Los deseos y las realidades (I)

En medio del maremágnum informativo sobre el juicio del 11-M conviene hacer una recapitulación de la forma como se ha desarrollado la vista oral hasta el momento desde el punto de vista de las teorías conspiracionistas. No deja de ser un ejercicio riesgoso en la medida en la que uno puede caer fácilmente en la tentación de adelantar vísperas o de conducir un juicio paralelo, tal como hacen los conspiracionistas, pero creo que merece la pena hacer algunas valoraciones.

No cabe duda de que para los conspiracionistas la vista oral ha ido acumulando una decepción tras otra. Fuera de las pequeñas alegrías que les ha dado un confidente como Cartagena–que ya tendremos oportunidad de analizar– o un policía de los «buenos» como Parrilla, los castillos de naipes conspiracionistas se van derrumbando día sí y día también, incapaces de resistir la terca realidad de los hechos.

En espera de la inminente Parusía que nunca se produce, los conspiracionistas se consuelan inventando realidades paralelas, fijándose en el lenguaje corporal de un policía, malinterpretando las preguntas del Presidente del Tribunal, Javier Gómez Bermúdez, convenciéndose de que un detalle nimio, una discrepancia irrelevante, se queda en la conciencia del implacable juez que, según el mundo maniqueo donde ellos viven, es uno de los «suyos», de los peones buenos. Como el magistrado no les da abiertamente la razón, piensan que va calladamente acumulando la evidencia que le permita, en un dramático acto final, desenmascarar la conspiración y castigar a los verdaderos malvados. Además de que, de forma típicamente conspiracionista, al mismo tiempo que resaltan las nimiedades que parecen darles la razón ignoran la poca tolerancia que tiene el Presidente con preguntas como «¿Sabe usted si tuvo alguna intervención en los atentados contra el World Trade Center de 1993 la organización terrorista ETA?»

Tiene que ser dura la vida de un Peón Negro. Años y años especulando, buscando «evidencias», formulando hipótesis, acumulando cientos y cientos de preguntas, para terminar en estos interrogatorios en los que ni siquiera los abogados abiertamente conspiracionistas hacen todas las preguntas que, según sus sueños, habrían de poner de manifiesto las contradicciones de los testigos y revelar la verdad.

A reserva de intentar en artículos posteriores una relación de afirmaciones conspiracionistas que no han podido ser probadas en la vista oral, cuando no han sido directamente desmentidas, es interesante constatar que la mayoría de los testigos se ha mantenido fiel a sus declaraciones judiciales, siendo prácticamente la única excepción el confidente Cartagena. Y siendo testigos del Ministerio Fiscal, se sigue que esta mayoría de testigos apuntalan la mal llamada «versión oficial», o, para ser más precisos, el sumario.

¿Qué quiere decir esto, desde una óptica conspiracionista? Pues dicho rápidamente, que todos esos testigos mienten. Ya no sólo malvados policías al servicio del golpismo, sino también ciudadanos de a pie como el portero Garrudo, llamado sarcásticamente el «portero automático de Rubalcaba», o la cajera del Carrefour de Avilés que reconoce haber visto el día 28 de febrero de 2004 a El Chino comprar mochilas de excursionista, en las que según el Gitanillo metería después los explosivos comprados a Trashorras…. ¡y hasta un coimputado del propio Trashorras, Iván Granados, que reconoce que el ex minero le propuso trasportar explosivos a Madrid! Todos mienten. Decenas y decenas de embusteros.

Y esto es lo asombroso, lo que es totalmente contrario a cualquier pretensión de verosimilitud de las teorías conspiracionistas. ¿Cómo es posible que mientan todos y que nadie haya logrado hacer patente en la vista una inconsistencia entre las distintas mentiras? No hay en la historia judicial de ningún país un caso similar.

Qué extraños estos supuestos conspiradores que son capaces al mismo tiempo de la más exquisita perfección, tanto en la omnisciente planificación y omnipotente ejecución de los atentados como en sus declaraciones ante el tribunal, y de las más torpes chapuzas, como ponerle a un pobre «pelana» los pantalones al revés o no salpicar de sangre las inexistentes paredes.

Todos mienten, nos dicen. Y es que no hay otra forma en la que la teoría conspirativa pueda sostenerse. Para ser real, es necesario que todas las pruebas materiales y todos los testimonios incriminatorios sean falsos. No importa que hablemos de cientos de pruebas: la mochila de Vallecas, la furgoneta Kangoo, la bomba del AVE, los explosivos de Leganés, el Skoda Fabia, con sus decenas y decenas de muestras de ADN y huellas dactilares, con la procedencia de explosivos, detonadores y móviles, las llamadas cruzadas, los registros informáticos hallados, las multas de la Guardia Civil a El Chino en Burgos, el testamento de Kounjaa, los vídeos reivindicativos. Todas han tenido que ser manipuladas. ¿Cuánta gente se necesita para manipular todas estas pruebas? Decenas y decenas de personas, y me quedo corto. Personas que pertenecerían en su práctica totalidad a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que estarían por tanto corruptas hasta la médula.

