Presentación y Declaración de Principios

¿Por qué di en agregar a la infinita
serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
madeja que en lo eterno se devana,
di otra causa, otro efecto y otra cuita?

El Golem, Jorge Luis Borges

¿Una bitácora anticonspiracionista? ¿Para qué? ¿Qué posible utilidad podría tener el trabajo de Sísifo que representa refutar las teorías conspiracionistas sobre el 11-M? Son buenas preguntas, pero tal vez tardías. Todos los que escribimos en esta bitácora colectiva tomamos la decisión, hace ya muchos meses, de enfrentarnos a las teorías conspirativas que pululaban por la Red, haciéndose eco a su vez de las que publicaban los medios y políticos favorables a dichas teorías.

Nuestra motivación para esta prédica en el desierto es y ha sido siempre ética y cívica, y con ello no queremos decir que los que discrepan de nosotros sean inmorales o incívicos. Simplemente decimos que nosotros sentimos la absoluta necesidad, como ciudadanos y como personas, de combatir lo que, estamos persuadidos, es la mayor colección de peligrosas ficciones que se ha contado en la España democrática.

En el fragor del debate es fácil olvidarlo: hablamos del mayor atentado terrorista de la historia de España. Casi doscientos muertos. Mil trescientos heridos. Miles de familiares, amigos y conocidos de las víctimas golpeados por la tragedia. Y dos años después, todos ellos tienen que desayunarse día sí y día también con alguien removiendo el 11-M una y otra vez. A los que han creído las teorías conspirativas los han instalado en un estado de angustia. La experiencia traumática que supuso la pérdida de seres queridos se convierte ahora de pronto en una oscura trama política en la que sienten que el gobierno y parte de la sociedad les ha abandonado. Ineluctablemente, se sentirán defraudados por la justicia española, de cuyo veredicto nosotros no dudamos ni un instante. Alguno estará convencido de que el gobierno está negociando ahora mismo con los culpables del 11-M. Y a los que no creen dichas teorías el constante recordatorio les hace pasar por la amarga experiencia de que se utilice su desgracia como instrumento para impulsar mezquinos intereses políticos, que sean considerados traidores a sus muertos por no comulgar con las versiones conspirativas, que pasen por la terrible experiencia de que, con cada vez más insistencia y claridad, ciertos medios y ciertos políticos se pongan al servicio de la defensa de los presuntos terroristas procesados por el terrible acto que les arrancó a sus seres queridos, que marcó sus propias vidas.

Nos rebelamos ante ello. Nos gustaría que las víctimas que desgraciadamente han caído, de buena fe, en las creencias conspirativas se persuadan de que al condenar a los procesados se hará justicia, y que las que han sido sometidas al indecente juego político, las que han sufrido ataques rastreros e injustos, sientan que hay alguien que combate a su lado, que quiere reivindicar su verdad, que no será otra, sin la menor duda, que la verdad judicial. Prestaremos particular atención, durante el juicio, a que si algunos han elegido estar del lado de la defensa, el lado de las acusaciones particulares se sienta apoyado con sólidos argumentos. Esta es, nos parece, la llamada de la ética. En ese sentido, hacemos llegar a todas las víctimas y afectados del horrible atentado nuestro más sincero afecto y nuestra indignación ante la helada y egoísta utilización de su dolor.

Nunca será nuestra intención trivializar en nombre de mezquinos sectarismos estos horribles hechos y el dolor que causaron. Si alguna vez alguna víctima o afectado considera que hemos pecado de insensibilidad, le rogamos que nos lo diga y contará con nuestra inmediata disculpa y la corrección del entuerto. Pero así como nosotros no queremos apropiarnos de las víctimas, no permitiremos de modo alguno que nuestros adversarios lo hagan y nos dirijan reproches en su nombre. Demasiado ha ocurrido ya esa obscena apropiación, y desde aquí lanzamos un llamamiento para que cese de inmediato.

Pero también hay una llamada cívica. Hablamos también como ciudadanos que asisten con estupor a la descalificación sistemática de todas las instituciones y todos los funcionarios públicos que por una razón u otra se han interpuesto en el camino de las teorías conspirativas. En efecto, estamos presenciando la mayor ofensiva que se recuerde contra las instituciones españolas, y muy especialmente contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y contra la judicatura, que inevitablemente ha instruido un sumario opuesto a las teorías conspirativas, y muy probablemente dictará sentencias sustancialmente en línea con las conclusiones de dicho sumario.

Siempre ha habido teorías conspirativas. La gran novedad del 11-M es que los proponentes de dichas teorías han encontrado cajas de resonancia en algunos de los medios de comunicación más importantes del país, y en ciertos sectores del principal partido de la oposición, todo ello, evidentemente, en diversos grados. Esto es lo asombroso y lo que nos escandaliza. ¿Imagina alguien al Washington Post haciéndose eco de las teorías conspirativas del 11-S, con algún eco de simpatía por parte del Partido Demócrata? Pues es lo que está pasando aquí y ahora.

