La demanda de Sánchez Manzano contra “El Mundo” (II), por Errante

Continuemos con la segunda parte de los artículos firmados por el Amigo Errante, que pretende poner de manifiesto que, pese a que el libro de Antonio Iglesias dice lo contrario, todas las teorías y acusaciones apuntadas en él ya habían aparecido en los medios de comunicación afines.

Primera Entrada: La demanda de Sánchez Manzano contra “El Mundo” (I), por Errante 

Continúa la demanda interpuesta por Sánchez-Manzano:

3,2,2.- Expresiones o mensajes lesivos

A pesar de la existencia de esta cadena de informes en la que, clara y meridianamente, constan: la ausencia de ocultación o manipulación de informes, la presencia de la metenamina por la generación en cromatógrafo y la irrelevancia de la presencia de esta sustancia, los demandados tergiversan y omiten parte del contenido de estos informes y omiten otros. Así mismo, presentan como negligente o delictiva toda la actuación de mi mandante sobre los informes realizados de análisis de explosivos y sobre las competencias de cada Unidad para realizar su trabajo.

Como veremos ahora, la acusación de que Manzano trató de ocultar el uso de Titadyn en los atentados, no es «una cosa de la que Iglesias se haya dado cuenta«.

Bien, ¿qué es lo que se publica de este incidente?. Se ha llegado a afirmar que mi mandante, como responsable de la Unidad, ocultó deliberadamente los verdaderos resultados de los análisis efectuados sobre las muestras de explosivos, para dirigir la investigación sobre la pista islamista y evitar así sospechas de intervención de ETA.

Pasemos, pues, a ver algunos ejemplos prácticos:

Después de la existencia en el sumario de todos los informes citados, veamos lo que se publica:

El 12 de agosto de 2005, se publica en portada: “Los agujeros negros del 11- M” “Las mentiras de la metenamina”, subtitulado: La policía dio datos falsos al juez sobre la composición de los explosivos”, DOC 17, en el que Fernando Múgica dice:

“… con su tergiversación inicial no corregida a lo largo de todo un año, se potenció un hecho falso que, sin embargo, ha quedado impreso a fuego en los ciudadanos: los explosivos de la furgoneta y de la mochila de Vallecas eran idénticos. Así, ha intentado explicar Manzano esa falsedad en su contestación al juez, fechada el 20 de abril de 2005.»

El 14 de agosto de 2005, en la Carta del Director de Pedro José Ramírez, titulada: “Primera exposición razonada a favor de la reapertura de la Comisión del 11-M”, DOC 18, dice:

“…cualquiera diría que una de las más contumaces aficiones del juez instructor es la de ser engañado por el comisario Manzano. Todo sugiere que eso ya ha ocurrido en al menos tres ocasiones y que Su Señoría se ha tragado… y ahora parece comulgar con la rueda de molino de que si Manzano le informó falsamente de que en la mochila en cuestión había metenamina – explosivo militar hallado en la furgoneta de Alcalá- y de que este es un componente específico de la goma 2- cosa que, atención, no es así- fue por un “error de transcripción”.

Binomio Sánchez-Manzano /falsedad. Pedro Jota, fiel a su estilo, (el que le llevó, contumaz, a repetir cientos de veces, contra toda lógica, que los peritos de parte eran los «independientes«) busca que su mensaje cale en los lectores a base de su repetición.

El 2 de octubre de 2005, en la página 28, enmarcado en un artículo escrito por Manuel Marraco: El jefe de los Tedax rechaza reproducir las explosiones del 11-M”, se publica otro titulado: Los otros episodios de Manzano”. (DOC 19)

En realidad, Sánchez Manzano no tiene potestad para mandar repetir o no las explosiones. No lo hizo. Y aunque lo hubiera hecho, los Tribunales han desechado completamente una idea tan peregrina como hacer repetir unas explosiones, cuya reproducción exacta es absolutamente IMPOSIBLE.

En el apartado de “Un componente “fantasma»”:

“…Al episodio de la radiografía le siguió el de la metenamina, un elemento que no forma parte de la Goma 2 ECO, aunque sí de explosivos más potentes. Una petición de la Guardia Civil puso al magistrado sobre la pista de graves errores.

El propio Sánchez Manzano tuvo que reconocer que era falso, como había informado, que los análisis de los componentes químicos de los explosivos encontrados en la furgoneta de Alcalá y los de la mochila de Vallecas indicasen que eran los mismos. En realidad, decían que la mochila contenía Goma 2 ECO pura, mientras que en la furgoneta había aparecido la metenamina. Al final, Manzano borró del mapa la metenamina, alegando que se había producido un “error de transcripción” en los informes y que las muestras estaban contaminadas”.

