punto Idiotas.
    2.- Tener La Idea Contraria A que siempre veran Los Seres humanos Los unos por los otros sin corruptelas , o una idea contraria a que el hombre es Bueno por naturaleza , no tiene razon de ser es mas no Merece analisis.
    3.- 11-s 11-m y ahora japon fue el 11 de marzo 2011 tambien terremoto y Tsunami llamemosle 11-j, no es de idiotas o falacias logicas simplemente encontrar una consecusion matematica extremadamente, casi obligadamente por azar. a una coinsidencia de tal grado, pero :

    Me gustaria leer tu tesis, creo que tiene gran potencial si planteas correctamente tu antitesis, pues cuantas conspiraciones falsas del pasado son aceptadas oficialmente como verdades absolutas, ahora tras una cambio de gobierno o ideologia , por que no habrian conspiraciones reales en tal caso.
    saludos y hechale muchas ganas a tu tesis puedes enviarmela si gustas por el formulario de contacto de mi web http://www.peliculasinmegavideo.com te lo agradeceria mucho saludos

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