Pero también, como he dicho, los testigos que apuntalan el sumario tienen que haber mentido: los policías que garantizan las cadenas de custodia, los Tedax cuyos informes desagradan a los conspiracionistas, los GEOs que atestiguaron escuchar voces de varias personas hablando en árabe y disparos en Leganés, los controladores de informantes y confidentes tanto del CNP como de la Guardia Civil como del CNI, varios peritos en diversas especialidades, forenses, los mandos que coordinan a todos los anteriores… pero también varios ciudadanos de a pie: el portero de Alcalá, el gruísta, el jefe de Seguridad de Amena, la cajera de Carrefour. El lector que quiera una relación más detallada de todos estos implicados puede consultarla aquí.

¿Tenemos suficiente con lo anterior? De ninguna manera. No nos basta. Para que la teorías conspirativas funcionen, se necesitan más elementos: una fiscal que, si no está en la conspiración, lo parece, y un juez de instrucción que supuestamente no se entera de nada. Pero de nada. Cualquier combinación de chavales y jubilados entusiastas con acceso a partes del sumario y a Google, también conocidos como Peones Negros, puede hacer un mejor trabajo que el señor juez. Y aunque muchos de ellos le consideren prevaricador, es evidente que los popes del conspiracionismo no se atreven a tanto: prefieren llamarle tonto que insinuar que ha cometido un delito, y es que calumniar a un juez son palabras mayores. Pero los jueces y los fiscales se asignan por estricto turno, por lo que alguien en la fiscalía y en la Audiencia Nacional tiene que haber estado en el ajo a fin de asegurar que tanto Sánchez como Del Olmo estuvieran de guardia el 11 de marzo. No es posible que hayan dejado a la suerte la providencial intervención de estos dos funcionarios, que tanto han ayudado, queriéndolo o no, a los malvados.

El número de colaboradores y encubridores se multiplica. Podríamos también citar como sospechoso a un Tribunal Supremo que desestima querellas contra el juez y la fiscal por destrucción de pruebas (encomiando de paso su labor), a un CGPJ que ampara al juez Del Olmo y su instrucción ante ataques políticos y periodísticos, y a una Sala Penal de la Audiencia Nacional que admite el sumario para iniciar el juicio oral y que admite también la totalidad de las pruebas que presenta la fiscalía. Por no hablar del juez de instrucción de Madrid que archivó una querella por negligencia contra varios funcionarios policiales, entre los que se incluían los mencionados Santano, Rubio y Sánchez Manzano.

Pero además el conspiracionismo, si fuera coherente, tendría que asumir que las autoridades judiciales y policiales de al menos otros cuatro Estados están involucradas en la conspiración: las italianas, que grabaron a Rabei Osman, «El Egipcio», y que le condenaron a diez años por terrorismo; las francesas, que afirman la existencia de un testigo (Attila Turk) que asegura que la jamaa (grupo) de Hassan El Haski hizo el 11-M y que en ella estaba Jamal Zougham; de las belgas, que afirman que Youssef Belhadj compró móviles dando como fecha de su nacimiento las fechas de los atentados de Casablanca o Madrid; e inglesas, que extraditan a Moutaz Allmallah.

¿Se acaba ahí la cosa? Por supuesto que no. Europol, Interpol y Scotland Yard apoyan la autoría islamista. Lo declaró el director de Europol en la CI-11M, y las opiniones de Europol e Interpol fueron recientemente expuestas por el mismísimo Agustín Díaz de Mera (director general del Cuerpo Nacional de Policía el 11-M) en su declaración en la vista oral. En cuanto a Scotland Yard, el propio 7-J recordaba los atentados de Madrid como un precedente. Nadie ha llegado a implicarles, pero cuando menos serían parte de la campaña de intoxicación y encubrimiento. Curioso que tanta gente tan experta pueda estar engañada, sobre todo dado el impacto mediático que el conspiracionismo ha tenido en España.

Esto por no mencionar a los medios de prensa internacionales, que asisten con incredulidad al espectáculo de un diario de tirada nacional, una cadena de radio también nacional y una televisión autonómica haciéndose eco de las delirantes teorías conspirativas. El Clarín, The Guardian, La Reppublica, The Economist, The Daily Telegraph, The New York Times, The Washington Post, The New Yorker, Le Mondecomo The Economist, The Daily Telegraph o Le Figaro han aceptado la autoría islamista, y muchos de ellos no ahorran acerbas críticas a los conspiracionistas.

Curiosamente Al Qaeda también coopera con la versión oficial, atribuyéndose los atentados y llamándolos «los benditos ataques de Madrid» en un comunicado. A saber cómo habrán logrado los conspiradores dicha cooperación. O la de George W. Bush, que se refirió a los atentados del 11-M en su discurso del Estado de la Unión de 2006, atribuyéndolos junto con los del 11-S y el 7-J al terror islamista..

Recapitulando: el solo número de personas implicadas, tanto policías como ciudadanos de a pie, que tendrían que mentir para que los conspiracionistas tuvieran razón convierte sus teorías en inverosímiles. Tampoco se ha falsificado nunca tal cantidad de pruebas. Nunca en la Historia se ha visto una conspiración tan endiabladamente compleja, con tal precisión logística, moviendo decenas o cientos de piezas para que estén en el momento oportuno en el lugar oportuno sin que Murphy, el de la ley, haga notar su presencia.

Y es un comentario triste sobre nuestra cainita condición el constatar que, en vez de agradecer a estas personas su contribución a esclarecer el peor atentado en la historia de España, a castigar a los culpables y a protegernos de nuevos atentados, se las calumnie impunemente, por ceguera los más, por el más mezquino de los intereses los menos. Esperemos que cuando todo esto pase nadie olvide quiénes fueron los calumniadores.

