La demanda de Sánchez Manzano contra “El Mundo” (y V), por Errante

Con esta entrega daremos fin a la saga de Errante sobre la querella de Sánchez Manzano contra «El Mundo». Al parecer, la sentencia será pronunciada en septiembre. Sin duda, el trabajo de nuestro amigo ha permitido a los lectores un acercamiento ameno a los motivos de la querella.

Entrada anterior: La demanda de Sánchez Manzano contra “El Mundo” (IV), por Errante

Continúa la demanda desgranando algunas de las acusaciones que se han hecho desde «El Mundo» en todo este tiempo:

El domingo, día 20-5-07, en carta del director, “La suite del cascanuecesPedro José Ramírez, Doc 40, en el tercer párrafo:

“… Es más, independientemente de cual sea la sentencia –en la que necesariamente…- y tanto si deduce testimonio como si no contra algunos de los responsables de este fiasco, nuestra democracia tiene desde hoy una asignatura pendiente: investigar a los investigadores. Concretamente al jefe de los Tedax Sánchez Manzano, a su superior directo Cuadro Jaén, a la cúpula de la Policía Científica, al juez Del Olmo y a la fiscal Olga Sánchez… Podrá tratarse de una investigación judicial, parlamentaria o administrativa, pero la dignidad nacional no puede permitir que queden sin contestar preguntas tan elementales como por qué no se recogieron muchas más muestras en los focos de las explosiones –es inaudito ….-, porque no se redactaron los informes de los análisis supuestamente efectuados el propio 11-M por los Tedax, por qué no se entregaron a la Policía Científica los restos disponibles y por qué no se conservaron el agua y acetona…”

Más acusaciones; algunas de ellas ya han quedado respondidas en el juicio del 11-M y los juicios sobrevenidos, lo que no ha impedido a Pedro Jota Ramírez continuar acusando a los TEDAX (parece que de Olga Sánchez y Del Olmo se ha olvidado… por el momento).

En la segunda columna, primer párrafo:

“Puesto que altos responsables policiales han incumplido una y otra vez la Ley de Enjuiciamiento Criminal con la complacencia del instructor y la fiscal, sólo la comprobación de que ello se debió a un cúmulo de negligencias dignas de severas sanciones disciplinarias permitirá descartar otras motivaciones de carácter abiertamente delictivo. Y es que el balance de la pericia que –como ahora veremos- no se limita a decir que no se sabe cual fue el explosivo empleado, nos empuja sin remedio hacia tres desafíos a cual más vertiginoso: …; el de averiguar quien colocó las pruebas falsas destinadas a orientar la investigación en esa única dirección; y el de establecer quien escondió, manipuló o destruyó las pruebas verdaderas para evitar que se abrieran otras vías de pesquisas….”

Como vimos en la vista oral del juicio por el 11-M, los peritos fueron incapaces de determinar la marca de los restos de explosivo, como los expertos (los auténticos, no los de «El Mundo«)  habían pronosticado ya desde el principio. Como éste no es el resultado que interesa a Don Pedro, tiene que haber, forzosamente, un traidor que escondiera pruebas. Y se apoya, para afirmarlo, en tres de los cuatro peritos de parte, que precisamente no eran expertos en explosivos, y que durante el juicio no fueron capaces de declarar lo que ahora afirman y tuvieron que aceptar que existió contaminación accidental.

Ya en página 4, en cuarta y la última columna:

“… Pues el lavado con agua y acetona que han sufrido las muestras de los restos de los focos. Es decir, una intervención física y deliberada de una mano humana. ¡Qué feliz hallazgo semántico! Que nadie me alinee a partir de ahora con ninguna teoría de la conspiración, porque en este mismo momento abrazo la muy benemérita doctrina de la alteración del 11-M…”

La perito químico dijo en dos o tres ocasiones (en el juicio, bajo juramento)  que se extrae la mínima cantidad necesaria de la muestra a analizar, y el resto se deja sin procesar. Ese resto es el que le hicieron llegar a los peritos, y por lo tanto no «está lavado con agua y acetona«. La extracción realizada, al tratarse de una mínima muestra, y al quedar alterado por el calor y el análisis realizado, se desecha

Tanto en una página como en otra figura un dibujo que representa moléculas volando entre cartuchos y bolsas, figurando en el centro, parte superior, un letrero con la palabra “TEDAX”. Trata de reflejar gráficamente lo que Ramírez Codina, en la segunda columna, tercer párrafo, denomina “teoría de la suite del Cascanueces” .