No nos mueve ningún interés político. Somos personas de ideologías diversas, sin ninguna militancia. Hacemos esto por libre voluntad y sin recibir un céntimo a cambio. Nadie nos ha ordenado crear esta bitácora. Nadie nos paga ni subvenciona de ninguna forma. No debemos sumisión alguna a ningún partido político, ninguna instancia gubernamental ni ningún medio de comunicación. Sabemos perfectamente que, a pesar de esta declaración, nos acusarán –ya han empezado—o bien de crédulos, tontos útiles al servicio de Ferraz y de Polanco, o bien de turbios y tétricos funcionarios de Interior complotando por ocultar la verdad, o bien de plumas a sueldo de intereses bastardos. Pero no hay nada de ello, y quien nos acuse tendrá que saber, desde el primer momento, que fracasará en su empeño de calumniarnos y descalificarnos.

La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Y estamos aquí para defender la verdad.

En línea con el párrafo anterior, intentaremos en la medida de lo posible alejarnos de valoraciones políticas. No es nuestra intención, por ejemplo, determinar quién mintió, quién dijo la verdad, o quién actúo de tal o cual forma en los días aciagos que mediaron entre el atentado y la celebración de las elecciones. Evidentemente, cuando tales acciones sean abordadas por las teorías conspirativas, seguramente tendremos que abordarlas a nuestra vez. Pero no insistiremos en ello.

Hacemos el firme propósito de evitar lo que consideramos los peores defectos discursivos de nuestros adversarios: basar sus argumentos en especulaciones, en particular en juicios de intenciones; mezclar sin rigor hechos con medias verdades y con falsedades; utilizar herramientas retóricas y vicios de razonamiento, en particular falacias lógicas; muy en particular, considerar a una autoridad por encima de toda duda (argumentum ad verecundiam) y descalificar a nuestros adversarios de forma personal o por su ideología política. Seremos rigurosos en nuestra exposición y argumentos, escépticos, fríos y objetivos en nuestra actitud, solidarios con las víctimas, implacables en la denuncia de la falsedad y la falacia, pero sobre todo, intelectualmente honestos. Nuestros escrúpulos morales e intelectuales nos lo exigen.

Cuando afirmemos un hecho, lo haremos a partir de los hechos probados en el Auto de Procesamiento, en primerísimo lugar. Nos apoyaremos ocasionalmente en el Diario de Sesiones de la Comisión Investigadora del 11-M, en general con el único objetivo de citar opiniones expertas o declaraciones, evitando las valoraciones. Recurriremos a la prensa –de cualquier tendencia– como último recurso, con el escepticismo que nos da el haber constatado varias veces su poca fiabilidad, y procurando utilizarla bien como apoyo a otros recursos, bien como fuente de posibilidades hipotéticas, nunca como fuente única de hechos probados. En general, no afirmaremos hechos que no tengan un apoyo documental razonable, y reconoceremos sin ningún reparo que no tenemos explicación satisfactoria para un hecho, cuando esto ocurra.

No somos infalibles. Aunque sometemos nuestros textos a la crítica de nuestros colegas (otra de las ventajas de la bitácora colectiva), seguramente cometeremos errores. Cuando esto ocurra, publicaremos una fe de erratas y los corregiremos. Retamos a nuestros adversarios a hacer lo propio.

Todos nosotros llevamos unos dos años combatiendo las teorías conspirativas, algunos de forma más sistemática que otros, haciéndonos eco de las novedades, o debatiendo en foros de Internet, o publicando artículos críticos en nuestras bitácoras. Sabemos de otras personas que han hecho lo propio. Entre todos tenemos un conocimiento muy razonable tanto del atentado en sí como de lo que proponen las teorías conspirativas. Pero nuestros esfuerzos colectivos, según entendemos, han sido dispersos y limitados, perdiéndose muchas veces en las profundidades de un hilo de un foro. Increíblemente, que sepamos sólo existe una bitácora totalmente dedicada a combatir las teorías conspirativas. En cambio, éstas proliferan por la Red.

Es por ello que creemos que es tiempo de que esto cambie. Uniendo fuerzas en una bitácora colectiva logramos varias cosas.

Primero, centralizar y sistematizar toda la información que hemos acumulado en un solo sitio.

Segundo, sumar esfuerzos ante la ingente labor de comentar todas las teorías conspirativas. Afortunadamente, entre todos hemos logrado conjuntar diversos puntos de vista y diversas disciplinas, desde la Sociología hasta el Derecho pasando por personas con conocimiento de metodologías y conceptos técnicos y científicos.

Tercero, tener una comunidad de debate que permita mejorar nuestras contribuciones mediante el contraste con otras opiniones, tal como queda dicho arriba.

Cuarto, dar una réplica organizada a las bitácoras conspiracionistas, que por lo general o no nos permiten la entrada o nos expulsan como «trolls» en cuanto objetamos alguna de sus afirmaciones.

