Reinvindicación de José Luis Prieto (II)

Proseguimos con la segunda parte del excelente artículo de Morenohijazo

Pero resulta que varias de las declaraciones de Prieto, que corresponden a la realidad de lo que puede o no puede hacer un forense, se contradicen con las que había hecho, hizo y hará (supongo) Baladía. Así que nos vemos obligados a desenmascarar tamaña impostura. Para defender a Prieto.

Prieto no es policía, es forense. Su informe pericial no va firmado por ningún policía, sólo por él y por la bióloga Magaña. Su informe es un informe antropológico. Prieto se extralimita ampliamente al incluir la conclusión de que la etiología fue suicida, ya que a partir de el trabajo que él podía hacer (examen y descripción de los restos) NO TENÍA EVIDENCIA ALGUNA de esa etiología suicida.

Se está contradiciendo usted. Antes acaba de presentarnos unas declaraciones en que nos decía que Prieto no había aportado datos positivos para afirmar la presencia de suicidas. Le hemos respondido que en un porcentaje alñtísimo de casos, casi el 100 %, un forense no puede afirmar la causa homicida o accidental de un fallecimiento sin un trabajo policial que le infome de las circunstancias del caso.

Ahora nos sale con que Prieto ha afirmado que los casos de Leganés son suicidios, sin más. NO ES VERDAD. Prieto lo que dijo es que podían ser compatibles con un suicidio (sin poder diferenciarlos de un homicidio por las necropsias) Pero con el trabajo policial, y al no haber nada que lo hiciera imposible, todo hacía pensar que era un suicidio.

Baladía sí hizo lo que usted dice. Con el transcurso de los meses, y luego de los años, fue extralimitando sus primeras declaraciones más prudentes, en las que sólo decía que no se podían encontrar datos forenses de suicidios (pero sin aclarar que eso no es suficiente para afirmar que no hubo suicidios) para pasar a declarar que desde el punto de vista médico-legal no había suicidas (lo cual es falso, pues desde el punto de vista medico-legal no se puede diferenciar en la mayoría de las veces un suicidio de un homicidio: se necesitan más datos), incluso a decir, en la propia Comisión:

El señor CUESTA MARTÍNEZ: ¿A qué hora, de los días 11, 12, 13 y 14, no tiene usted duda alguna de la inexistencia del suicida?

La señora DIRECTORA DEL INSTITUTO ANATÓMICO FORENSE DE MADRID (Baladía Olmedo): Cuando ya terminamos todas las autopsias en las primeras horas del día 12.

…y terminar afirmando ésto último, junto con otras afirmaciones más y más sesgadas, en cada ocasión que se le pregunta.

Les cuento un bonito cuento colorista para animar esto:

Isadora Duncan murió estrangulada. Es prácticamente morir estrangulada de manera suicida o accidental. Un ahorcamiento produce lesiones completamente diferentes, y hasta los forenses aficionados de del Pino. Lo saben. Si el cadáver de Isadora Duncan hubiera llegado a la mesa de Baladía el día 11 de Marzo de 2004 hubiera concluido en su muerte accidental. Máxime cuando su cadáver aparecíó hecho un guiñapo, pues su coche había despeñado por el barranco. Hubiera parecido un caso claro de asesinato por estrangulación e intento de destruir pruebas tirando el coche al barranco. ¿Para qué contar con el trabajo policial? Baladía se basta y sobra. O eso quiere hacernos creer.

Pero… no es verdad. Isadora Duncan llevaba un foulard muy muy largo, salió a pasear en su coche por los acantilados. Su foulard se enganchó en los radios de la rueda del coche… Lo demás lo entienden fácilmente. El coche se despeñó, sin control, por el acantilado.

Técticamente, con ese método, podría haber sido incluso un suicidio. Pero la labor policial es imprescindible hasta en los casos más claros de muerte violenta.

Y podemos estar razoablemente de que no conocía los datos de la investigación judicial, primero porque la Policía no lo contó, pero si le queda alguna duda porque Baladía, en su empeño por convencernos de que a nadie se le podría haber ocurrido la inexistencia o existencia de suicidas, no paró de intentar hacernos creer la tontería de una burbuja en la que estaban metidos todos los forenses y donde no se enteraban de nada.

