FAQ – El Suicidio de Leganés (I)

Preguntas frecuentes sobre el suicidio de Leganés, primera parte.
Todos los sucesos del día hasta el asalto de los GEOS.

Yo, a día 22 de julio [de 2004], lo que tengo absolutamente claro es que hubo un grupo de integristas marroquíes que se suicidaron en Leganés y que pretendían morir matando.
Agustín Díaz de Mera, Director General de la Policía durante los hechos de Leganés y actual eurodiputado por el PP

Antecedentes

¿Quién alquiló el piso de la calle Carmen Martín Gaite No. 40 de Leganés? ¿En qué fecha?
¿Cómo localizó la Policía el piso de la calle Carmen Martín Gaite?
¿A quién se informa de dicho descubrimiento?

Huida de Bouchar

¿Abandonó alguien la casa una vez la Policía se personó en las inmediaciones del inmueble?
¿Pudo ser identificada esta persona?
¿Cómo pudo huir Bouchar de los policía que le perseguía?
¿Avisó Bouchar a gritos a sus compañeros de la presencia policial como han afirmado algunas informaciones periodísticas?

Identificaciones Previas

¿Pudo la Policía identificar a alguno de los moradores de la vivienda?
¿Supo la Policía en algún momento el número de personas que había en la casa?
¿Qué personas pudieron ser identificadas en el piso de Leganés antes de la explosión?
¿Fueron grabadas las conversaciones de los terroristas por la Policía o el CNI?
¿Habían sido vistas esas personas con anterioridad frecuentando el piso?

El supuesto tiroteo

¿Se produjo un intenso intercambio de disparos entre los moradores de la vivienda y la Policía como afirman algunas informaciones periodísticas?
¿Es verdad, como han afirmado algunas fuentes, que testigos muy próximos al piso no llegaron a escuchar el tiroteo?
¿El hecho de haber encontrado muy pocas vainas en el desescombro no es prueba de que el tiroteo fue falso, y que la versión oficial es por tanto falsa?

El asalto

¿Da el auto información sobre quién estaba al mando de todas las operaciones de la Policía?
¿A qué hora llegaron los GEOS al lugar?
¿Quién dio la orden de entrar a los GEOS?
¿Fue precipitada la orden de entrar?
¿Cuál es la secuencia de eventos inmediatamente anterior a la explosión?


Nota: Siempre que no se diga otra cosa, las páginas reseñadas corresponden al Auto de Procesamiento de fecha 10 de Abril 2006


Antecedentes

¿Quién alquiló el piso de la calle Carmen Martín Gaite No. 40 de Leganés? ¿En qué fecha?

Mohamed Belhadj fue la persona que formalizó el contrato, el día 8 de Marzo de 2004, a través de una gestoría (Página 1053 y 1138).

Belhadj ha sido identificado por dos testigos y por la documentación entregada para formalizar el contrato: permiso de residencia y tarjeta de débito VISA Electrón de La Caixa (Pág. 1138).

Cabe señalar que uno de los testigos identifica tentativamente a unos de acompañantes de Belhadj como Amer Azizi o Mohamed Afalah (misma página).

¿Cómo localizó la Policía el piso de la calle Carmen Martín Gaite?

No queda claramente establecido en el auto.
El Comisario del Cuerpo Nacional de Policía (C. N. P.), con carné 11.401 afirma haber recibido una llamada sobre las 15:15 horas del comisario Sr. Gómez Menor, responsable de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía y especializado en terrorismo árabe, desde la Comisaría General de Información (C.G.I.), para informarle de que creía haber encontrado un piso en Leganés donde podían encontrarse personas relacionadas con los atentados del 11-M (Página 194).