Editado el 9 de abril: A la lista anterior habrá que añadir a Moustafá Ahmidan, que ha declarado esta mañana que su hermano Jamal, «El Chino», le confesó haber tenido que ver con los atentados y que le pidió que rezara para que no los cogieran vivos, además de haber reconocido su voz en uno de los vídeos reivindicativos. También a Abdelkader Kounjaa, que afirma haber hablado con su hermano Abdennabipoco antes del suicidio de Leganés, llamada en la que éste le notificó que iba a morir.

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874 respuestas a Los deseos y las realidades (I)

  1. Liberto dijo:

    Será que me estoy haciendo mayor, pero esta historia con la química física me ha retrotraído a 1973-74. años en los que trabajé haciendo gráficas para el Dpto. de Química Física de la Uni de La Laguna (el nombre del cátedro lo he olvidado), curro que me consiguió el eximio José Segura, cátedro de termodinámica en la Escuela de Náutica y currante en tal departamento y actualmente delegado del gobierno en Canarias.

    Y el mejor profesor de Física que he tenido jamás. Sea aquí ojomeneado. Y si me lee, un abrazo, Pepe.

    O me estoy haciendo mayor o echo de menos a la pandilla de locos penibéticos. O ambas dos cosas.

    Sea como, sea, aprendo un güevo de vosotros.

    estamostrabajandoenello

    Respuesta de un cliente al portero de la discoteca que se niega a dejar entrar al cliente acompañáo de moza extraordinariamente llamativa y no en el sentido eclesiástico: «Oye tú, de moral dudosa son las que están dentro, ésta es una puta en todos los sentidos».
    🙂

    Inmediatamente me pongo a blanquear capitales…

  2. Liberto dijo:

    Tanto Hesse como Pániker valen la tira, estamostrabajandoenello.

    Y no me mientes Tafira, que viví allí casi un año.

  3. estamostrabajandoenello dijo:

    ja, ja, ja, la red, como el mundo, también es un pañuelo!!!

    un brindis de birra virtual por ustedes

  4. lejianeutra dijo:

    ¿Cuántos canarios hay en el blog?

  5. lior dijo:

    Pío Pío!

  6. lejianeutra dijo:

    Aparte de vosotros dos, lior y roil…

  7. estamostrabajandoenello dijo:

    ja, ja, ja, roil es genial, a la lista-fetiche 😉

  8. Liberto dijo:

    estamostrabajandoenello
    Échale una ojeada u hojeada a esto:
    http://www.hermann-hesse.de/es/

    Entra en «Hesse como pintor»
    Una delicia sentir la inmensa capacidad perceptiva del pietista éste…

    Si llegas al Niesen en Thun, muy cerca está mi casa.

  9. Liberto dijo:

    Gracias Enrique, lo probaré mañana mismo con mi santa. Tuppence, que no seas pesada, que te dicho mil veces que no se ganó Zamora en una hora… 🙂 …

  10. ¿Thun? ¿Mirando al Niesen, con el Jungfrau detrás? Qué gratos recuerdos…. Salvo la comida, claro está. 😉 Donde haya una paella…

  11. Liberto dijo:

    Luis F. Areans:

    Vamos a ver, Luis F. Arean, detallemos. Eiger, Mönch y Jungfrau, las tres montañas emblemáticas del Oberland Bernés, y delante el Niesen, que tantas veces pintó Hesse desde Oberhofen, al otro lado del lago de Thun.

    Y ojo con meterse con la comida, que aquí se come la mejor paella del condado, y el mejor pescado en salsa verde y las mejores tapas a partir de leche condensada, chocolate y boquerones. Advierto.

    Vamos, que si no abro un restaurante es porque aprecio a Ferrán Adriá y me daría penita que se le hundiera El Bulli. 🙂

  12. Liberto dijo:

    Esto tendría que haber ido en el comentario anterior:

    http://www.niesen.ch/index.cfm?fuseaction=show&path=1-96-85.htm

    Panorámica desde el Niesen.

  13. Liberto dijo:

    Enrique

    Empíricamente, con los ególatras funciona mejor en frío y en dosis homeopáticas a dilución creciente, hasta la indiferencia total (rayo de vacío).

    Gracias por la idea. Casi empiezo con la indeferencia total, porque si me fío de la memoria del agua y sigo los procedimientos de dilución progresiva de los homeópatas me dan las tantas. 🙂

  14. Rasmo dijo:

    estamostrabajandoenello # 844
    Observo gratamente en usted un conocimiento más que casual de la psicología social. Hacía tiempo que no oía lo de la disonancia cognitiva. Su comentario sobre la «disonancia motivacional entre cogniciones» me parece muy pertinente. Supongo que ya los conocerá (en ese caso disculpe mi pretenciosidad), pero me permito sugerirle un par de referencias que a mí me fueron útiles en su día, acerca de la motivación y los fenómenos de disonancia: «Cognitive dissonance: Progress on a Pivotal Theory in Social Psychology», 1999, eds. Harmon-Jones, Eddie y Mills, Judson. American Psychological Association. Y el capítulo del mismo Harmon-Jones en el interesante (pero desigual) «Emotions and beliefs: How feelings influence thoughts», 2000. Eds: Frijda, N.H; Manstead, A.S.R.; y Bem, S. Cambridge Univ. Press.
    Hace unos años era un apasionado de la disonancia cognitiva (viva Festinger). Escribí mi tesina utilizando conceptos de dicha teoría. Ahora he evolucionado hacia formulaciones un tanto más generales, como las del «razonamiento motivado» (o «cognición motivada»), pero sigue apasionándome, como vulgar aficionadillo, el proceloso mundo de las manipulaciones mentales autoinfligidas.
    Saludos.