Burbuja que debía extenderse en el tiempo al menos hasta antes de la fundación del terrorismo islámico, pues desde hace años a cualquier persona mínimamente informada, en estos atentados, se le ocurre aunque sólo sea la posibilidad de que sea un atentado islamista.

Y burbuja ciertamente amplia, pues englobaba, no sólo a sesenta y tantos forenses sino a… Perdón que habla la doctora Baladía:

La señora DIRECTORA DEL INSTITUTO ANATÓMICO FORENSE DE MADRID (Baladía Olmedo): Las mesas de autopsias ya he dicho antes cómo estaban conformadas, por el número de médicos forenses, por personal de Policía científica y nada más, aunque en la zona de las autopsias tampoco distingo mucho los de Policía judicial, Policía científica, homicidios. De la Policía científica, los que yo conocí y traté, colaboramos juntos y sacamos esto adelante juntos, ninguno de ellos preguntó nada ni dijo nada. Llegó un momento en que había mucha gente, incluso autoridades políticas que se iban metiendo, y yo que en esos momentos, cuando la situación lo exige, soy muy mandona, a lo mejor incluso como no me corresponde, mandé incluso que la Policía Nacional que estaba por allí pusieran unas vallas y les sacaran de esa zona, porque yo pensaba que se iban a terminar metiendo donde están las autopsias.

Sinceramente, les eché; puse unas vallas e hice que las autoridades y quien fuera se retiraran. Quiero decir que, salvo los voluntarios, que estaban perfectamente organizados, encargados de recoger los cadáveres que se iban autopsiando y poner otros, las personas, los filtros de control que yo puse de entrada y de salida y Policía científica, allí no hubo nadie más.

¡Pues menos mal que no había nadie más! Gente de todo tipo y pelaje, que según … Un momento, que vuelve a hablar Baladía

Venía gente de fuera, nos traían bocadillos y nos mantenían en contacto con el exterior en la Almudena.

Vale, aceptamos los de los bocadillos. También viven en la burbuja. Bueno, pues Baladía nos quiere hacer creer que al centenar largo, o más de personas que pasaron por allí, a todos ellos, gente que oye la radio, lee prensa, ve Internet, a nadie se le ocurrió la posibilidad de que hubiera un terrorista suicida y nadie lo comentó. ¡Ja!

Bueno, pues a lo que iba.

-Baladía no puede saber sólo con las necropsias que no hay un terrorista suicida. Usted mismo ha dicho que Prieto no puede. Pues Baladía, tampoco.

-Baladía dice que vive en un mundo de burbujitas donde no se entera de nada. No puede, por tanto, saber lo que sabe o no un periodista, y no puede saber si un periodista tiene capacidad de diferenciar si una información es falsa o no.

-Una cadena de emisoras dice que ha conocido por tres fuentes distintas que no son los forenses, que no controla Baladía ni tienen nada que ver con ella, que no tienen (ojo a esto) que no tienen por qué tener nada que ver con el trabajo en IFEMA que hay un terrorista entre los cadáveres. ¿Por qué tiene que cabrearse con la emisora? ¿Por qué no pensar que alguien les ha mentido, que alguien de su equipo (o de la policía) les ha filtrado mal una noticia?

Y si tan orgullosa está de su trabajo que no admite que un trabajo suyo sea objeto de una mala información y mata al mensajero… ¿por qué no se enfadó con la flagrante manipulación de su trabajo que hizo el PP, afirmando que no había terroristas suicidas a una hora en que no se podía saber? ¿Por qué sigue hablando con Del Pino, Mundo y COPE, cuyas violaciones de la verdad han dsido evidentes día tras día, y sin pedir perdón?

voy a adelantar un poco la reacción de los compañeros de la parlamentaria Castro Masaveu ante su acoso a Prieto. Dichas reacciones creo que oscilaron entre la incredulidad y la indignación, entre la vergüenza ajena y el bochorno foráneo.