Obsérvese la torticera redacción: «Tuvo que reconocer…» «borró del mapa…» Si en efecto, hubo un error de transcripción, y en efecto parece que lo hubo, con toda seguridad no fue Manzano quien lo cometió, (¿cuándo se ha visto un Jefe reducido a amanuense?) sino los funcionarios que realizan los análisis o los copistas.

El 19 de marzo 2006, pag. 4, en Carta del Director de Pedro José Ramírez, titulada: “El ladrillo del padre de Amedo”, (DOC 20):

“… A base de seguir enlazando circunstancias y rimando una fichas con otras es imposible soslayar, además, que el mismo Comisario Sánchez Manzano, a la sazón jefe de los Tedax, que ahora se ha descubierto que llevaba dos años guardando en su poder la “mochila de Vallecas” mientras ésta criaba y se reproducía, es también el responsable de que casi durante el mismo intervalo se le ocultara al juez la radiografía que mostraba la situación de los cables y es también el responsable de suministrar al instructor información falsa sobre la composición del explosivo, para hacerla coincidir –via metenamina- con la de los cartuchos de la furgoneta de Alcalá”.

De la «mochila en la cocina de Sánchez-Manzano» ya se ha hablado lo suficiente; de la metenamina ya hemos hecho comentario. La supuesta ocultación de la radiografía por Sánchez Manzano no es tal; él se limita a ejercer de correa de transmisión entre los peritos, que son quienes realizan el trabajo, y el juzgado; si hubo un retraso no fue achacable a dolo de Sánchez Manzano; pudo deberse a un retraso lógico debido a la necesidad de priorizar trabajo ( tras el suicidio de los componentes del comando, que la bomba no explotara porque se soltó un cable o  porque la pila estaba gastada, tiene nimia importancia) o a un imperfecto funcionamiento del servicio.

El 25 de abril de 2006, Fernando Múgica, en el articulo titulado: “Los agujeros negros del 11-M (XXIX)”, en el apartado:  “Mentira flagrante”,  (DOC 21) dice:

…No perderemos ni un minuto en recordar algo obvio. El informe sobre la coincidencia entre esa dinamita de la Kangoo y la encontrada en la mochila número 13 (la que se encontró y desactivó en la comisaría de Vallecas en la madrugada del 11 al 12 de marzo) estaba amañado”.

Hombre, obvio es lo que es evidente, que no necesita pruebas para ser aceptado. Y si usamos la palabra «amañado«, estamos presuponiendo una intención de «trucar«, «engañar«, que necesita ser probada.

¡Qué ricos! Cuántas veces se han beneficiado ellos de «no está probada la intención de zaherir el honor» en sus artículos, para que vengan ahora a no permitir a los demás la presunción de inocencia.

Continua, en la página 12, dando explicaciones sobre la misma materia y en el mismo sentido.

El 24 de junio de 2006, en sección de opinión, pag. 3: “¿Había o no metenamina en la Kangoo?”, (DOC 22) se escribe:

“… el jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, despachó la mención a la metenamina como consecuencia de la contaminación de la muestra examinada. Sin embargo, existe la sospecha de que no hubo tal error, y que el explosivo utilizado en los trenes o al menos el localizado en la furgoneta no era el mismo que la goma 2 hallada en Vallecas. Lo más grave, en todo caso, es que esta duda clave no va a ser despejada…. Y, en cualquier caso, este episodio vuelve a poner de relieve lo turbia que ha sido la conducta de Sánchez Manzano en todo lo relacionado con el 11-M…«

Obsérvese que, como Sánchez Manzano no hacía personalmente los análisis ni los informes, la posibilidad de que haya alterado alguno tiene un riesgo para él estratosférico: primero porque los papeles suelen guardarse por dupli o triplicado. Segundo porque habría testigos de que los informes originales habían sido falseados… No. Si alguien hubo que falsease algo, debe buscarse más abajo, entre los que lo hicieron. Pero ¿para qué?

Ese mismo día, en un artículo firmado por Manuel Marraco, página 16: “…Los sucesivos informes presentados al juez del Olmo por el comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano han ofrecido al juez versiones contradictorias sobre la composición de los explosivos. Desde la inicial coincidencia de ambos hasta la aparición y posterior desaparición de la metenamina…

El 20 de julio de 2006, en página 3, editorial: “Manzano debe ser destituido”, DOC 23:

“… Si la negativa de los Tedax o del propio Ministerio del Interior a hacer público aquel primer informe acrecienta la sospecha de que si se detectó nitroglicerina en los trenes –lo cual confirmaría que Sánchez Manzano mintió al juez Del Olmo, el documento sobre la Kangoo coloca al jefe de los Tedax en una situación verdaderamente insostenible en la medida que apunta a una voluntad deliberada de manipulación de pruebas. …En todo caso, si en este ámbito se mantiene la presunción de inocencia, su reiteración en comportamientos turbios convierte este último episodio en la gota que colma el vaso…”.