  15. Liberto dijo:

    Rasmo, muchas gracias por esas referencias.

  16. estamostrabajandoenello dijo:

    Rasmo, gracias por las referencias, no los he leído aunque Harmon-Jones y Fridja me suenan muchísimo. A mi me apasiona todo lo relacionado con el «razonamiento motivado», aunque no es mi área, y de momento no tengo tiempo para meterme en profundidad en ello.

    En psicología teórica hay una desconexión que a mi me parece preocupante entre la psicología básica y la psicología diferencial. La primera es de tipo experimental, y la varianza intersujeto se considera varianza de error (a modo de otras ciencias experimentales), mientras que la segunda es de tipo correlacional, y la varianza entre sujetos es precisamente el objeto de estudio, es decir, las diferencias individuales. Yo me sitúo teóricamente en esta segunda línea. Aunque no ha de serlo necesariamente, la psicología social ha sido generalmente de base experimental, como en el caso de la disonancia cognitiva, o los procesos atribucionales. Se manipulan condiciones experimentales, y se calculan las diferencias de medias entre condiciones. Las diferencias individuales no se tienen en cuenta.

    En los últimos años parece que hay un mayor interés por integrar estos dos enfoques metodológicos

    Ya he dicho en otros comentarios que creo firmemente que la psicología necesita de la llegada de un genio que realice una faraónica y sobrehumana integración teórica de un siglo de investigación. Hasta entonces, y salvo avances particulares y específicos, soy pesimista sobre el estatus científico de la psicología. Estas cosas tiene el intentar comprender al objeto funcionalmente más complejo del universo

  17. estamostrabajandoenello dijo:

    joer Liberto, qué maravilla de sitio, y yo metido entre estas cuatro paredes…

  18. estamostrabajandoenello dijo:

    Una matización: correctamente expresado desde un punto de vista metodológico, la dicotomía sería psicología experimental vs. correlacional. Psicología básica, social, de la personalidad, de la inteligencia, etc… serían áreas de investigación/conocimiento; en cada una de ellas se podría utilizar ambas metodologías, pero históricamente una ha primado sobre la otra.

    Al lado de esa supuesta y probablemente quimérica teoría general de la actividad psicológica humana (comportamiento, creencias, emociones/sentimientos, motivaciones, cognición, etc), me atrevo a asegurar que la teoría de la supercuerdas, por ejemplo, sería un juego (intelectual) de niños (no lo digo despectivamente, al contrario)

    Complejidad, individualidad, constructivismo, teoría del caos, entropía negativa, redes neuronales, sistemas dinámicos… por ahí deben ir los tiros epistemológicos. Sé que ya se están haciendo cosas al respecto, pero tengo que informarme.

    En resumen, sólo sé que no sé nada (Sócrates, quemado de pensar, dixit)
    Disculpen la verborrea. Saludos a todos

  19. Laura dijo:

    Un argumento es ad hominem si atacando a la persona se pretende rebatir la lógica interna del razonamiento.

    O sea, exactamente lo que ha hecho usted al intentar atacarme presumiendo lo que sé o dejo de saber sobre otros temas que no tienen nada que ver con el ejemplo discutido, para rebatir el uso de solubilidades que hice en mi ejemplo.

    Doña Laura, usted no está interesada en la búsqueda de la verdad. Cada vez que ha planteado un argumento y se lo hemos refutado, en lugar de contra-argumentar lo ha dado por perdido (sin aceptarlo explícitamente) y se ha sacado otro “conejo” de la manga

    Ya dije hace varios mensajes que no iba a volver sobre el tema. Usted entonces hace un «ofrecimiento» a volver atrás varias decenas de mensajes y volver a empezar de nuevo a explicar un punto de vista que ya está explicado y que se puede leer sin más que retroceder. Como comprenderá, su ofrecimiento no tiene ningún sentido. Que usted quiera convencerse de que eso es porque doy todos los argumentos por perdidos y saco otro conejo, pues es su problema, qué quiere que le diga.

    En los últimos mensajes me he centrado en discutir ese ejemplo que tan poco les ha gustado, donde un compuesto más soluble es el que más tiempo tarda en desaparecer incluso a igualdad de todos los demás factores. Sobre todo lo pasado ya dejé claro que no vovería.

    Y se meten ustedes en una nueva discusión absurda sobre las unidades usadas en el ejemplo. Y eso no es nada que no se pueda solucionar sacando unas frases de contexto y directamente inventándose otras, como la del pensamiento «gramos, no moles», que me atribuye a mí. Realidad: la realidad es justo la contraria. La realidad es que yo puse un ejemplo en gramos, y usted en concreto dijo que (esto sí es textual) «Ya le han dado respuesta a Laura de su “efecto sacarosa”. Simplemente no ha tenido en cuenta que en química nos referimos siempre a concentraciones o fracciones molares. Es un fallo garrafal.». O sea, es usted quien dice que es un fallo garrafal dar la solubilidad en gramos en mi ejemplo, siguiendo la línea iniciada por el Sr. esceptico. No soy yo quien ha juzgado el uso de los moles. ¿Lo entiende?.