En la segunda ronda de ¿preguntas? de Alicia Castro, la parlamentaria continuó con su acoso al forense, con más saña si cabe, pues vio que sus compañeros parlamentarios le creían. Pidió pruebas científicas de las afirmaciones de Prieto y luego se negó a dejarle hablar de los artículos científicos que presentaba; faltó al respeto a Prieto por no haber traído aprendido el informe de Carmen Baladía… Antes de seguir adelante, lean:

La señora CASTRO MASAVEU: Usted sabe que ese informe lo puede obtener si le interesa y creo que para venir a comparecer a una Comisión de investigación, que es muy seria, porque aquí estamos tratando de averiguar qué es lo que sucedió y tratamos, sobre todo, de tener en cuenta a las víctimas, no se puede venir aquí frívolamente, sin haber conocido un informe y nada más que las conclusiones. Creo yo. Y no me cabe ni la menor duda de que si usted quiere ese informe y quiere prepararse para venir aquí, lo podría conocer en su totalidad.

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense):Si usted cree que yo he venido aquí frívolamente, pido el amparo del señor presidente en este momento. Me parece que es una falta de respeto.

La señora CASTRO MASAVEU: Lo retiro, si el señor compareciente así lo entiende, porque nada más lejos de mi voluntad que faltarle a usted al respeto.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Castro.

Desde mi desconocimiento sobre los usos en cuanto a Comisiones de Investigación, imagino que procede que los citados respondan sobre sus propios actos o sobre los documentos que hayan generado ellos, no sobre los firmados por otros profesionales. E imagino que, si lo que se desea es una segunda opinión sobre un informe publicado, debe facilitarse dicho documento al compareciente… supongo.
…cuando hago ese informe es a petición de don Carlos Lesmes, pues, si bien las competencias de justicia están transferidas a la Comunidad Autónoma de Madrid, por ser el tipo de hecho que fue, la competencia era de la Audiencia Nacional, en concreto, como todos conocemos, del Juzgado Central de Instrucción número 6… El que es mi superior jerárquico administrativo, porque luego tengo al juez, me pide que haga un informe, no se me dice para qué, donde cuente cómo se han desarrollado los trabajos y en qué situación estamos.

Yo, en esa especie de burbuja en la que me encuentro, sí había oído hablar del tema de si suicida para arriba o para abajo. Me pregunta si hemos encontrado datos en relación con algún suicida y yo lo recalco en mi informe.

Sí que puede ser que con las autoridades que había allí dentro, que ya digo que algunos de ellos permanecieron durante todo el tiempo acompañándonos, que en algún momento alguien me preguntara: Carmen,¿habéis encontrado algún indicio que hable de esto? Lo digo porque ellos sí que debían estar en contacto con la calle.

Entonces yo le dije: No, no, de ninguna de las maneras.

Pero igual que en un momento determinado alguien me dijo que teníamos por allí puesta una mochila con una bomba y que había perros rastreando y yo dije: Ni caso, nosotros a lo nuestro. No me pregunten ni quién me lo dijo, ni en qué momento. Esto exactamente igual: yo hago mi informe con la fecha que lo hago; se me pregunta lo que se me pregunta y yo contesto dentro de lo que puedo, sin decir nada que pueda molestar al ilustrísimo señor magistrado juez, porque yo, por mi cargo, tengo unas obligaciones. Eso es todo.

Creamos o no a Carmen Baladía cuando afirma que ella se limitó a responder a una pregunta de su superior jerárquico, insinuando que ella no entraba en la utilización política que se pudiera hacer del informe, (pese a que el informe no fue remitido al juez ni a un responsable de la Comunidad de Madrid, sino al Gobierno Central) la forense deja claro que el informe se hizo a petición de Carlos Lesmes, que la respuesta fue de inferior jerárquico a superior jerárquico, y que Prieto no tenía ninguna obligación de conocer el contenido. Ataque, pues, injustificado de Castro

Quien, por cierto, no cesó por ello en su acoso, al compareciente, hasta cerrar su segundo turno diciendo:

La señora CASTRO MASAVEU: Simplemente quiero manifestar que las dudas que aquí se han dejado expuestas por parte del señor compareciente no responden a lo que esperábamos en el día de hoy.