El atestado policial señala que la ubicación exacta del piso era desconocida para la Policía:

“Seguidamente se procedió a realizar las averiguaciones oportunas para determinar de qué piso en concreto del edificio había salido el individuo y si tenía relación con los individuos que con motivo de las investigaciones se intentaba localizar. Pudiéndose establecer que se trataba del piso primero puerta dos, siendo los únicos residentes de origen árabe en el edificio.» (Página 194)

Esta afirmación desmentiría las sospechas de Luis del Pino en su Enigma 23, donde insinúa que la Policía tenía el piso identificado de forma previa al 11-M, al haber llevado a cabo al menos otras dos actuaciones anteriores en él.

Dicho esto, comentemos que la declaración del comisario con carné 11.401 parece reflejar que el piso estaba plenamente identificado, aunque hay que tener en cuenta que dicho comisario no me movió nunca de la Comisaría General de Información (CGI), por lo que no fue testigo directo de los hechos.

Por otro lado, tenemos las declaraciones del funcionario del CNP con carné 74.693, realizadas el 17 de Febrero de 2006. Al declarante se le ordenó acudir a la calle Carmen Martín Gaite de Leganés porque “en dicho lugar habían saltado unas tarjetas telefónicas que en principio se encontraban implicadas en los atentados del 11 de Marzo de Madrid”. (Página 164).

Está claro que una tarjeta telefónica –en realidad un teléfono con tarjeta– sólo puede delimitar un área general asociada con una BTS o antena de móvil, pero una vez delimitada esa área, pueden llevarse a cabo inspecciones oculares. Según algunas informaciones varios días antes algunos policias fueron enseñando fotos de los sospechosos a tiendas cercanas a la calle Carmen Martín Gaite.

García Abadillo, en su primera entrega de la prepublicación de su libro, «11-M, la venganza», afirma que la casa se ubica a partir de una conversación interceptada con la inmobiliaria, que sería la que a su vez daría los datos definitivos de ubicación:

Los agentes de la UCAO localizaron, rastreando la tarjeta de prepago correspondiente al teléfono 653026006 (que después se descubriría que era el usado por Rachid Oulad), una llamada realizada el 7 de marzo al número 654658495. Este teléfono correspondía a Mohamed Belhadj. El día 3 dicho teléfono fue intervenido por la Policía, que detectó una llamada de entrada procedente del número 636173514, cuyo propietario, según se pudo comprobar, era Gonzalo Fernández Partido, administrador de fincas de la sociedad inmobiliaria Geinsa, sita en la avenida de los Derechos Humanos, número 20, de Leganés.

Esa misma mañana, agentes de la Comisaría General de Información se trasladaron a la inmobiliaria y comprobaron que, efectivamente, Belhadj (Douar Mnoud, Marruecos, 1970) había alquilado el día 8 de marzo una vivienda en el primer piso del edificio situado en el número 40 de la calle de Martín Gaite, en el barrio de Zarzaquemada (Leganés), por la cantidad de 600 euros al mes.

Nuevamente, García Abadillo desmentiría a Del Pino. García Abadillo dice también que un policía confirma la sospecha llamando al telefonillo, fingiendo haberse equivocado, y siendo contestado por una voz con acento marroquí. Pero como toda información periodística que publicamos, sea del medio que sea, ésta debería ser tomada con las reservas del caso. De todas formas, queda claro que existen muchas explicaciones alternativas razonables de cómo la Policía pudo localizar el piso.

Finalmente, hay que hacer notar que ni los atestados policiales ni las declaraciones testimoniales en una instrucción suelen consignar todo el detalle de las pesquisas que llevan a un cierto resultado.

¿A quién se informa de dicho descubrimiento?

Al Comisario Jefe de la UCII (Unidad Central de Información Interior, especializada en terrorismo interno) y al Comisario General de Información. También se envió al lugar personal de la UCIE (Unidad Central de Información Exterior, especializada en terrorismo extranjero). (Página 194)

Huida de Bouchar

¿Abandonó alguien la casa una vez la Policía se personó en las inmediaciones del inmueble?

Sí. Según declaraciones del funcionario del CNP citado arriba, una persona joven y de aspecto árabe salió del portal con una bolsa de basura que depositó junto a los contenedores. De regreso se percató de la presencia policial y huyó a la carrera sin que pudiera ser alcanzado y detenido. (Página 165)

¿Pudo ser identificada esta persona?