El lunes 21 de mayo de 2007, DOC 41, en página 3 en editorial titulado : “Sí había restos del 11-M, pero Manzano ni los analizó ni los aportó”. En todo su contenido se vierten falsedades sobre las actuaciones del día 11-M e imputaciones de conductas negligentes y dolosas graves.

Entre otras:

“…Como no podía ser de otra manera, las nuevas revelaciones vuelven a poner el foco sobre la desastrosa actuación del ex jefe e la Unidad Central de los Tedax, Sánchez Manzano… Las órdenes de Sánchez Manzano despiden el inconfundible aroma a chapuza que impregna muchas de las investigaciones del 11-M, pero que nadie se llame a engaño: aquí no ha habido sólo negligencia. Ha tenido que haber algo más…¿Prefirió Manzano mantener sus pesquisas en una zona de sombra que le permitiera respaldar la emergente tesis de la goma 2 ECO en vez de averiguar la verdad?… Lo que si debería hacer el Tribunal es tomar buena nota de la conducta del ex jefe de los Tedax, cuyo papel en la recogida de restos supone en el mejor de los casos una inaceptable negligencia y en el peor una actuación que raya en el encubrimiento y la manipulación de pruebas. En todo caso un crimen que no puede quedar sin castigo”.

Pedro Jota Ramírez se inventa negligencias en el trabajo de los TEDAX y las achaca todas a su jefe; como si él, personalmente, hubiera realizado, a mano, el trabajo de todos los TEDAX de la unidad. Concretamente, la recogida de las pruebas, que ha sido suficiente para llevar a juicio y condenar a varios de los culpables de los atentados del 11-M, (comparen con los atentados de Londres, o de las Torres Gemelas) no suministró evidencia de la aparición de Titadyn.

Por lo tanto, y dado que ése es el compuesto que tenía que aparecer, alguien lo escondió. ¿Culpable? Sánchez Manzano. La manera de poder realizar el ocultamiento de toneladas de pruebas, cambiar las muestras, etc, ante los ojos de decenas de TEDAX, el Comisario General de Seguridad Ciudadana y el Comisario General de Información, que permanecieron con Sánchez Manzano buena parte del día,  no es relevante. Primero encontremos un culpable, luego ya encontraremos la manera en que ha hecho lo que decimos que ha hecho. Esta ridícula manera de razonar, que hunde sus raíces en las dictaduras más siniestras, sirve a Pedro Jota Ramírez para llevar a cabo sus venganzas personales, acusando a sus enemigos de todos los errores (verdaderos o inventados) que comenten sus subordinados o incluso sus jefes.

En el diario de ese mismo día, como primer titular en portada, se inicia un artículo suscrito por Garcia-Abadillo (DOC 42) : “Los Tedax amontonaron en sus depósito cientos de restos del 11- M sin etiquetar”. Como tercer subtitular “Agentes que participaron en las tareas de recogida atribuyen el incumplimiento de las normas de etiquetado al caos creado por la intervención personal de Manzano”. El contenido del artículo, que continúa en la pagina 8 y 9, contempla informaciones que no se ajustan a la realidad, por ejemplo el subtitulo de la página 8: “muchas de las muestras recogidas de las explosiones de los trenes fueron llevadas al Depósito de Restos Judiciales sin indicar de donde procedían y cuándo fue localizada, como ordena el protocolo”.

La mayoría de personas cuyas palabras cita Casimiro Garcia Abadillo, como siempre, son anónimas. Sólo cita el testimonio del responsable del Grupo TEDAX en Madrid ante el Tribunal que juzgaba el 11-M, que dijo «Lo normal era que lo hubiésemos recogido los del grupo, lo hubiésemos llevado al grupo […] si un ente superior, como era el jefe de la Unidad, decide que se llevase directamente a la Unidad, nosotros cumplimos la orden». Podrá estar más o menos de acuerdo con una orden de la superioridad, pero en todo caso ¿sabe el subordinado por qué se tomó esta decisión? Su obligación es obedecer, y es lo que hizo. Es «El Mundo», no el jefe de Grupo TEDAX de Madrid, quien quiere ver en la orden de Sánchez Manzano toda clase de traiciones, ocultamientos, actos criminales, trampas y hasta pasadizos secretos.