Las dudas del señor compareciente consistían, básicamente, a la imposibilidad de saber con un mero análisis forense si una muerte es suicida o accidental. Que la señora Castro considere que dichas dudas no correspondían a lo esperado por ella en la Comisión, y que se queje por ello, es indicativo a lo que realmente esperaban los conspiracionistas de la Comisión, como luego de la investigación policial o del juicio. Todo aquello que les contradice, es tildado inmediatamente (y recalco inmediatamente, porque yo he tardado cuatro años, he visto muchas pruebas y he escuchado muchas declaraciones para pasar a Baladía al campo conspiracionista) de traidor, es acosado, insultado, se le falta al respeto, se manipulan su currículo…

Bueno, pues veamos las reacciones de los demás horrorizados parlamentarios:

El señor PUIG CORDÓN: Si es posible, solicitaría que esos artículos a los que el compareciente ha hecho referencia puedan ser adjuntados a la Comisión. Son los relativos a los forenses israelíes entendidos en esta materia, ya que alguien evitó que pudiesen colaborar los máximos expertos en temas de atentados suicidas.

Me han interesado estos artículos y me gustaría que los miembros de esta Comisión pudiesen tener una copia…

Agradecemos su comparecencia. Entiendo que en ningún caso su comparecencia ha dejado de ser interesante, todo lo contrario. Le agradecemos sus declaraciones.

El señor PRESIDENTE: …y muchas gracias especialmente al señor Prieto Carrero por habernos acompañado en esta Comisión y haber aportado su visión con respecto a los hechos que se investigan.

El señor LLAMAZARES TRIGO: Quiero agradecer su comparecencia —me parece una comparecencia seria, como todas — y plantearle alguna pregunta adicional a raíz del artículo científico que usted ha leído

El señor RASCÓN ORTEGA: Señor Prieto, el Grupo Parlamentario Socialista le agradece, y mucho, su comparecencia, su disposición para colaborar y también, por supuesto, los datos que ha suministrado, que, lejos de verlos frívolos, los vemos serios y rigurosos; probablemente más serios y rigurosos que otros que se han aportado sin sombra de duda a esta Comisión, y así los hemos aceptado.

Anteriormente JANÉ I GUASCH también había manifestado su opinión sobre la comparecencia …

El señor JANÉ I GUASCH: Señorías, en primer en nombre del Grupo Parlamentario Catalán de Convergència i Unió, queríamos agradecer la presencia hoy aquí del doctor Prieto. Nuestro grupo no ha pedido su comparecencia, otros grupos sí e imaginamos que a partir de sus preguntas también podremos esclarecer mejor los motivos de su comparecencia hoy aquí…

… vaya por delante, señor Prieto, en su persona, también lo dije a la directora, el agradecimiento al colectivo de médicos forenses que vivió esas jornadas de manera muy, muy especial. Aprovecho también su presencia hoy aquí para hacerle extensivo el mencionado agradecimiento.

Tras las de Castro Y Jané i Guash, el siguiente turno de preguntas a Prieto fue para el señor Puig Cordón, de Ezquerra Republicana.

A partir de ahora se hacen un poco repetitivas, por lo que me voy a centrar en los aspectos nuevos y en el sinnúmero de ocasiones que tuvo Prieto de atacar a Baladía y al PP y no lo hizo. Pese a quien pese.

Las primeras preguntas incidieron en el tema sobre el que Prieto parecía haber preparado su intervención: las mejoras necesarias en el trabajo que podrían realizar los forenses ante un hecho de estas características.

Luego se entró en uno de los temas polémicos: la supuesta denegación a los forenses de Tel Aviv de su colaboración:

El señor PUIG CORDÓN: En el periódico que hoy nos ha pasado el servicio de la Cámara figuran unas declaraciones suyas y se dice que hubo un ofrecimiento de ayuda por parte de los servicios forenses de Israel. ¿Esta afirmación es suya? ¿Es cierto?