    Por mi parte refiriéndome a ambas formas de expresar la solubilidad, y a sus objeciones a la que usé yo, dije lo siguiente (también textual):

    «Porque la solubilidad se puede expresar de multitud de formas, ninguna más válida que otra. Tan sólo expresan diferentes conceptos, que serán más útiles en según qué circunstancia.»

    «Es exactamente igual de correcto, puesto que miden cosas diferentes. Una expresa el peso de un compuesto que se llega a disolver y otra el número de moléculas. Ninguna es más correcta que la otra. Tan sólo más apropiadas o útiles según el caso.»

    Así que como ve, no fui yo la de «gramos, no moles». Sino ustedes los de «moles, no gramos». Lo que he dicho y mantengo es que ambas son perfectamente correctas y cada una apropiada a según qué circunstancia sea la perseguida. Dígame cuál es el error en dicha apreciación, a la que usted siguió haciendo objeciones e insistiendo en que tiene que ser en moles.

    A continuación dígame, si el planteamiento del experimento era averiguar si se disuelven antes 6g de sal o 6g de azúcar, cuál es el error de considerar la solubilidad y la velocidad de disolución en gramos, o si nos interesa más la solubilidad y velocidad en peso, o en moles.

    En ningún momento he negado la validez o utilidad de las solubilidades o concentraciones molares (matizo esto en el siguiente párrafo, ya que ustedes sólo parecen ver blanco o negro), cosa que ustedes sí han hecho con las solubilidades en peso, invalidándolas incluso para el ejemplo concreto que yo puse, en el que para colmo el dato de partida era el peso. La igualdad de peso, concretamente.

    Usted ignora (o tal vez es que no las vio, no voy a prejuzgar) todo ese razonamiento, y se centra en una frase, posterior a esas, que es en la que digo «En una disolución no importa para nada el número de moléculas, puesto que no reaccionan entre sí». Pues sí, reconozco que es una generalización muy poco acertada, pero me temo que le busca usted de nuevo 3 pies al gato, cuando anteriormente a eso he fijado claramente mi postura varias veces con las frases que le he citado. No sólo eso. Es que además he llegado a citar un ejemplo donde la concentración molar es (palabra textual mía) «fundamental». Pretender argumentar ahora como hace usted, que yo he negado la validez y la utilidad de la solubilidad o concentración expresada en moles, es sencillamente falso y ridículo.

    La diferencia entre usted y yo es que a mí no me cuesta reconocer que hago una generalización poco acertada. Porque esa generalización no es menos acertada que la suya de «en química nos referimos siempre a concentraciones o fracciones molares». Y de nuevo a diferencia suya, no necesito hacer una interpretación estrictamente textual como hace usted, aislando la frase del contexto de mensajes en que ha sido pronunciada. En su caso ni siquiera ha fijado su posición contraria a esa afirmación por adelantado, como puede usted comprobar que hice yo. Es más, hasta ese momento tanto usted como otras personas habían utilizado esas solubilidades en g/L. Sí, esas que nunca se usan por ser un fallo garrafal. ¿Me lo explica?.

    Alude usted luego a las discusiones bizantinas sobre terminología y nos da toda una disertación filosófica sobre la naturaleza, procesos que es difícil encasillar en la física o la química, etc. Pero luego, la que me saco conejos de la manga soy yo. Hay una definición aceptada casi universalmente sobre lo que es una reacción química. Y la disolución no la cumple puesto que ni desaparecen sustancias ni se crean sustancias nuevas. No es cuestión de discusión bizantina sobre terminología, ni tiene nada que ver con su disertación, la termodinámica, etc. Se ha sacado usted no un conejo, sino una madriguera entera.

    Da la impresión que su propósito ha sido tomar algunas de las ideas y argumentos usados en DL para rebatir las falacias conspiranoicos para “darles la vuelta” y usarlas contra esas refutaciones, acusando a DL de “falaces”. Pero no basta con tener las herramientas, hay que saber usarlas.

    Nueva falacia como un templo. Señor Enrique, yo no he discutido con nadie llamado «DL». Por lo tanto es imposible que le haya acusado de falaz. De hecho, que yo sepa DL no es nadie. La falacia consiste en sacarse de nuevo otro conejo (¿pero no era yo la que me los sacaba?) tratando de convertir mi discrepancia con usted y otras dos personas a lo sumo, en una especie de ataque o desautorización a todo el colectivo de personas que escriben o leen en «DL». Supongo que para ver si alguno más hace piña con usted respondiendo a ese supuesto ataque, como así parece haber sido y como si eso le diera más razón a usted o a ellos. O sea, de nuevo dispersar la discusión. Yo de verdad les agradezco que se preocupen por la salud de mi estómago, aunque les aseguro que no hay motivo de preocupación. A mí me parece que su forma de discusión es de patio de colegio, pero oiga, cada cuál es libre, desde luego.

    Cuando la sal o la sacarosa se disuelven en el agua eso cambia las propiedades del solvente.

    ¿Y qué tiene que ver eso con que haya una reacción química?. También cambian muchas propiedades del agua al fundirse un cubito de hielo. Y se rompen enlaces. Pero sigue sin ser una reacción química.

    Laura, en el mensaje ya le mencioné las propiedades coligativas, ¿no las comenta usted?