Asombroso. Sánchez Manzano fue nombrado por el Gobierno del PP; los sindicatos pedían su dimisión al unísono cuando llegaron los atentados, y estaba previsto su relevo si ganaba el PP, y más aún si lo hacía el PSOE; sin embargo, los atentados, su error con  la Comisión Parlamentaria, y los ataques conspiracionistas, hicieron que Rubalcaba lo mantuviera en el poder, pues destituirlo podría ser interpretado como conceder la razón a las acusaciones de sus enemigos. Como veremos en la próxima entrega, cuando por fin fue cesado, «El Mundo» puso también el grito en el cielo.

De modo que fue, en realidad, «El Mundo» el culpable de que se le mantuviera en el puesto. Durante los dos años que siguió como Jefe TEDAX, todo papel que se redactó, todo análisis que se hizo, todo error que se cometió entre los TEDAX, fue achacado personalemente a «mala fe, engaño, manipulación u obstrucción de Sánchez Manzano» … aunque éste no hubiera visto tal papel en su vida.

En la página 8, Casimiro García-Abadillo suscribe un artículo (DOC 24) que dice así:

El informe de los Tedax del día de los atentados ofrece un resultado técnicamente imposible…” dice: “Lo más probable, según apuntan dichas fuentes, es que Sánchez Manzano -, que, como se ha visto, tenía mucho interés en demostrar que el explosivo utilizado era Goma 2 ECO y no ninguno otro- enviara al laboratorio de Policía Científica una muestra patrón contaminada efectivamente con metenamina, y que la muestra remitida para el cotejo no fuera la que se obtuvo en la Renault Kangoo, sino una parte de la misma muestra que se mandó como indubitada. Según esa interpretación de esa forma habría total garantía de que el resultado fuera inequívoco: una y otra serían iguales. Es decir, Goma 2 ECO, como Sánchez Manzano quería demostrar. La fatalidad, sin embargo, le jugó una mala pasada…”

Atención, compañía. Como dijo Jesús, quien quiera mentir tenga buena memoria. (cita apócrifa) ¿Han visto la fecha en que Casimiro escribía ésto? 20 de Julio de 2006.

Veamos lo que dice en «Titadyn», página 43 y ss:

Con todo, la aparición de nitroglicerina en la muestra M-1 fue para mí un gran misterio…

Concluido el juicio le pregunté al perito responsable de dicho análisis si se habían utilizado todas las técnicas del laboratorio sobre la muestra y él me respondió con rotundidad que sí…

Su explicación es que la M-1 que les fue remitida a las cinco de la tarde del día 11 de marzo no fue la misma muestra que los peritos analizaron el 20 de marzo de 2007…

…no desaproveché la ocasión, tras mostrarme su escrito, de preguntarle al propio Iglesias sobre el mismo asunto. De hecho, a él también le había preocupado esa incoherencia…

…me pidió tiempo para repasar sus notas…

O sea, que Casimiro sospecha en 2006 que Sánchez Manzano ha remitido varias muestras falsas a la Policía Científica con intención de obtener unos determinados resultados. Sin embargo, se olvida completamente de lo que él mismo ha publicado, para ir «después del juicio» a hablar con Escribano ¿quién, si no? y, a pesar de lo que éste le cuenta, sigue sin recordar sus propias deducciones del año anterior. Tiene que ir a Iglesias para que tire de notas de la pericia y le descubra lo que él ya sabía un par de años antes.

El 23 de julio de 2006, en carta del director de Pedro José Ramírez:  “No existen pruebas … ni existirán?», DOC 25, dice:

“…¿Quién podría objetar a que, correlativamente, tomáramos por mentirosos a Manzano y su ayudante en relación a la nitroglicerina, después de haberles pillado en una doble falsedad flagrante en relación a la metenamina? Que nadie se me pierda porque lo de la metenamina es capital para demostrar el dolo, la intencionalidad aviesa con que, a juzgar por todos los indicios, el jefe de los Tedax trató de predeterminar el resultado de los análisis de los explosivos…. «

A todo ésto ¿cúántas veces han visto ustedes en «El Mundo» la acusación de que el Presidente del Gobierno se refugiaba en el pasado cuando cita la guerra (aún no concluido el problema, ojo) de Irak? Parece increíble que sea el mismo periódico que machaconamente repite una y otra vez el mantra del GAL, cosa juzgada y terminada hace una buena porción de años.

El que el ministro del Interior no se haya desembarazado aún de un presunto sinvergüenza y probado incompetente como Manzano pese a la demanda unánime de los sindicatos policiales, sólo puede obedecer a que entre ellos haya lazos inconfesables o, más probablemente, a que Rubalcaba trate de impedir que el gran público se entere del estado ruinoso en que ha quedado el sumario del 11-M…..”