El martes, 22-5-07, en la página 3 de opinión: Que la marrullería de Manzano no empañe la labor de los Tedax”: (doc 43)

“… de cuyo almacenaje sin etiquetar y sin una cadena de custodia clara fue responsable el ex jefe de los Tedax… Tanto Interior como el Tribunal deben indagar en el turbio papel que ha desempeñado en la investigación Sánchez Manzano, que incumplió todos los protocolos de actuación y decidió no hacer nuevas pruebas con las muestras…”  «En cualquier caso sería muy injusto que la marrullería del que fue jefe de los Tedax empañara la abnegada labor…

En realidad «El Mundo» sí está dudando de la labor de buen número de TEDAX; concretamente, de todos aquellos que, de servicio aquel día 11 de Marzo o los siguientes, no pudieron por menos de haber visto la supuesta «labor de destrucción de pruebas» de Sánchez Manzano. Estos TEDAX incurrieron en un delito de encubrimiento (además de posiblemente, complicidad en los atentados, entre otros) al no comunicar, en el plazo más corto posible, a sus superiores, que se habían hecho desaparecer cientos de pruebas, que las muestras recogidas no eran las presentadas, etc. O ¿es que nos creemos que una sola persona puede hacer desaparecer toneladas de restos? No sirven las «palabras anónimas de un TEDAX que, obviamente, prefiere permanecer en el anonimato«. Según el diario de Pedro J Ramírez, decenas de TEDAX tuvieron que ser cómplices, con Sánchez Manzano, de los atentados del 11-M y / o de su encubrimiento.

Y, por cierto, que puesto que los periodistas de «El Mundo«, en su empeño por culpar del todo a Sánchez Manzano, también le culpan de la desaparición de restos que no custodiaron las unidades bajo su mando, tampoco estaría de más que se aclarara si también «El Mundo» sospecha de los miembros de otros cuerpos que tuvieron contacto con alguna de las pruebas que el diario considera sospechosas.

Ese mismo día, en portada: “La AVT pide el inventario de lo recogido por los Tedax el 11-M”, articulo que continúa en la página 20:

“… Sobre este aspecto, El Mundo informa ayer de que la unidad dirigida por el destituido Juan Jesús Sánchez Manzano almacenó cientos de restos del 11-M en Depósito de Restos Judiciales sin indicar de donde procedían…

Información de la que, por supuesto, Casimiro no aclara suficientemente la procedencia:

En algunos lugares, como Téllez y El Pozo, según han relatado a EL MUNDO diversos miembros de los Tedax, se recogieron restos de los focos sin que hubiesen sido etiquetados. «La recogida de restos no se hizo como es debido. Algunas muestras se llevaron a la Unidad Central sin etiquetar», se queja un miembro de la Unidad de Madrid.

Suponiendo, que todo puede ser, que «algunos restos» llegaran sin etiquetar, como dice el anónimo TEDAX amigo de Casimiro ¿podemos deducir de ello que Sánchez Manzano dio orden de almacenar muestras sin etiquetar? «Algunas muestras» se transforma en «Cientos de muestras» en el curioso estilo de Casimiro de hacer periodismo, pero el intrépido reportero sigue sin demostrarnos que Sánchez Manzano fuera responsable de que algún subordinado (si sucedió) remitiera algunas muestras mal procesadas.

Por cierto, este TEDAX ¿es el mismo que el «otro» amigo TEDAX de Casimiro, el que sale en «Titadyn» robándole a Belga197 la paternidad del hallazgo del error de Sánchez Manzano con la nitroglicerina? Es curiosa la cantidad de amigos parlanchines que tiene Casimiro en los TEDAX. Lástima que, en lo que se puede comprobar, v.gr. en las afirmaciones del TEDAX de Titadyn, podemos demostrar que miente… miente mucho.