A la vista de las fotos que se le enseñan el funcionario duda entre Mohamed Belhadj y Abdelmajid Bouchar, inclinándose por este último. Posteriormente, en rueda de reconocimiento con fecha 8 de Marzo de 2006, cree reconocer a éste último como la persona que abandonó el lugar a la carrera. (Página 166)

Nota: Bouchar fue detenido en Serbia y extraditado a España el 25 de Septiembre de 2005.

¿Cómo pudo huir Bouchar de los policía que le perseguía?

Por su condición de atleta. Bouchar pertenecía al Club de Atletismo Zarzaquemada, de Leganés, y en 2001 quedó segundo en la Milla Villa de Parla.

¿Avisó Bouchar a gritos a sus compañeros de la presencia policial como han afirmado algunas informaciones periodísticas?

No, al menos, ni el funcionario del CNP que le persiguió ni ningún otro testigo hace mención alguna de este hecho. (Página 165)

Identificaciones Previas

¿Pudo la Policía identificar a alguno de los moradores de la vivienda?

Sí, un funcionario del CNP vio a uno de ellos asomarse por dos veces a la ventana de la casa. Posteriormente lo reconoció en las fotografías que le fueron mostradas como Mohamed Oulad Akcha(Página 166).

¿Supo la Policía en algún momento el número de personas que había en la casa?

No de manera indubitable. Hay varias referencias en el auto. Un funcionario del CNP (74.693) habla de “5 o 6” por la algarabía y los gritos que se escuchaban (Página 165).

Un GEO (27.288) apostado en la puerta de la vivienda declaró que: “… no pudo distinguir las personas que había dentro aunque sabe que eran más de dos”. (Página 198).

Otro GEO (64.609): “No llegué a verlos, eran varios pero no podría precisar cuántos” (Página 198).

Otro más (80.192): “Cree que llegó a escuchar tres voces distintas, una en musulmán, otra en árabe y español y otra claramente en español y decía «mamones entrad” (Página 200).

Hay que hacer notar, a partir de estos testimonios, que la presencia de varias personas vivas inmediatamente antes de la explosión está plenamente acreditada, y hace muy complicado creer en la versión que Del Pino adelanta en su Enigma 18, asegurando que los terroristas «fueron suicidados». La tesis, manejada por algunas fuentes conspirativas, de que los terroristas estaban muertos con anterioridad a la llegada de la Policía es refutada por todos estos testimonios.

¿Qué personas pudieron ser identificadas en el piso de Leganés antes de la explosión?

Mohamed Oulad Akcha, reconocido por un funcionario del CNP, como se recoge arriba.

También hay cuatro llamadas cortas registradas desde el teléfono de Mohamed Oulad Akcha entre las 18:56 y las 19:00, dos a Ahmed Oulad Akcha y uno a la madre de Serhane Ben Abdelmajid Fakhet.

Addennabi Kounjaa.Según llamada recibida en la sala del 091 en Aranjuez sobre las 19:30 horas, una persona que se identifica como su hermano dice haber recibido una llamada suya en la que afirma estar rodeado en una casa en el barrio de Zarzaquemada en Leganés; “que tiene explosivos y que iba a hacerlos estallar si no se retiraban los policías”. (Página 197).

Jamal Ahmidan, alias El Chino. Según llamada recibida en la sala del 091 de Aranjuez sobre las 1900h, una persona que se identifica como su hermano dice haber recibido una llamada de su madre desde Marruecos diciendo que Jamal se comunicó con ella para decirle que se iba a inmolar. (Página 197).

El funcionario del CNP con carné 14.702 declara que, antes incluso de la explosión,: “les dijeron que habían detectado conversaciones telefónicas de los terroristas con familiares diciendo que esa noche iban a morir”. (Página 198).