    Si me dice usted qué tienen que ver dichas propiedades con la disolución de mi ejemplo, le comento lo que quiera. Le recuerdo que de eso iba la importancia de dar la solubilidad o velocidad en una u otra cosa. ¿A qué vienen las propiedades coligativas?.

    Ahora dígame, indagar sobre lo que sé o dejo de saber sobre propiedades coligativas para atacar el ejemplo que puse y la unidad de solubilidad que usé en él, ¿es una falacia ad hominem o no?. Siga diciéndome, aludir a las propiedades coligativas, de las cuáles ni hemos hablado ni importan para nada en el ejemplo discutido, ¿es sacarse conejos de la manga o no?. Es que juaría que se lo ha sacado usted, pero como me acusa a mí de ser la que saca conejos de la manga, pues por saber.

    De todos modos como ha visto he repetido en varias ocasiones que la molaridad será más apropiada según el caso que estemos tratando, e incluso he llegado a mencionar algún ejemplo en el que es «fundamental». Si pretendía atacar por ahí, pincha en hueso. Le recuerdo que la objeción al uso de una determinada expresión de solubilidad para el ejemplo que puse es suya, no mía. Y en mi ejemplo no tienen nada que ver ni las propiedades coligativas, ni que las moléculas se disuelvan una a una, ni actividades químicas ni nada de lo que ha argumentado usted. Pero la que divago y me saco conejos de la manga soy yo. Ya, claro.

    Ahora, que si van a quedarse más tranquilos, yo les doy la razón.

    A esceptico, pues sí, la velocidad de disolución de dos compuestos a igualdad de los demás factores, depende sólo de la solubilidad. A Enrique, como usted ya ha admitido lo contrario, pues no le digo nada.

    A esceptico, teniendo en cuenta lo anterior, y que por fin, tras habérselo hecho notar yo durante varios mensajes, ha admitido que no tenemos ni idea de en qué proporciones se encontraban la nitroglicerina y el nitroglicol en las muestras de la explosión, y a que sabemos que es posible que el lavado se hiciera nada más con la fracción de una gota de disolvente y además durante el tiempo suficiente para que se llegara a la saturación, llegamos a su contundente afirmación de que si desapareció la nitroglicerina, el nitroglicol lo habría hecho antes.

    A Enrique, como usted por el contrario parece afirmar que todas las impregnaciones que se recogen en una explosión son de trazas de explosivo intacto y que por tanto los compuestos están en igual proporción que en el explosivo original (que no sabemos puesto que es lo que pretendemos averiguar), al final llegamos a la misma conclusión si las condiciones de lavado que supone esceptico las supone usted también.

    Y claro, es que pensar que las cosas no sucedieron exactamente de la forma que ustedes suponen, es una «mera suposición teórica» de sofista. Dónde vamos a parar.

    Hala, buen puente a todo el mundo y sobre todo a volver de una pieza. No se olviden de su contestación calificándome de sofista, manipuladora, mentirosa, tonta y demás halagos que me han dedicado durante nuestra breve relación (repártanselos de la forma que los usaron hasta ahora, o intercámbienselos, eso a su gusto). No me decepcionen. Yo me voy a la farmacia a por el bicarbonato, no vaya a ser. 😉

    Mi intervención finaliza aquí a todos los efectos, así que no desaprovechen la oportunidad.

  20. esceptico dijo:

    Laura,

    De nuevo vuelves a enviar un último mensaje:

    Mi intervención finaliza aquí a todos los efectos, así que no desaprovechen la oportunidad.

    espero que no te moleste que te responda, no ya por si vuelves a contestar tras decir que no vas a contestar nunca más, sino porque tal vez haya alguien a quien le importe lo que digamos además de a nosotros.

    En los últimos mensajes me he centrado en discutir ese ejemplo que tan poco les ha gustado, donde un compuesto más soluble es el que más tiempo tarda en desaparecer incluso a igualdad de todos los demás factores. Sobre todo lo pasado ya dejé claro que no vovería.

    Tu ejemplo no tiene igualdad de factores, y además sigues torticeramente comparando velocidades de disolución de sustancias puras en vez de compararlas cuando ambas están formando parte de una muestra común, que es el caso que sí tenemos en el lavado de los peritos.

    Es penoso que no quieras discutir sobre lo que tú llamas “todo lo pasado”, es decir, vuelves a reconocer que no quieres discutir sobre el 11-M, que no quieres hablar del tema del lavado/tratamiento. Eso no te deja en muy buen lugar.

    ¿Por qué no quieres hablar del tema de esta web? Vienes aquí, comienzas con comentarios sobre el 11-M, pero ahora te niegas repetidamente a hablar sobre el tema.

    Y se meten ustedes en una nueva discusión absurda sobre las unidades usadas en el ejemplo.

    O sea, es usted quien dice que es un fallo garrafal dar la solubilidad en gramos en mi ejemplo, siguiendo la línea iniciada por el Sr. esceptico. No soy yo quien ha juzgado el uso de los moles. ¿Lo entiende?.

    Laura, no sé si no te das cuenta o de si manipulas la discusión deliberadamente, lo que es un fallo garrafal es comparar las solubilidades en gramos para decir si una es mayor que la otra, la comparación sólo se puede efectuar en moles, la comparación. Eso es lo que te dijimos SIEMPRE, no discutimos la corrección de unas unidades u otras para dar el valor de la solubilidad (como puedes comprobar si lees nuestros mensajes), siempre dijimos que para comparar hay que usar moles.