Quinto, servir como uno de los medios de referencia para las personas que busquen argumentos anticonspiracionistas, aspirando a ser, entre otras cosas, una especie de enciclopedia anticonspirativa; y eventualmente formar parte de una red de bitácoras con la misma intención.

Algunos piensan que al conspiracionismo hay que ignorarlo, que no es ni suficientemente serio ni suficientemente amenazador como para combatirlo de frente, que no debemos hacerle el “caldo gordo”. A esto respondemos, además de con las motivaciones que hemos explicado arriba, que toda falsedad debe ser combatida. El debate y el rigor intelectual son la esencia del método científico y de la democracia. Y este deber, a nuestro juicio, se redobla cuando la falsedad se difunde desde medios poderosos, amenazando la confianza ciudadana en sus instituciones. Los biólogos, como comunidad, se enfrentan a los creacionistas. Los escépticos a los creyentes en fenómenos paranormales y a los ufólogos. Nosotros, en el rincón del mundo que nos toca, atacaremos las teorías conspirativas del 11-M.

Finalmente, creemos que la oportunidad no podría ser mejor. La publicación del Auto de Procesamiento del juez Del Olmo ha reavivado la polémica. De hecho, se ha desatado una verdadera ofensiva conspiracionista que es necesario refutar. Al mismo tiempo, contamos por primera vez con un documento de referencia en cuanto a la relación de hechos se refiere.

A nuestros adversarios les decimos que no nos anima otra intención que debatir con absoluto rigor sus afirmaciones. Esperamos que así lo entiendan y que participen en dicho debate. Si tanto dicen querer saber la verdad, es ahora el momento de demostrarlo, porque atacaremos sus afirmaciones con toda la dureza que caracteriza a toda buena confrontación intelectual, en la convicción de que, como es bien sabido, la verdad no surge de la unanimidad, sino de la discrepancia. Suya será la elección: dejar nuestras afirmaciones sin rebatir, y por tanto sus edificios dialécticos en ruinas, o contestar con honestidad intelectual, rigor y apertura de miras en aras de establecer un debate provechoso. El guante está lanzado, y lo lanzamos al máximo nivel del campo conspiracionista, no porque despreciemos los otros comentarios que recibamos, sino porque es costumbre académica bien establecida que un autor conteste personalmente a las objeciones que se le plantean a sus afirmaciones. Señor Múgica, señor García Abadillo, señor Del Pino, esperamos su respuesta.

Estos son nuestros principios deontológicos y ésta es nuestra presentación y manifiesto fundacional. Esperamos todos estar a la altura de las expectativas.

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23 respuestas a Presentación y Declaración de Principios

  1. tiresias dijo:

    🙂 El infierno está lleno de buenas intenciones

  2. Germánico dijo:

    Espero que susciten intensos debates, y que la razón prevalezca. Pero lo que espero, por encima de todo, es que se aclare de una vez lo que sucedió en el 11-M, y de dónde vino, sea ese lugar una montaña o una pradera, cercano o lejano.

    Espero que tengan la suerte de la que se hagan acreedores en su andadura.

  3. Alberto dijo:

    Os adjunto en mi blog. Enhorabuena por vuestra iniciativa. Un saludo.

  4. El Palleter dijo:

    Es muy fácil destruir un “teoría de la conspiración”…

    … basta con que no haya zonas de sombra en una investigación criminal…

    … basta con que desde el poder no se bombardee a la opinión pública con la “teoría oficial”… sin margen para la duda razonable…

    … basta con que los jueces hagan bien su trabajo… con independencia de los fiscales (que ya se sabe a quien obedecen…;-)…

    … basta, en fin, con que existan buenas explicaciones… da igual que sean “oficiales” o no… pero sí que sean creíbles…;-)

    Es fácil… y el principio metodológico es claro: que desde el poder no se pretendan que la gente comulgue con ruedas de molino ni se les insulte la inteligencia…

    … pero mientras no se cumplan esos requisitos mínimos… seguirá habiendo teorías de la conspiración…;-)

    Saludos cordiales,

    El Palleter

    Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser

  5. El Palleter dijo:

    Aparte de todo un poderoso director de periódico… todo ciudadano de a pie se pueden (y tal vez deba) formular preguntas y dudas más que razonables ante tan gran masacre… y no por eso se tiene que ser un conspiranóico… por ejemplo: http://club.telepolis.com/casoalcasser/48.htm

  6. Palleter:

    No es necesaria ninguna actuación por parte de nadie para que florezca una teoría conspirativa. Mire el caso del avión del Pentágono.

    Germánico, Alberto: ¡Muchas gracias!

  7. Pepe dijo:

    Su fe en la justicia española es auténticamente carbonera. Según su declaración de que la verdad judicial es por definición la verdad absoluta podemos decir que los jueces son a la justicia lo que el Papa a las cuestiones de moral, claro, según los que aceptan el dogma vaticano de la infalibilidad. Aclarada con esta sencilla comparación que la verdad judicial, por ser obra humana, es perfectible, hay que aceptar que cualquiera discrepe de lo que diga un juez (la aceptación disciplinada de las sentencias, en tanto en cuanto son firmes, que no deja de ser una regla de convivencia similar a la que hace que yo me trague las gilipolleces de mi señora la mayor parte de las ocasiones) sin que nadie tenga que considerarlo un hereje.