Como puede constatarse, no constan llamadas a la Policía desde Marruecos, como ha circulado en medios conspiracionistas que afirma la «versión oficial». Vemos claramente que el auto no afirma tal cosa. La única llamada desde Marruecos, la de la madre de Ahmidan, es al hermano de Jamal, y éste a su vez llama a la Policía.

¿Fueron grabadas las conversaciones de los terroristas por la Policía o el CNI?

No consta en el auto ni una cosa ni la otra; sin embargo, Del Pino consigna, sin citar la fuente exacta, transcripciones de una conversación de Abdenabi Kounjaa con su hermano, comentando que el teléfono de éste había sido intervenido días antes. Y por supuesto las llamadas de parientes de terroristas que se hicieron al 091 están grabadas. De lo que no existe la menor evidencia es de llamadas grabadas por el CNI

¿Habían sido vistas esas personas con anterioridad frecuentando el piso?

Sí. Hay testimonios de vecinos que identifican a Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, Mohamed Oulad Akcha, Rachid Oulad Akcha, Jamal Ahmidan, Addennabi Kounjaa y Asrih Rifaat Anouar, coincidiendo dos testimonios en todos menos Rifaat Anouar y Mohamed Oulad Akcha. También se identifica a Said Berraj por haberle visto en la acera (Página 1139).

Un testigo informa haber viste a tres personas, una de ellas Asrih Rifaat Anouar, introduciendo una mochila negra en el maletero de un VW Golf rojo 0710 BNH (misma página), que en otra parte del auto es identificado como propiedad de Ibrahim Afalah, hermano del huido con orden de busca y captura Mohamed Afalah (Página 244).

El supuesto tiroteo

¿Se produjo un intenso intercambio de disparos entre los moradores de la vivienda y la Policía como afirman algunas informaciones periodísticas?

A partir de las declaraciones de los policías personados en el lugar no puede afirmarse tal cosa. El policía que persiguió a Bouchar sin éxito habla de “hasta quizás unas 8 detonaciones”, y de que, después de asomarse M. Oulad Akcha, «se oyeron otras 2 o 3 detonaciones». (Página 165). En el auto tampoco se recoge que la Policía disparara contra la vivienda.

Otra declaración (GEO 28.400) habla de que le comentaron que se habían hecho disparos indiscriminados, pero nunca afirma que sean abundantes, y de todas formas no fue testigo presencial de los hechos. (Página 198)

El País publicó declaraciones de testigos presenciales. Nuevamente, en ningún caso ese medio avala que el tiroteo haya sido nutrido. De hecho, se habla de «tiroteo intermitente»:

«M., otra vecina del inmueble, explicó que «poco después de las seis ha empezado un tiroteo entre diez policías de paisano desde el interior de la manzana hacia los pisos de los terroristas», informa Francisco J. Barroso. Fue un tiroteo intermitente, que se prolongó hasta las 20.00. «Los vecinos nos asomábamos, pero los policías nos decían que bajáramos las persianas y nos retiráramos», añadió. M. también escuchó los gritos en árabe de los terroristas.» (EL PAíS de 4-4-04)

En los testimonios de los GEOS apostados a la puerta de la vivienda también consta que se produjeron disparos desde el interior de la vivienda, pero después del supuesto tiroteo reportado por los medios. Dichos disparos fueron contra los GEOS apostados en la escalera, mientras que el tiroteo al que se referían los diarios habría sido hacia afuera. (Página 197 y 198).

Posteriormente, en las labores de desescombro, sólo se recuperaron cinco vainas percutidas, lo cual es consistente con las declaraciones testimoniales de que el tiroteo no fue ni nutrido ni constante. (Página 166 y siguientes).

Queda con ello desmentido el “hombre de paja” inventado por Del Pino en su Enigma 18, en el que pretende que los informes policiales apuntaban a un rocambolesco tiroteo de película, aprovechando dicha inverosimilitud para desacreditar la supuesta “versión oficial”. Lo cierto es que la dramatización que Del Pino ha pergeñado no se corresponde con los testimonios, y por tanto, no se puede afirmar en ningún momento que forme parte de la supuesta “versión oficial”. Es la forma clásica de la falacia del “hombre de paja”: inventarse lo que dice el adversario y atacar esta invención, haciendo creer que con ello se derrota el argumento del adversario, cuando lo que realmente se hace es luchar contra fantasmas.