    No se disuelven los gramos del soluto, se disuelven las moléculas del soluto, por eso si quieres comparar solubilidades debes utilizar moles. Y si quieres dar el valor de una solubilidad puedes usar las unidades que te dé la gana, eso nunca te lo discutimos.

    En ningún momento he negado la validez o utilidad de las solubilidades o concentraciones molares (matizo esto en el siguiente párrafo, ya que ustedes sólo parecen ver blanco o negro), cosa que ustedes sí han hecho con las solubilidades en peso, invalidándolas incluso para el ejemplo concreto que yo puse, en el que para colmo el dato de partida era el peso. La igualdad de peso, concretamente.

    Laura, ya te lo hemos dicho por activa y por pasiva. Lo que afirmamos es que si se quieren comparar solubilidades, debe hacerse en moles, y no en gramos. Es lo único que dijimos.

    A esceptico, pues sí, la velocidad de disolución de dos compuestos a igualdad de los demás factores, depende sólo de la solubilidad.

    Gracias, Laura, todos los factores de los que has dicho que depende la velocidad de disolución son iguales para nitroglicerina y nitroglicol salvo la solubilidad… entonces… (te dejo que continúes tú).

    A esceptico, teniendo en cuenta lo anterior, y que por fin, tras habérselo hecho notar yo durante varios mensajes, ha admitido que no tenemos ni idea de en qué proporciones se encontraban la nitroglicerina y el nitroglicol en las muestras de la explosión, y a que sabemos que es posible que el lavado se hiciera nada más con la fracción de una gota de disolvente y además durante el tiempo suficiente para que se llegara a la saturación, llegamos a su contundente afirmación de que si desapareció la nitroglicerina, el nitroglicol lo habría hecho antes.

    Esto no es cierto, laurita, te gusta mucho manipular lo que decimos. Se llama “hombre de paja”, es otra falacia. Te inventas que yo he dicho algo y hablas sobre esa invención tuya. Allá tú. Te dije que no sabíamos en que proporción estarían nitroglicol y nitroglicerina (en caso de que existieran) tras la explosión, pero no que no teníamos ni idea, sí podíamos suponer que estarían en concentraciones similares, ya que en el titadyne que a algunos les/os gustaría que se hubiera utilizado están ambos en un 10%. Te dije que lo lógico sería que estuvieran en proporciones similares, del mismo orden. No tendrás ni idea tú, yo sí.

    Es imposible que el lavado se hiciera con una fracción de gota de disolvente.

    Mi “contundente afirmación” siempre ha sido que, dado que el nitroglicol es más soluble, no es posible eliminar el compuesto menos soluble (eliminarlo al 99.9999% haciéndolo indetectable) y dejar el soluble. Tú argumentas que sí es posible, pero has sido totalmente incapaz de dar ni un solo dato que apoye tu afirmación.

    Y claro, es que pensar que las cosas no sucedieron exactamente de la forma que ustedes suponen, es una “mera suposición teórica” de sofista.

    Puedes suponer que el lavado ocurrió como te diera la gana. Sigue siendo perfectamente válido lo que hemos dicho. Es que no estaría de más que dieras alguna explicación, alguna hipótesis, algo que apoyara tu delirante afirmación de eliminación de la nitroglicerina.

    No se olviden de su contestación calificándome de sofista, manipuladora, mentirosa, tonta y demás halagos que me han dedicado durante nuestra breve relación

    Te he llamado manipuladora y mentirosa porque lo eres. Y te he retado a que demuestres que no es así, a que cites donde dije lo que tú me atribuyes. Y no has sido capaz. Hazlo si puedes. En caso de que no puedas, mi calificación de manipuladora y mentirosa seguirá siendo cierta. Lo de tonta y otros halagos son otra invención tuya.

    Dices que te niegas a hablar sobre la gran mayoría de temas, también sobre el 11-M.

    En este mensaje ya te dejé claras, otra vez, unas cuantas cosas, te he pedido, otra vez, que intentes demostrar que no eres mentirosa y manipuladora. Sigues sin hacerlo.

    Como no tiene mucho sentido hablar de química contigo (prefiero alumnos de 15 años, son mucho más receptivos y de pensamiento más crítico que tú), me limitaré a hablar sobre el 11-M, que es de lo que trata esta web. Dar vueltas y vueltas inútiles tal vez sea una buena ocupación para ti, no para mí.

    Retomo pues el tema del 11-M, si vuelves, otra vez, a escribir por acá, te agradecería que demuestres que no eres manipuladora o que te ciñas al 11-M (al menos conmigo). Si tú puedes repetidamente decidir que no te da la gana de hablar del 11-M, yo decido que es de lo que quiero hablar aquí.

    Y si tú también quieres hablar sobre el 11-M, comenta sobre mi siguiente mensaje.

  21. esceptico dijo:

    IMPOSIBILIDAD DEL USO DE TITADYNE EN EL 11-M

    Los peones negros y demás conspiranoicos creen que se puede haber utilizado titadyne en los atentados del 11-M. Para ello, se aferran al hecho no probado (es sólo una filtración periodística en medios de muy poca credibilidad) de que en un foco, que no se habría sometido al lavado con acetona/agua, se habrían detectados trazas de nitroglicerina.