    Lo anterior vale como regla general, y si hacemos uso de nuestra mollera para algo más que para darnos un peinado más o menos atractivo, podemos llegar fácilmente a comprender que la magnitud de los errores judiciales varía; unas veces es insignificante, otras veces es moderada, y otras veces es monumental. Son muchos los factores que hacen que se produzcan los errores judiciales. Descartando por educación (no porque no sea un factor real como la vida misma) la mala fe del magistrado correspondiente (el juez instructor por ahora, en el caso que nos ocupa), el mayor con diferencia es la ineptitud, que siendo caritativos con nosotros mismos (todos somos más o menos ineptos), podemos llamar limitación humana, de quienes intervienen en el proceso de la elaboración de la sentencia (mayormente el juez). Esta limitación es lógicamente más operante cuanto más intrincado sea el caso. Eso es lo que hace que los criminales más ingeniosos inventen medios para confundir a los jueces, y en muchos casos lo consiguen y se van de rositas, a veces incluso echándole la culpa a otro, y no voy a dar ejemplos porque me parecería un insulto a la inteligencia de los lectores.

    Si a esto se añade que en los procesos judiciales, la presión popular resulta en ocasiones apabullante obligando al juez a seguir una línea de investigación ya marcada socialmente a riesgo de jugarse la carrera en caso contrario, y que es no solo humano sino esperable que los cuerpos auxiliares de la investigación (la policía mayormente) traten de salvar la cara consiguiendo un culpable como sea cuando el crimen se ha cometido delante de sus narices, resulta que no tiene nada de particular que la culpa le pueda caer a quién no la tiene, especialmente si su capacidad intelectual (individual o colectiva según sea un culpable individual o colectivo) es muy inferior a la de los criminales que les han cargado el mochuelo.

    Creer que las sociedades autollamadas democráticas (solo porque de cuando en cuando se les ofrece echar una papeleta en el bombo) tienen patente de justas por gracia que solo se puede calificar de divina (aceptando como divinidades al gran arquitecto del universo o incluso a la diosa humanidad), y que en ellas no se pueden dar las injusticias es de una ingenuidad equivalente a la de los cristianos que creen que los curas, por su condición eclesiástica, no sienten el tirón de la carne.

    En una situación de guerra mundial (los Estados Unidos lo declaran formalmente, están en Guerra) en la que fuerzas de un orden social muy elevado se enfrentan como toda la vida de Dios por los recursos disponibles con ánimo de vivir mejor, con un atentado como el del 11M que se ha achacado en todo el mundo a una supuesta red que personifica al enemigo a batir por uno de los dos bandos, pensar que la trama del asesinato es simple y consta de unos pocos elementos, y no una conspiración en toda regla, conspiración que hay que revelar para poder hacer justicia, puede ser considerado como natural en los indocumentados ciudadanos de a pie, ignorantes de las fuerzas en lucha. En un gobernante o un juez, es un gravisimo error que dada su alta responsabilidad social debería castigarse severamente, como mínimo con la suspensión de funciones.

    A la vista de todo esto, tildar de conspiranoicos a quienes simplemente tienen ojos en la cara y ven que el 11M es en el caso más benévolo, dejando a parte el aspecto político, que tiene muchos bemoles pero que es mejor aparcar hasta que se dicte una sentencia justa, y a la vista de los documentos que van saliendo del proceso judicial en cuestión, un monumental error judicial, es solo un ejemplo de la estulticia entre la que nos movemos. No se si el tiempo acabará poniendo a cada uno en su lugar porque todavía dicen los libros de historia que el crucero americano Maine voló como consecuencia de un accidente, aunque ya es un triunfo parcial de la verdad que no se siga sosteniendo como se sostuvo en los primeros tiempos que fue un crimen cometido por los antecesores de nuestros actuales gobernantes (y fue casus belli como puede comprobar cualquiera).

    Allá ustedes con su conciencia y con su fama, pero al menos complete la lista de las teorías que usted llama conspiranoicas para incluir la única que tiene un grado de coherencia que la hace candidata a ser la explicación definitiva. La culpable del crimen es la mafia globalizadora que gobierna desde las bambalinas a Occidente, y que con este atentado y con otros similares o incluso mucho mayores, ha llevado a nuestra civilización a la guerra contra nuestro vecino, el atrasado, inculto, corrupto y lleno de fuentes de energía, Islam guerra de cuya existencia, razones, objetivos, fuerzas empleadas, y sobre todo, métodos, tiene usted pruebas y datos todos los días en los periódicos. Que ustedes sean unos de esos indocumentados ciudadanos que creen que el mundo se divide en buenos y malos, y que las naciones estado siguen siendo auténticamente soberanas, no es razón suficiente para dejarla fuera.