¿Es verdad, como han afirmado algunas fuentes, que testigos muy próximos al piso no llegaron a escuchar el tiroteo?

El auto no lo consigna. De todas formas, de ser cierto sería explicable dada la parquedad de dicho tiroteo.

¿El hecho de haber encontrado muy pocas vainas –cinco– en el desescombro no es prueba de que el tiroteo fue falso, y que la versión oficial es por tanto falsa?

No. En primer lugar, como hemos visto y como amplía Luis Fernando Areán en el artículo El Unicornio en el Garaje (II) – La versión oficial, una ficción, la «versión oficial» no apunta a un intenso tiroteo. Algunos medios, notoriamente El Mundo en boca de Casimiro García Abadillo, llegaron a implicar la existencia de dicho intenso tiroteo, pero debería quedar meridianamente claro que:

  1. Los medios cometen errores y a veces exageran la escena para dar dramatismo.
  2. Información publicada, dada por buena por El Mundo y nunca retractada difícilmente puede llamarse parte de la «versión oficial»

Estamos pues, en la afirmación del Enigma 18 de Del Pino, ante otra muestra de la falacia del hombre de paja: hacer afirmar a la «versión oficial» algo que la propia versión oficial no afirma.

Pero incluso si el tiroteo hubiese sido muy intenso, recordemos que entre dicho tiroteo y el desescombro medió la explosión de 30 Kg. de dinamita. ¿Sabe alguien a ciencia cierta cuántos disparos se hicieron? ¿Sabe, con base en esta información y un modelo de lo que debe ocurrir después de una explosión, cuántas vainas deberían haber sido recuperadas? Si no lo sabe ningún conspiracionista –y es evidente que no lo saben– no pueden afirmar de ninguna forma que el número de vainas encontradas es «poco». ¿Qué quiere decir poco? ¿Dónde están los criterios objetivos para determinar que ese número es poco? ¿Alguien ha calculado que el número de vainas debería estar entre X y Y, con una probabilidad de, digamos, 98%, y que el número de vainas encontrado es mucho menor que X? Repetimos, no, nadie lo ha calculado.

Se hace la afirmación incurriendo en la típica falacia de confundir ausencia de evidencia con evidencia de ausencia, lo cual es una forma del argumentum ad ignorantiam: afirmar que como no se puede probar A (donde A en este caso es la afirmación «el número de vainas encontrado se corresponde con la intensidad del tiroteo y con la existencia de una fuerte explosión»), entonces se afirma que A es falso. Pues no puede hacerse. Esto es una falacia, y una de las más usadas por los conspiracionistas.

El asalto

¿Da el auto información sobre quién estaba al mando de todas las operaciones de la Policía?

No se establece claramente quién estaba al frente del operativo.

Por la cadena de mando, las decisiones corresponden al Subdirector General Operativo, Pedro Díaz Pintado, y en su defecto, al Comisario General de Información, Jesús de la Morena.

Hay evidencia en este sentido. El Comisario con carné 11.401 así lo declara:

«[Él y otros comisarios se hallaban] en contacto con el grupo de funcionarios que estaban desplazados a Leganés, y que era a quienes les correspondía tomar las decisiones y coordinar la operación (Sub-Director General Operativo, Comisario General de Información y otros)» (Página 194).

El GEO con carné 14.702 afirma que la orden de ir a Leganés partió del Subdirector General Operativo (Página 197).

Asimismo, como veremos, la orden de asalto a los GEOS parte, sin lugar a dudas, de Díaz Pintado.

¿A qué hora llegaron los GEOS al lugar?

Entre las 18:30 y las 19:00 horas de “forma escalonada”, habiendo sido movilizados entre las 17:15 y las 17:30 (Página 197).