    Hay explicaciones mucho más plausibles que el uso de titadyne para la aparición de trazas de nitroglicerina (si es que se confirma esa noticia), se trataría sólo de un foco, se trataría de trazas, y eso, para los peónidos, invalidaría el resto de análisis y esas trazas serían para ellos lo determinante, por encima de todos los análisis. Recordemos que los peónidos relacionan unívocamente nitroglicerina en los focos – titadyne – ETA, y hay multitud de pruebas que no apuntan en dicha dirección e informes que lo descartan. Algunas explicaciones RAZONABLES para ese supuesto hallazgo:

    1) Puede deberse a cualquier tipo de contaminación (ya sea en el tren –pastillas para la tensión, por ejemplo-, ya sea en el laboratorio donde puede haber nitroglicerina y donde se guardaban explosivos que contenían nitroglicerina, ya sea en los equipos de análisis).
    2) Trashorras traficaba también con Goma 2 EC, que sí tiene nitroglicerina.
    3) Anteriores análisis de la dinamita “trashorriana” han presentado también nitroglicerina.

    Dicen entusiasmados los peones que en el resto de los focos no se encontró nitroglicerina porque el lavado la habría eliminado hasta no ser detectable en los análisis, realizados con equipos muy sensibles, capaces de detectar hasta ppm o incluso menos (por ejemplo, en los análisis del DNT). Es decir, el lavado habría sido capaz de eliminar más del 99.999% de la nitroglicerina, sin dejar rastro de la misma. Muchos creemos que este lavado simplemente fue para eliminar impurezas (tierra, polvo, etc) de las muestras.

    Se da la circunstancia de que sí se ha detectado nitroglicol (elemento que podría formar parte de ese supuesto titadyne, y en concentración similar a la nitroglicerina), compuesto más soluble que la nitroglicerina. El lavado tan eficaz para eliminar la práctica totalidad de la nitroglicerina, compuesto menos soluble, no habría eliminado el compuesto más soluble, el nitroglicol.

    Esto es simplemente imposible, según creo y salvo que alguien lo demuestre, ya que el lavado de una muestra no podría eliminar selectivamente todo el compuesto poco soluble y dejar en la muestra el más soluble. Y son los peones y los que piensan que eso es posible, contra toda lógica, los que deben demostrarlo.

    Otro factor importante en contra de esta teoría es que sabemos que se llevó a cabo el lavado porque se incluyó ese dato en los informes. Si este lavado afectara sustancialmente a la composición de las muestras (como sostienen en Peonia):

    1) Los TEDAX lo hicieron inconscientemente. Lo cual significaría que no estarían aplicando los protocolos estándar (estos protocolos pasan multitud de controles y no incluirían para analizar la composición de un explosivo una etapa previa que alterase radicalmente dicha composición).
    2) Los TEDAX lo hicieron con la intención de alterar dicha composición y eliminar la nitroglicerina. Esto supone que, además de saber o dar por sentado la presencia de este compuesto, los TEDAX estarían cometiendo un delito y que serían tan tontos que lo reflejarían en sus informes, cuando simplemente (si su intención era malévola) podrían no decirlo y no lo sabríamos.

    Vemos que el hecho de que el lavado esté reflejado en los informes también apunta a que ese tratamiento no podría ser tan decisivo como quieren los peones. Si este tratamiento no es tan importante, en todos los focos y en todas las muestras (salvo, tal vez, una) no habría nitroglicerina.

    Resumiendo, todo apunta a que el lavado no habría eliminado la nitroglicerina. Los peones se aferran a esta posibilidad porque para ellos estos análisis son su Santo Grial, y si los análisis descartan el titadyne (que es tanto como descartar, otra vez más, la participación de ETA), toda su fantasía conspiranoica se vendría abajo estrepitosamente.

    ¿Qué hacen los peones? Decir que sí es posible, darlo por cierto, y en ningún momento intentar demostrarlo o intentar refutar todas las evidencias de que no hay nitroglicerina en los focos.

  22. estamostrabajandoenello dijo:

    Laura: «Y claro, es que pensar que las cosas no sucedieron exactamente de la forma que ustedes suponen, es una “mera suposición teórica” de sofista. Dónde vamos a parar».

    Rasmo: «…pero sigue apasionándome, como vulgar aficionadillo, el proceloso mundo de las manipulaciones mentales autoinfligidas«. La cursiva es mía, preciosa frase

    Peonia: lugar legendario, cúlmen de bucólica felicidad y sabiduría, que empequeñece al jardín del Edén y la Arcadia juntos, y donde la verdad se haya al alcance de todos, sin esfuerzo, con sólo estirar el brazo puede disfrutarse su revitalizante sabor de ambrosía. La única amenaza conocida son las hordas de tercos y brutales sisifosianos

    Rabelais (a través de Maese Alcofribas, extractor de quintaesencias): «Perdonate mei, y no os fijéis tanto en mis faltas, que olvidéis las vuestras»

    Ahora sí que tengo que dominar urgentemente mi adicción a DL. Mil saludos y un millón de ánimos; llegará el día en el que dejen de tronar panderetas

  23. esceptico dijo:

    estamostrabajandoenello,

    la diferencia es que ellos necesitan que todos y cada uno de los «puntos oscuros» (en terminología de peonia) hayan sucedido de un modo muy concreto, tal y como ellos dicen, de un modo del que no hay ninguna prueba, y muchas veces gran cantidad de pruebas en sentido contrario. En cuanto uno solo de los «puntos oscuros» no haya transcurrido del modo exacto en como ellos esperan, todo su delirante castillo en el aire se viene abajo.

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