    Por cierto que su elección la figura de Sísifo es muy adecuada para representrar su esfuerzo, y no porque la piedra de la evidencia va a rodar siempre en contra de su esfuerzo precísamente, sino porque el fundador de Corinto acabó en el infierno por “avaricioso y mentiroso. Recurrió a medios ilícitos, entre los que se contaba el asesinato de viajeros y caminantes, para incrementar su riqueza. Desde los tiempos de Homero, Sísifo tuvo fama de ser el más astuto de los hombres”. Están ustedes, consciente o inconscientemente, ayudando a los autéticos criminales a salir libres de culpa, y consecuentemente a seguir cometiendo iguales o peores crímenes.

  8. Pepe:

    Gracias por sus «amables» palabras. Comprenderá que aquí no vemos con simpatía ninguna teoría conspiracionista, sea de un bando o de otro, pero le agradecemos que contribuya su versión para completar el panorama y demostrar que el papel lo aguanta todo y que nuestros conspiracionistas, si fueran consistentes, deberían también considerar su teoría.

    Por lo demás, su largo escrito no es más que una concatenación de especulaciones más algún hombre de paja. Nadie ha afirmado que la verdad judicial es absoluta. Sólo que confiamos en que será sustancialmente cierta.

    Usted pinta un mundo en el que los jueces ceden a la opinión pública o a oscuros intereses y en el que cientos de policías mienten. Porque no olvida que esto no es la opinión del juez contra la suya. Es la opinión informada del juez más toneladas de evidencia en contra de su opinión de usted y medio kilo de especulaciones. ¿Con quién quiere usted que se alinee una persona mínimamente crítica?

    Por lo demás, no aporta usted un solo argumento para creer en la conspiración. Sólo su convicción de que hay errores (no dice cuáles), aderezada con ad hominems (si no me das la razón eres estulto). ¿Así quiere convencer a alguien? ¿Pretende que descartemos el principio de parsimonia (la navaja de Occam) que tan buenos resultados ha dado al pensamiento crítico a lo largo de siglos, sólo porque usted lo dice? ¿Sin siquiera decirnos cómo funcionó, según usted, la conspiración que nos anuncia? Traiga usted pruebas y hablamos.

    P.D. Si se fija, su mensaje consiste en buena medida de descalificaciones y admoniciones. Siempre es un placer comprobar la ley general de que «a menor capacidad de argumentación, más descalificación.» Lo que sorprende un poco es que nos considere usted tan pueriles como para ceder ante sus admoniciones sobre nuestra conciencia y fama. La última vez que eso dio resultado conmigo yo tendría unos siete años.

  9. El Palleter dijo:

    Respondiendo a Arean: “No es necesaria ninguna actuación por parte de nadie para que florezca una teoría conspirativa. Mire el caso del avión del Pentágono.”….

    Estamos de acuerdo que en ocasiones las teorías conspirativas existen independientemente de las acciones del gobierno y los jueces (por aclararlas)… pero no es menos cierto que las teorías conspirativas se nutren y tienen su “caldo de cultivo” en una ausencia notable de buenas explicaciones… o, como diría el antropólogo Bertrand Méheust: “la ausencia de buenas explicaciones genera mitos”… una afirmación que seguramente también usted comparte con nosotros… ¿o no?… en consecuencia, si no se construye por parte del gobierno y los jueces una explicación cuidadosa del 11-M, que existan teorías conspirativas es casi una necesidad objetiva y predecible… y no por ello hay que rasgarse las vestiduras ni hacer acusaciones de falta de racionalidad… luego… la “culpa” de la existencia de esas teorías conspirativas no hay que buscarla (siempre) en la pre-existencia de “conspiranóicos” sino en la falta de buenas explicaciones…;-)

  10. Pepe dijo:

    Sr Asean, gracias por su pronta respuesta.

    Centremos el asunto. Se trata de saber si se puede hablar de teorías conspiranoicas. Supongo que estamos de acuerdo que lo que se entiende por teoría conspiranoica es aquella que da una explicación disparatada o sin sentido de un hecho que tiene una explicación razonable. Bien, veamos cual es la explicación razonable del 11M. Explicación que debe dar cuenta de los siguientes hechos. Tres días antes de las elecciones generales españolas de marzo del 2004, estando el mundo occidental en guerra contra partes del mundo islámico y la ETA acorralada por el gobierno español, con este gobierno español apoyando ese esfuerzo guerrero de una forma más o menos humanitaria en Irak, explotaron una serie de bombas en unos trenes de cercanías de Madrid, de forma bastante coordinada, matando a casi doscientas personas.