Por cierto que esto implica que la zona fue evacuada entre 18:00 y 18:30, media hora antes de llegar los GEOS, según testimonio del policía con carné 74.693 (Página 164).

Esto a su vez ocurre entre 35 y 45 min. después de la huida de Bouchar (misma página), con lo que no parece haber el retraso en la evacuación que denuncia Del Pino en el Enigma 18. Tampoco es correcta, por cierto, la hora de llegada de la Policía y la de inicio del tiroteo que da, puesto que habla de las 14:15 y 15:00 h, respectivamente, siendo que los primeros policías en llegar no abandonan Canillas hasta las 16:00 h.

¿Quién dio la orden de entrar a los GEOS?

Según el testimonio del GEO con carné 28.400, la orden de asalto procedió del propio Subdirector General Operativo, Pedro Díaz-Pintado:

«Sobre las 20.30 horas el Sub-Director dijo que si no iba a variar el plan y

como llevaban ya tres horas, que podían proceder.» (Página 197).

Testimonios anónimos de GEOS en la prensa corroborarían esta versión:

Algunos de los agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que participaron el pasado sábado en el asalto al piso de Leganés (Madrid) comunicaron al subdirector general operativo de la Policía Nacional, Pedro Díaz Pintado, su disconformidad con la orden de asaltar inmediatamente el inmueble, al considerarla «precipitada y de alto riesgo». Así lo ha asegurado un agente de este cuerpo especial esta mañana, en una entrevista en la Cadena Ser. En un comunicado emitido horas después, la policía ha respondido que la acción se realizó «siguiendo las pautas de profesionalidad acordes con el elevadísimo riesgo».

Según este agente, que ha intervenido en la radio acompañado de otros compañero, a petición propia y con la voz distorsionada, su intención era estudiar sin prisas una acción por sorpresa, pero Díaz Pintado, responsable directo del GEO, ordenó la intervención inmediata. (…) Incluso algunos de los jefes del grupo mostraron al subdirector su disconformidad con la orden de asaltar inmediatamente el piso de Leganés en el que se atrincheraron los terroristas islamistas.

(…)

En respuesta a estas críticas, la Dirección General de la Policía (DGP) ha emitido un comunicado en el que asegura que la decisión de que actuaran los GEO fue tomada con «equilibrio» y «siguiendo las pautas de profesionalidad acordes con el elevadísimo riesgo evaluado y asumido». La DGP añade que el operativo de ataque «fue diseñado y ejecutado con valor, con profesionalidad y, técnicamente, con arreglo a los comportamientos pautados» de los GEO. Frente al testimonio de este agente, la DGP niega «haber dado ninguna orden precipitada o injustificada» y «ampara y defiende la correcta actuación» de Díaz Pintado.

Como puede constatarse, la propia DGP, si bien no considera la orden inadecuada, la atribuye a Díaz Pintado.

El testimonio anterior puede escucharse en: directo

También, según EL PAíS (5-4-04): «(…)

Diversos sectores de la policía se preguntan si el asalto por parte del GEO era la única o la mejor alternativa para reducir a los terroristas. Algunas de estas fuentes barajan la posibilidad de haber prolongado el cerco del grupo criminal, hasta obligar a sus integrantes a rendirse tras el asedio.

Sin embargo, un alto cargo de Interior afirma que la decisión adoptada fue la que se consideró como más acertada. «Si hubiésemos decidido prolongar el asedio durante horas o días», sostiene este alto cargo, » habríamos estado expuestos a que los terroristas hirieran o atacaran a tiros o a bombazos a los agentes que estaban rodeando el edificio o al resto del vecindario. Y entonces, los ciudadanos nos habrían reprochado, con razón, no haberlo impedido».