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): Yo no lo dije. Creo que hubo un contacto del equipo médico forense de un instituto de medicina legal de Tel Aviv, pero no sé realmente si fue con carácter previo, ofreciéndose para colaborar en las tareas o se realizó con posterioridad para elogiar el trabajo que habíamos hecho los médicos forenses durante esos días. La verdad es que no lo sé.

El señor PUIG CORDÓN: Según la noticia, se desestimó el ofrecimiento que habían hecho los servicios forenses de Israel para colaborar en ese sentido. ¿No conoce el motivo ni de dónde pudo venir la orden?

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): Lo desconozco, no lo sé.

Como vemos, nuevamente Prieto “pierde otra oportunidad” para acusar a Carmen Baladía o al Gobierno del PP. ¡Vaya birria de traidor!

Cuya capacidad de Señor del Mal no mejora, ciertamente, cuando…

El señor PUIG CORDÓN: Durante esos días que estuvo trabajando, desde el día 11 hasta el día 14 por la mañana, ¿usted notó alguna especial sensibilidad en el sentido de exigencia de si había suicidas o no por parte de autoridades? ¿Hubo alguna exigencia específica en ese sentido?

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): No. Yo por lo menos no lo percibí.

Además, Prieto deja muy claro que él opina que con el trabajo forense, exclusivamente, no se puede afirmar que haya suicidas, pero tampoco que no los haya:

El señor PUIG CORDÓN: Usted ha afirmado rotundamente que el hecho de que hubiese suicidas o no, visto el trabajo elaborado, era difícil de tomar con contundencia, tanto en un sentido como en otro. Se entendería que del mismo modo que cuando se realiza el informe se habla de que no hubo suicidas, por lo que usted ha dicho, tendría que quedar como mínimo la vía abierta en ese sentido, porque faltarían muchos más datos. Usted nos ha dado unos datos desde la óptica forense y otros datos de investigación policial, no reclamación de cadáveres y por tanto lo lógico habría sido hablar más genéricamente y no entrar a decidir si había o no suicidas. He entendido que usted decía esto.

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): Sí, sí así es.

Ni a favor, ni en contra. No es más que una justa y medida opinión, alejada del sectarismo que le han achacado los conspiracionistas

Respecto al traslado de Pabellón, Prieto opina que se perdió con irse a la Almudena ( y luego dirá que otros forenses piensan como él):

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): … para nosotros eso supuso un retraso en nuestro trabajo. Hubo unas horas que se perdieron. Desde que salimos del Ifema hasta que llegamos al día siguiente al depósito de la Almudena, se trasladó todo el equipo, hubo que montar un par de carpas, porque el propio depósito de cadáveres del cementerio de la Almudena no tenía capacidad para trabajar allí y hubo que utilizarlo simplemente como oficina, y se habilitaron dos carpas, del SAMUR o de Protección Civil, fuera, que fue donde se estuvo trabajando. Las condiciones de trabajo evidentemente no eran las mismas que en el Ifema. Lo que digo es que no sé por qué se produjo eso. A lo mejor hubo necesidad de que fuera así, pero yo lo desconozco. Lo que sí digo es que para nosotros supuso un retraso en nuestra actividad.

El trabajo puede haber sido hecho en peores condiciones, pero no sabemos las razones. Es posible que todo fuera necesario. Carmen Baladía, que había declarado antes, y que después no recuerdo que haya sido interrogada por esto, se limitó a decir que “no hacia falta” seguir en Ifema porque casi todo el trabajo estaba hecho, y de ahí el traslado a la Almudena.

Es difícil imaginar qué podría ser más importante en España durante esas fechas para desplazar a los cadáveres del 11-M, pero en fin…

¿Imaginan qué podría hacer la plantilla de himbeztigadorez de “El Mundo” con esas horas perdidas en el traslado, con las bolsas de cadáveres precariamente custodiadas y perdidas de vista por los forenses, con el número de cadáveres sin fijar, con un cadáver de suicida que finalmente no apareció?

En todo caso, Prieto renuncia –otra vez- a culpar a nadie de lo que él entiende que fue un error

El señor PUIG CORDÓN: … ¿Quién dio la orden?