    Del repaso por encima (no he entrado todavía en los detalles más que en un par de aspectos concretos) que le he dado a su flamane blog, he podido colegir que ustedes están de acuerdo conmigo en que al final resulta que todavía no hay una versión oficial (como solemos denominarla los que ustedes llaman conspiranoicos) del 11M, estrictamente hablando. Cuando el señor Rodriguez hizo una declaración al respecto vino a limitarse a decir que ya se sabía casi todo lo relativo al 11M, pero no dijo que es lo que se sabía. Cuando el ministro Alonso se refería al caso decía mas o menos que sus policías estaban haciendo un buen trabajo, el que les corresponde, y que la determinación de la culpabilidad del crimen corresponde a la Justicia (por ahora al juez del Olmo). Ninguno de los dos ni ninguno de sus subordinados (ni el sucesor en el caso del señor Alonso), han dado una explicación concreta como sí que la dió el ministro Acebes (equivocándose casi por completo, lo que ya es un dato a considerar). La explicación oficial por tanto está pendiente de que se pronuncie la justicia y esta todavía no lo ha hecho, y solo nos ha dado unas resoluciones previas bastante confusas.

    Efectívamente no es exactamente así, porque implícita en las diversas declaraciones de nuestros actuales gobernantes y en esas resoluciones parciales de la justicia (el «auto de procesamiento» principalmene) se deriva que la explicación oficiosa, la que nos vienen dando los periódicos (y en ellos incluyo a El Mundo, que todavía dá por buenas muchas cosas que todavía no están probadas) antes de que se pronuncie el juez, es correcta.

    Claro, esa explicación tiene tantas variantes que no se puede discutir con demasiada precisión, pero sí que podemos estar todos de acuerdo en que esa explicación viene a ser mas o menos que una pandilla de individuos de origen magrebí, sirios y de otros paises de lo que conocemos como el mundo árabe, instalados prosperamente (en terminos relativos) en España y otros paises de Europa, llevando la mayor parte de ellos una vida que se puede llamar todo menos islámica rígida pero inspirados por el terrorismo islámico que según la explicación oficiosa global asola el mundo (si quiere que me extienda sobre el hecho de que la justicia americana solo se ha pronunciado, y de que manera, sobre un aspecto muy muy menor del 11S, y justicia británica ni siquiera ha iniciado un proceso judicial de ningún caracter sobre el 7J, no tiene más que decirmelo), terrorismo cuya razón de ser es un odio irracional al modo de vida occidental, esos individuos digo, arriesgando sus vidas y haciendas (haciendas fraudulentas en su mayor parte, pero haciendas al fin y al cabo), asociados con una serie de delincuentes locales para el suministro de unos explosivos, todos ellos (los españoles y los extranjeros) controlados por las FSE y el servicio de espionaje nacional, montados en una furgoneta Kangaroo bla bla bla, se subieron en unos trenes en la estación de Alcaeda, digo de Alcalá, dejaron en esos trenes unas mochilas (una en medio del pasillo) que contenían explosivos, y que con unos teléfonos móviles que utilizaron como temporizadores los hicieron estallar, que tres de ellas no estallaron sin embargo, que dos que descubrieron los policias llegados a al escena del crimen las destruyeron haciendolas explotar probablemente por aplicar un procedimiento incorrecto al equivocarse al estimar el tipo de explosivo que habían provocado las bombas que sí que explotaron, que la tercera bomba que no estalló apareció despues en una comisaría con los cables desconectrados y esta sí que fue desactivada y fue la pista que permitio descubrir a los criminales, y que sabiendo que la mochila y la furgonta estaban en poder de la policía esos criminales se quedaron tan ricamente en España, uno de ellos despachando tan tranquilo en su tienda de teléfonos móviles, y que despues pretendieron atentar contra un tren Ave con un explosivo que iban a detonar por medio de un activador por cable, y que no contentos con eso se dejaron atrapar siete de ellos en un piso en Leganés, y se suicidaron poniendose unos explosivos en sus barrigas, matando a un policia cuyo cuerpo, enterrado de forma discreta con intención de protegerlo, unos amigos o deudos de los suicidados sacaron de su nicho con intención aparente de llevarselo, y sin embargo por una razón que podría ser que no iban a conseguirlo le pegaron fuego.

    Amigo mío, todo lo anterior es un resumen inevitablemente incompleto pero, ¿no le parece que la explicación oficiosa es tan disparatada y tan poco fundada que que es la primera que hay que considerar conspiranoica según esa definición aceptada más arriba?

    En realidad yo no creo que se deba hablar de teorías conspiranoicas o conspirativas. Sencillamente la realidad es muy complicada, y los hombres no somos capaces de explicarla perfectamente, con lo que se puede hablar de explicaciones mejores y peores, aun en el caso de los fallos judiciales ya firmes (que no es el caso), que se pretende que sean lo más ajustados a la realidad posible, pero que como ya hemos dicho, y precísamente porque no es fácil descubrir la verdad, especialmente, ya se lo he dicho, cuando el autor de esa realidad trata de esconderla con ánimo perfectamente comprensible de evitar pagar por ella, siempre tienen sus errores. Y que quiere que le diga, la explicación oficiosa, la que parece que todavía sigue el cuestionado juez instructor, es rematadamente mala.