Comprobarán, como he dicho, en la siguiente entrada, lo que escribió el mismo personaje cuando se cesó a Sánchez Manzano

El 25 de julio de 2006, en portada, un artículo suscrito por Casimiro García- Abadillo:El sumario incluye los componentes de todos los explosivos menos los de los hallados en los trenes” subtitulo: “todo lo que usted quiso saber sobre la dinamita y Sánchez Manzano se encargó de disfrazarlo”. DOC 26:

«… A esa hora, parecía claro que la intención del jefe de los Tedax era demostrar que el explosivo utilizado no era Titadyn, sino Goma 2 Eco, lo cual era fundamental para determinar la autoría del atentado y, por tanto, para condicionar el resultado electoral de los comicios que se celebraban el 14 de marzo…

Como quedó aclarado en el juicio, no es posible conocer la marca de un explosivo detonado si no sabemos otros datos. La Perito TEDAX informó de que había encontrado «componentes habituales de dinamita» y al principio nadie le preguntó más. Pero la misma irrelevancia del asunto deja en evidencia a Casimiro. Si Sánchez Manzano estaba trucando todos los análisis… ¿por qué iba a callarse lo que dijo la Perito?

Continua el artículo: “… ¿Es que acaso todas las muestras patrón que tienen en el laboratorio de los Tedax están contaminadas con metenamina? ¿Por qué Sánchez Manzano, en lugar de tomar nota de lo que le dijo la Policía Científica y ordenar nuevos análisis sobre los restos de la Kangoo, lo que hizo fue falsear el informe y afirmar que también había metenamina en el explosivo de la bolsa de Vallecas?

En el apartado, Atentado del AVE: “La Guardia Civil que investiga el atentado del AVE cerca de Mocejón (que, a su vez, instruye el Juzgado nº 3…) detectó la contradicción entre los distintos informes. Para empezar, en los análisis que realizó el laboratorio del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil no detectó metenamina en el explosivo que los terroristas habían situado en la vía del tren….”.
 

(Nota del Autor: Esto lo escribe un año después de que constara en el sumario el informe de la Guardia Civil diciendo todo lo contrario, como hemos referido anteriormente).

El 31 de julio de 2006, DOC 27 y 28, en la página 3 en la sección de opinión: “Cuarto engaño policial al juez sobre el explosivo de la Kangoo, hablando de la metenamina:

“… Esa fue, por lo tanto, la primera vez que Del Olmo recibió datos falsos sobre esos pequeños restos de explosivos que en la tarde del 11-M cambiaron el rumbo de la investigación…

Y del cuarto engaño damos cuenta hoy: en vez de la analítica contaminada se acaba de enviar al juez Del Olmo los explosivos del piso de Leganés.  Sin duda para que no vuelva a tropezar con la metenamina… Si volviera a salir metenamina, quedaría en evidencia que la prueba no salió de la furgoneta sino del propio laboratorio de los Tedax”.

¿Se han fijado? «El Mundo» no dice «cuarto engaño de Manzano«. En este error (que lo fue, sin más) es la Policía Científica quien, sin ninguna intervención de los TEDAX ni Sánchez Manzano, remitió un informe equivocado. «El Mundo«, con la mala fe que le caracteriza, acusa a la Policía… de querer encubrir a Manzano.

Ahora pensemos, por increíble que parezca, que la Policía Científica trata de encubrir a un policía, de otro cuerpo, que tiene en su conciencia doscientos muertos, o al menos el encubrimiento de los culpables. La experiencia nos demuestra que, cuanto más gordo es el delito, por lo general se presta más atención a su encubrimiento. Errores como éste, que además se van a descubrir sí o sí, no los comete un encubridor. Y punto. 

Ahora lo explica un poco más:

En portada de ese mismo día, en un articulo de Manuel Marraco, con el titular: “La policía envía por cuarta vez al juez datos falsos sobre el explosivo de la furgoneta”.

Después en pagina 8, tras explicar que la confusión es de P.C., dice: “ …Cuando meses después la Guardia Civil puso al juez en la pista de la metenamina, Del Olmo exigió un informe a Juan Jesús Sánchez Manzano, y el inspector jefe de los Tedax le dijo que la presencia de esa sustancia se debía a contaminación…”.

Obsérvese la teatralización de la narración: El juez del Olmo «exigió» un informe a Sánchez Manzano. ¿Cómo lo sabe Marraco? ¿Acaso estaba cuando (es de suponer, según la narración, que su cedió así) Del Olmo puso de chupa dómine a  un Sánchez Manzano tembloroso, y le exigió a gritos una explicación?

Apuesto a que no.

¿Qué, nos tomamos un descanso? creo que nos lo merecemos, tras tanta intoxicación…

 

Tercera Entrada: La demanda de Sánchez Manzano contra “El Mundo” (III), por Errante

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