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): No lo sé.

El señor PUIG CORDÓN: ¿No sabe si la orden fue de la propia directora?

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): No lo sé. Yo sé que en un momento determinado la policía empezó a empaquetar y nosotros ya no podíamos seguir trabajando porque son ellos los que tienen los datos que denominamos ante mortem, los registros de los datos que proporcionan las familias y que nosotros tenemos que cotejar con los datos del cadáver. En todo caso, si nos falta esa parte, nosotros no podemos continuar trabajando. En un momento determinado se tomó esa decisión, pero yo no sé quién tomó esa decisión. Lo ignoro.

El señor PUIG CORDÓN: Una cierta ilógica ¿no? Si usted está diciendo que el sitio de trabajo era idóneo …

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): No lo sé. Igual tiene un sentido, pero yo lo desconozco. Lo único que digo es que, desde el punto de vista de nuestro trabajo …A lo mejor, no sé, se haría otro tipo de trabajos luego allí, es que lo ignoro.

En seguida veremos cómo la siguiente parlamentaria le riñe (suavemente) por su falta de curiosidad.

La señora URÍA ETXEBARRÍA: Por cierto, a este respecto le manifiesto que yo, sin ser científica, hubiese sido más curiosa, hubiese aprovechado para indagar de mis superiores, de quienes yo dependiese, cuál había sido el motivo concreto por el que se hubiese tenido —que estoy segura que fue alguna razón de necesidad — que producir el traslado.

A ello Prieto le responde:

…en relación con los medios de los que dispusimos o la necesidad que hubo de traslado al depósito del cementerio de la Almudena, la verdad es que no se nos dio ninguna explicación. Nosotros podíamos haberla recabado, de acuerdo, pero también en aquel momento, quizá por esa ausencia de planificación y de equipos, tampoco había una estructura realmente en cuanto a la organización…había una estructura física, de diseño, del trabajo, pero no había una estructura realmente jerárquica en el sentido de que hubiera distintos equipos y responsables de esos distintos equipos que fueran trasmitiéndose su información… Si lo ha habido, yo por lo menos no he participado en esto

Y, como otras veces, la parlamentaria del PNV también le pregunta por la discrepancia entre las declaraciones de Carmen Baladía y las suyas. Es de apuntar que no es raro que haya discrepancias entre dos médicos, y la cosa en sí no debería tener tanta trascendencia como para que todos los comisionados preguntasen por ello, de no ser por la carga política que trasciende una mera diferencia de opiniones.

La señora URÍA ETXEBARRÍA: Sólo se me ocurre preguntarle si, conocidas —ha dicho usted que por lo menos superficialmente sí —las opiniones vertidas aquí por la directora, que compareció en su día, la doctora Baladía, le parece que hay alguna puntualización que hacer a ellas, además de la que ya ha manifestado —que usted no podría afirmar de manera rotunda la inexistencia de ningún suicida —, o también al informe que, junto con los equipos del Ministerio de Justicia, aparece firmado como conclusiones de las autopsias.

Vaya, otra oportunidad para dejar mal a Carmen Baladía. Sin duda que la va a aprovechar:

Con respecto al informe del que usted me habla, que emitió la directora del instituto, como he dicho antes, [b]no conozco íntegramente el informe, tan sólo he leído las conclusiones y a ese respecto ya he dicho que este informe está fechado el día 17 de marzo y por lo tanto ignoro qué nuevos elementos puede haber tenido ella en consideración a la hora de elaborar ese informe y esas conclusiones. No me puedo definir en ese sentido porque, como digo, a partir del día 14 de marzo no he vuelto a intervenir absolutamente en ninguna actuación relativa a los atentados del 11 de marzo.

El internauta que lea este hilo debe responder, para saber quién tiene razón, a la siguiente pregunta: ¿Puede un forense diferenciar entre una muerte violenta de origen suicida y homicida sólo con el examen del cadáver, o necesita la investigación policial?

La señora URÍA ETXEBARRÍA: Le preguntaba también si conoce opiniones críticas de compañeros que trabajasen con usted.