Los 11 geos que intervinieron en Leganés, tenían la orden taxativa de «no entrar» en la vivienda antes de estar complemente seguros de que no había riesgos, según mandos policiales. Cuando se produjo la mortal explosión, un grupo de geos al mando del subinspector Francisco Javier Torronteras estaba muy cerca de la puerta del piso. Al parecer, los policías se habían aproximado después de que uno de los terroristas asegurase que estaban dispuestos a rendirse.

De lo que dice el último párrafo no hay constancia en el auto. La decisión de no entrar podría de la propia unidad de GEOS (testimonio del GEO con carné 27.288 Página 198). Tampoco parece desprenderse de ninguna declaración que los GEOS actuaran de forma imprudente después de una falsa promesa de rendición. Todo lo contrario, exigieron la salida del emisario desnudo y con los brazos en alto. Página 197

Finalmente, el propio Agustín Díaz de Mera, a la sazón Director General de la Policía, comentó en su comparecencia ante la Comisión Investigadora del 11-M que la decisión la había tomado Díaz-Pintado y que él la avalaba:

Llamazares: Usted ha dicho que fue una decisión de los GEO. Yo le pregunto claramente: ¿La decisión es del mando de los GEO…?

Díaz de Mera: No he dicho eso, señoría.

Llamazares: Bueno, ¿lo puede repetir?

Díaz de Mera: Yo he dicho que fue una decisión del subdirector general operativo, que es el mando natural del GEO.

Llamazares: Del subdirector general operativo.

Díaz de Mera y García-Consuegra): Eso es. Que entonces era don Pedro Díaz-Pintado Moraleda. Eso es lo que he dicho.

Llamazares: ¿Y usted respaldó esa decisión?

Díaz de Mera: Naturalmente. Pero eso lo he dicho por escrito, señoría.

Queda así definitivamente refutada la insinuación por parte de fuentes conspiracionistas de que la orden de asalto respondería a oscuras motivaciones conspirativas ajenas al gobierno.

¿Fue precipitada la orden de entrar?

Es difícil constatarlo. Como se puede ver en la respuesta anterior, hay opiniones muy divididas. En todo caso, la decisión de entrar puede haber sido un error, pero en ausencia de otras pruebas no tiene por qué tener ningún otro significado. Esto es un corolario del principio de parsimonia, o de la navaja de Occam.

Corresponde a los proponentes de teorías conspirativas demostrar que la orden tenía una intencionalidad más allá de la captura de los terroristas, aunque la respuesta anterior no dejan lugar a dudas de quién, en ese caso, tendría la responsabilidad. Recordemos, además, que el Subdirector General Operativo del Cuerpo Nacional de Policía es un cargo que, aunque técnico, goza de toda la confianza de los cargos políticos, y que debido a ello suele cesar con los cambios de gobierno, como fue el caso de Díaz-Pintado. Si se insiste en que la acción es producto de un acto conspirativo, la conclusión necesaria es que la conspiración apunta a personas de la total confianza del gobierno del PP, incluido algún alto cargo actual.

Por supuesto, nosotros no proponemos tal interpretación en ningún momento. Nos limitamos a llevar hasta sus últimas consecuencias una afirmación propuesta por los propios conspiracionistas para demostrar su total incoherencia.

¿Cuál es la secuencia de eventos inmediatamente anterior a la explosión?

Según las declaraciones de los GEOS y elementos de otros cuerpos, hasta un total de 16 testimonios, no hay dudas sustanciales sobre la secuencia de eventos (Página 197-201).:

1. Se derriba la puerta mediante una detonación controlada.
2. Se escucha gran algarabía, exaltación, muchos gritos, producida por varias personas.
3. Se conmina a los terroristas a rendirse.
4. La respuesta son varios disparos y gritos retadores, “mamones, entrad”.
5. En un momento dado se habla de que saldrá un emisario.
6. Se le exige que lo haga desnudo y con los brazos en alto.
7. Se vuelve a responder con tiros.
8. Se decide usar gas lacrimógeno, los GEOS se ponen las máscaras.
9. Se disparan varias cápsulas de gas
10. Se produce la explosión.

Continúa en Parte 2

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