3,3,3.- Falta de veracidad y ausencia de diligencia

Por supuesto aclaramos que ninguna acción de tipo disciplinar, interna o administrativa, ha sido ejercida contra mi mandante o contra alguien de la Unidad que entonces dirigía, precisamente porque las imputaciones sobre dejación de funciones, incumplimiento de los deberes de custodia, e incluso manipulación de informes y ocultación de datos son, simplemente, FALSOS. En ningún caso mi mandante, ni el resto de los cuatro niveles del cuadro de mando, dieron órdenes para que se actuara de forma distinta en el 11-M. Se cumplieron estrictamente los protocolos de actuación que anteriormente hemos reflejado.

De hecho, y aunque lo que en este juicio se dirime no es la inocencia de Sánchez Manzano, sino la de Pedro J. Ramirez, Casimiro García Abadillo, etc, no estará de más recalcar que la absolución de los periodistas, si se produce, no entrañará automáticamente la culpabilidad de Sánchez Manzano, ni la autenticidad de las acusaciones de «El Mundo«. La Libertad de Expresión y de Prensa, protegida de manera más extensa por nuestra constitución que otras libertades personales, permite que sea suficiente a «El Mundo» demostrar que hubo polémica (aunque la creara el propio diario) sobre la actuación de Sánchez Manzano para que sea considerado lícito tomar partido, en el debate, contra una de las partes, aunque luego las acusaciones no hayan sido ciertas.

La culpabilidad, o no, de Sánchez Manzano, se demostrará en demandas contra él. Recientemente ha sido admitida a trámite una demanda contra Sánchez Manzano y la perito química de los TEDAX. Dicha demanda está aún en periodo de recogida de información; esto es, no hay imputaciones. Si la querella se desestima, o posteriormente Sánchez Manzano resulta absuelto, será una buena piedra de toque para comprobar hasta qué punto el diario «El Mundo» respeta las decisiones judiciales y las leyes españolas (las que dicen que los españoles son inocentes de todo aquello de lo que no se ha demostrado su culpabilidad, y no al revés) de las que él, tan extensamente, se beneficia.

Los autores de las informaciones aquí denunciadas pudieron documentarse sobre la auténtica realidad de las mismas en el sumario 20/04, de donde extraían los datos que, debidamente troceados y tergiversados, servían a la opinión pública, trasladando la imagen de pruebas falsas, manipulaciones, ocultaciones, encubrimiento…, todo ello envuelto en palabras grandilocuentes como: en beneficio de la verdad, no se lo puede permitir la democracia o la dignidad nacional, las cuales añaden una mayor carga ofensiva al falso mensaje, incrementando los efectos sobre el honor y la imagen de las personas mencionadas, entre ellas mi mandante, al cual sitúan claramente en el centro de estas “maniobras”.

Si omitieron comprobar que en el sumario constan: las actas de recogida y entrega de restos de los trenes del grupo de la Jefatura de Madrid, de 17 de marzo de 2004, las de la unidad central, con su correspondiente referencia de etiquetado; el informe del análisis realizado el 26 de marzo de 2004 sobre el resto de las explosiones de los trenes; que las piedras no constan en ninguna de las actas de los TEDAX de la Policía y si en las de la Guardia Civil, los demandados no pusieron ninguna diligencia en comprobar la veracidad de sus publicaciones ni tuvieron en cuenta las más elementales reglas de su oficio.

Efectivamente, las informaciones de «El Mundo» se han demostrado, en infinidad de ocasiones, erróneas; lo cual demuestra, al menos, que no comprueban suficientemente sus fuentes. Sin embargo, la táctica usada de jamás reconocer un error, cueste lo que cueste, hace que sus incondicionales cierren los ojos a sus inexactitudes.

La gravedad de sus acciones, publicando noticias o difundiendo opiniones contrarias a la realidad, alcanza sus máximos niveles en aquellas realizadas durante el mes de mayo de 2007, cuando el juicio del 11-M estaba tocando a su fin y ya habían declarado los testigos y los peritos. En la Vista Oral, retransmitida en directo por TV y radio, quedó claro y perfectamente inteligible para profanos, además de los cuestiones del anterior párrafo, que los procedimientos de recogida y custodia de restos es una labor técnica que realizan y documentan los TEDAX, y es supervisada por el cuadro de mando cuyos miembros son TEDAX, excepto mi mandante. También quedó claro que el lavado con agua y acetona es un medio técnico en la búsqueda y análisis de impregnaciones después de una explosión. Se expuso por mi mandante la normas que regulan los procedimientos y protocolos de actuación de los TEDAX y la delimitación de competencias en cuanto a análisis de restos, posteriormente, la sentencia acepta que han sido correctamente aplicadas al no atender las peticiones de deducción de testimonio.