El señor PRIETO CARRERO (Especialista en antropología forense): En cuanto a los compañeros que trabajan conmigo —habitualmente tengo contacto con ellos —, el punto de vista que ellos tienen es prácticamente muy similar al mío, en relación con la posibilidad o no de realizar un diagnóstico tan firme o tan concreto.

Efectivamente, ayudaría conocer opiniones de otros forenses. Prieto dice que los conoce. Evidentemente, los conspiracionistas no se lo creerán. También puede ser que Baladía tenga o diga que tiene colegas que opinan como ella. Eso no nos prueba nada.

Pero piense, quien esté leyendo esto, en el caso que nos ocupa: estamos en el día 12 de Marzo. No sabemos cómo se ha llevado a cabo el atentado; según Carmen Baladía no ha aparecido ningún cadáver con ropas, piercings, cinturones explosivos, o aspecto de terrorista: ¿podemos asegurar ya que no ha habido terroristas suicidas, o sólo que por el momento no se han encontrado? ¿Es imposible que aparezca una persona sin rasgos distintivos de terrorista, y que haya llevado los explosivos en bolsas o mochilas?

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4 respuestas a Reinvindicación de José Luis Prieto (II)

  1. Mangeclous dijo:

    Estupendo, como el anterior, Morenohijazo. Pero creo que habría que pulirlo un pelín: no se sabe a quién se dirige -falta una recapitulación al principio-, hay algunas faltas por aquí y allá y está como «estropeado» en la parte de Isadora Duncan.

    Por lo demás, magnífico, muchas gracias. 🙂

  2. Lanarch dijo:

    Muy bueno, sí 😀

    Aunque coincido con Mangeclous y además añado que hay errores de formato (citas fuera de sus cajas y no-citas dentro de ellas, algún verbo que falta…). No dejéis que errores formales estropeen el trabajao 😉

    Como de costumbre, muchas gracias.

  3. pinganilla dijo:

    Veo que de forma elíptica me menciona y aún cita textualmente una de mis frases en el foro.

    Permítame que responda (aquí también) a esto que «me» dice:
    «Ahora nos sale con que Prieto ha afirmado que los casos de Leganés son suicidios, sin más. NO ES VERDAD. Prieto lo que dijo es que podían ser compatibles con un suicidio (sin poder diferenciarlos de un homicidio por las necropsias) Pero con el trabajo policial, y al no haber nada que lo hiciera imposible, todo hacía pensar que era un suicidio.»

    Perdone, pero lo que dijo Prieto es, textualmente:

    «Que en todos los casos la muerte responde a una etiología violenta de carácter suicida.»

    Lo que no es lo mismo que usted dice que dijo.

    Saludos.

  4. lejianeutra dijo:

    Prieto dijo:

    PC: Nosotros llegamos a esa conclusión, en realidad, el diagnóstico, en este caso, deriva de la integración de una serie de datos. Son datos, en primer lugar, proporcionados por el examen del estado de los cadáveres, de los restos. En segundo lugar, por datos derivados también de la diligencia del levantamiento, que aunque nosotros no estuvimos presentes en esa diligencia, sí contactamos con médicos forenses que habían estado presentes en esa diligencia, lo mismo que de la investigación policial, ¿eh? También la policía que había estado en el eh… había asistido a los levantamientos de los cadáveres, nos facilitó eh… cierta
    información al respecto. Por otra parte, por una parte, esto, como datos positivos, digamos.
    Y luego, por otra parte, como datos negativos, la ausencia de hallazgos que nos permitieran
    establecer una etiología diferente a esta etiología suicida. La congruencia de todos esos
    datos es la que nos lleva a determinar ese origen pues de etiología suicida.

    Period, que dirían los americanos.

    Es cierto bajo mi modesto punto de vista que el «Pero con el trabajo policial, y al no haber nada que lo hiciera imposible, todo hacía pensar que era un suicidio» de tu artículo, Moreno, invita a pensar en un diagnóstico por aproximación y con alguna sombra de duda que no se corresponde con el claro y contundente diagnóstico que emite Prieto Carretero.

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