    Sr Aseán, le doy la bienvenida al mundo de lo que ustedes llaman los conspiranoicos. Yo publico mi explicación en «Toda la verdad sobre los atentados del 11-M» http://boards4.melodysoft.com/app?ID=11MARZO2004, que es una foro en el que pretendemos averiguar quien puso las bombas, un foro con sus virtudes y sus defectos, y lo llevo haciendo desde pocos días despues del crimen. Le deseo suerte, todavía habrá que pelearse mucho. Perdone que ponga una dirección de correo electrónico falsa, pero es que quiero permanecer anónimo.

  11. desecho dijo:

    Felicidades por su blog. Espero con ansiedad poderles leer.

  12. Muchas gracias, Desecho. Esperamos verle por aquí.

    Palleter: que haya una razón para crear mitos no disculpa que una mente racional crea mitos (y perdone el calambur entre crear y creer). Tampoco explica la súbita afición de ciertos partidos y medios de comunicación por tales mitos. Y, por cierto, hay explicaciones que toman tiempo. Es inevitable.

    Pepe: gracias por la bienvenida, pero es un poco tardía. La mayoría de nosotros llevamos un par de años en estos asuntos. Por lo demás, no es este el sitio para debatir verosimilitudes, pero yo le invitaría a que considerara la verosimilitud de cualquier explicación alternativa que se haya ofrecido. ¿Suicidas que no se suicidan en las narices de 200 policías –cifra de García Abadillo– sin que uno sólo de éstos se dé cuenta–? ¿Evidencia plantada en el momento justo en el sitio justo por una persona que cargaba una bolsa de 10 kg sin que nadie reparara en ella ni nadie la recuerde? ¿ Ningún medio extranjero se ha dado cuenta? ¿No es todo ello mucho más inverosímil? Por lo demás, le rogaría que si quiere continuar, lo haga en la entrada «Bienvenidos».

  13. El Palleter dijo:

    Arean: las mentes racionales tienden a crear hipótesis y teorías, no hay nada de malo o ruín en ello… hacerlo nos ha permitido evolucionar sin tener toda la información… los mitos serían el reverso de las hipótesis y teorías cuando estas permanecen demasiado tiempo sin cuestionarse o sin base en los hechos (o para suplir la falta de los mismos)… sin embargo la mejor manera de destruir los mitos es analizando los hechos, preguntando por ellos, descubriendo incoherencias, dialogando con otros y reflexionando como una «inteligencia colectiva» hasta encontrar una respuesta que satisfaga nuestra natural curiosidad y nuestra propia dignidad… eso lo sabemos desde Sócrates aproximadamente… y eso también toma tiempo…;-)

  14. El Cerrajero dijo:

    Bienvenidas sean todas las iniciativas en busca de la verdad, ya que tanto la verdad como el mismo proceso de búsqueda de la misma inexplicablemente –o no tanto– nos la escatima el gobierno de Rodríguez.

    Por mi parte uno mi deseo al grito de QUEREMOS SABER LA VERDAD.

    Encantado si aquí la encontramos.

  15. Cerrajero:

    Aquí no creo que encuentre la verdad. Encontrará, eso sí, la refutación de muchas mentiras, pero no necesariamente la verdad. Eso se lo dejamos a los tribunales.

    Un saludo.

  16. Boca Rana dijo:

    Felicidades por el blog pero, como ya comenté en otra parte, como mucho podrás desmontar, una tras otra, las afirmaciones falsas o absurdas de los conspiro-paranoicos. Pero no hay nada tan fecundo como la mente de un conspiro-paranoico.

    Que demuestras que no es tan raro que falten dedos cuando falta tambien casi todo el resto del cuerpo, no hay problema, los conspiradores hicieron salchichas con lo que falta y se las dieron a comer a los niños del colegio de …, para que nunca se encontraran los restos. Que con lo destrozados que están los cuerpos lo normal es que falten muchos trozos, si… eso es lo que dicen los forenses, como que yo no se que amañaron las oposicienes hace 15 años, con Felipe, para que luegon digan lo que a los conspiradores les interesa.

    Que demuestras que es muy dificil encontrar huellas en los cristales de la vivienda porque estos se hicieron añicos con la explosión, claro, los conspiradores cojieron los trozos y os trituraron a martillazos, que los cristales de los vecinos también se hicieron añicos, normal, estaban todos en el ajo, ya se sabe que Leganés es un nido de rojos.

    Y si no les apetece buscar una nueva explicación disparatada, pues tampoco hay problema, nos inventamos una nueva duda: «cuando Bouchar estaba tirando la basura, los testigos vieron como saludaba a un hombre de complexión fuerte, con txapela, un hacha de cortar troncos en una mano y una serpiente en la otra».

  17. Debaser dijo:

    Sr. Arean:

    Enhorabuena por su iniciativa.

    Conste que yo soy uno de los que podrían ser denominados como «conspiranoicos», y que el asunto del 11 de marzo me huele cada vez peor, pero es de agradecer cualquier iniciativa que ayude a esclarecer los hechos.

    Respeto las diferentes opiniones pero, aunque sé que en este tema es muy difícil, creo que ayudaría bastante el hecho de que no se entrara en ataques personales a los distintos participantes. Se deben juzgar hechos y/o pruebas, no si uno es un «rojo» o un «facha».