La querella presentada por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M contra Sánchez Manzano y la perito, que veremos qué recorrido tiene, no contradice en absoluto lo afirmado en el párrafo anterior. Los tribunales que juzgaron el 11-M estudiaron en profundidad los datos aportados y no realizaron deducciones de testimonio. El Tribunal que ha admitido a trámite esta querella tiene aún que estudiar los suministrados y pronunciarse sobre una eventual imputación o no.

Como  ha dicho  Hermanita en el Foro de Desiertos Lejanos:

…a pesar de sus múltiples errores e inexactitudes —o digamos falsedades—: estaba cantada tal admisión. Como recientemente ha recordado el propio Tribunal Supremo, «Los hechos objeto de la querella son aquéllos, sucedidos o no, a que la querella se refiere, y los de la querella en cambio son el relato mismo que ésta en todo caso contiene. El relato afirmado es lo que exige el juicio valorativo de tipicidad a que se refiere el art. 313 de la LECriminal, y lo que esta Sala valoró. Reiteramos de nuevo que la valoración de si los hechos tienen significado penal no puede hacerse sino en función de los hechos que son alegados en la querella y no de los que resulten acreditados, porque si averiguarlos es el objeto del proceso, su verificación no puede convertirse en presupuesto de la incoación».)

O sea, que para la admisión de la querella, tan alborozadamente acogida entre los conspiracionistas, no se hará una valoración de si los hechos alegados son ciertos («resulten acreditados«) o no, sino simplemente si procede investigarlos, cosa que se hará más adelante.

Y, para terminar el análisis de la demanda de Sánchez Manzano:

Es evidente que bastaba una observación atenta a todo lo que, objetivamente, constaba y era presentado en relación con los TEDAX, para conocer la verdad. Desde luego, esto suponía un esfuerzo infinitamente menor que la construcción de los mensajes objeto de esta demanda a base de recortar, trocear, entrelazar e ignorar, según el caso, datos inveraces y verdaderos, para tergiversar o manipular una noticia, con un resultado falso, a raíz de lo cual se emitían opiniones difamatorias.

Pues sí; yo recuerdo un compañero que se dedicaba a hacer exámenes falsos para dar el «cambiazo» el día D. Tal proceder le suponía más trabajo que aprenderse la materia, pero… qué quiere que le diga. Unos pecan por vicio y otros por afición. En el caso de «El Mundo» es por dinero. No pensará que diciendo la verdad hubieravendido tantos ejemplares durante el conspiracionismo.

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2 respuestas a La demanda de Sánchez Manzano contra “El Mundo” (y V), por Errante

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  2. nituniyo dijo:

    una nueva duda dudísma que me acaba de inundar pensando en la acusación conspi de no mandar muestras a la policía científica. Pero vamos a ver, ¿los jefes de la policía científica no eran malos-malísimos dedicados a eliminar de la faz de la tierra toda referencia bórica o hiperbórea a ETA? ¿Para qué coño le iban a ocultar a la PC nada si esta misma estaba implicada? ¿No era mejor enviárselos y que ellos se encargaran de la ocultación de resultados y así PJ no se coscaría de nada? ¿Otro cante de estos conspiradores enamorados del riesgo?

    La policía sacando las cosas de la kangoo para luego volverlas a meter. Los malos poniendo titadine en los trenes y luego plantando ECO en vez de utilizar esta desde el principio y nos dejamos de follones. La mochila parriba y pabajo antes de ser plantada.
    Igual habría que haber elaborado desde el principio una reconstrucción detallada de la conspiración tal como la pintan los conspis, explicitar su versión alternativa con todas sus implicaciones, eso que ellos no tienen huevos de hacer. Un YO ACUSO, pero sin SUPUESTAMENTE.
    Un minucioso monumento al ridículo teorético

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