    Si realmente lo que se intenta aquí es de saber la verdad, se puede decir que todos estamos en el mismo barco.

    P.S.: Considerando estas «teorías conspiratorias» como ciertas, todo lo acontecido en la escena nacional (e incluso en algunos aspectos de la internacional) tiene una coherencia que produce escalofríos.

  18. Boca Rana:

    Llevaba varios días queriendo contestarle. Muchas gracias por sus palabras, y le doy toda la razón. Las teorías conspiracionistas son adaptativas. Primero dicen, por ejemplo: no había metralla. El auto les desmiente, pero entonces adaptan la afirmación: había poca metralla. La conclusión, sin embargo, ¡sigue siendo la misma! En efecto es una tarea de Sísifo, pero imagino que la mayoría de personas razonables terminarán detectando estas falacias y se convencerán de la falsedad de las teorías conspiracionistas.

    Sólo un matiz: somos más de media docena de personas los que colaboramos en Desiertos Lejanos, así que me permito hacer extensivas sus palabras a todo el equipo.

    Debaser:

    También gracias, desde la discrepancia. Creo que hemos logrado hasta ahora evitar descalificaciones…

    Un cordial saludo a ambos.

  19. pepe dijo:

    me gustaría que este sitio con el tiempo tendría el valor de sacar unas conclusiones alcance a quien alcance.
    por otro lado seria gustoso aunq i9mposible que se alejara de esa lucha tan nuestra de las dos Españas que es una lacra que desde antes de Goya arrastra este pais.
    La información se debe analizar como un médico a su paciente, independientemente de q este sea claudia chioffer o la Ramona, me encantaría quye me descubrierias algo q ponga en jaque mi más profundas creencias, si os dadis cuenta por mi escrito no se ve mi afiliación ideológica, así debería ser la información, si no es opinion, y es un error creer q se puede hacer opinion certera a partir de otra opiniones, hay q tener valor para hacerlo a partir de la información.
    Gracias

  20. pepe dijo:

    la opinion es la forma más baja de cvonocimiento

  21. A.Liberio dijo:

    Observo que no hay actualización de información, ni de nada, del año 2007. ¿Que ha pasado? ¿se cayeron los palos del sombrajo? ¿las informaciones conspirativas desaparecieron? ¿tal vez dejaron de ser conspirativas?. Soy de los que quiere información, quiere saber, no estoy mas que de mi lado, y me sorprende que hagan en su editorial uso del dolor que sufren los que perdieron familiares y amigos en las explosiones de 11-M, que afirmen que los conspirativos están sumergiendo a estas personas en la angustia permanente, y que ustedes, convencidos de que la justicia se hara cuando condenen a los procesados, ahora no digan nada, callen, dejen en la angustia a los pobres dolientes que de buena fe queremos saber la verdad, repito la verdad, la que sea verdad de verdad, no la que convenga a la conspiración o a la anticonspiración, y desaparezcan sin explicación. ¿Que ocurre? ¿Tal vez se han convencido de que pudiera ser que los procesados, o algunos de ellos no sean condenados? ¿significará eso, como anuncian implicitamente en su editorial, que no se habrá hecho justicia? ¿Tal vez son conscientes de que los resultados del juicio podrían no ser exactamente los que ustedes suponian? ¿Es posible que algunos de los policias que intervinieron en la investigación hayan mentido, aunque eso, según ustedes, era conspirativo? ¿es aceptable considerar que el juez instructor se equivocó cuando autorizó el desmontaje y desaparición de los trenes, y la destrucción de los objetos personales de los afectados, sin dar opción material a que fueran examinados por cuantos peritos hubiera sido conveniente? ¿qué explicación aceptable se nos puede dar a los ciudadanos, dolientes o no, heridos o no, familiares o no, sobre la inexistencia de muestras, de restos, de pruebas en definitiva, que permitan realizar nuevos exámenes, nuevos analisis, nuevos estudios, cuantos y cuantas veces sea necesario, para saber todos los detalles, toda la verdad, para descubrir hasta el último responsable de tan repugnante masacre? ¿y como es posible que si no existen esas muestras, restos y pruebas es porque a nadie se le ocurrió conservarlas? ¿es posible creer que ni la policia, ningún policia, ni el fiscal, ningún fiscal, ni el juez, nadie de los encargados de la investigación, cayera en la cuenta de la conveniencia, necesidad, obligación, de conservar esas muestras, restos y pruebas?. Ahora es cuanto debe demostrarse el arrojo y las sinceras intenciones de esclarecer las cosas. Ya está el juico celebrado, y siguen existiendo muchas preguntas por responder, y algunas, tristemente, nunca tendrán respuesta, o tal vez sí, el tiempo lo dirá. ¿Donde están ustedes?

  22. Castigador dijo:

    Creo que se murieron todos de asfixia después de leer su texto.

    Las comas no son sólo para decorar.

  23. Castigador dijo:

    Y los puntos.

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